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Una mezcla de ruta de senderismo y exploración de esta zona de Teverga donde encontraremos a nuestro paso, una serie de figuras rupestres que están datadas en el final de la Edad de Bronce y comienzo de la Edad de Hierro. Una ruta un poco distinta.
La ruta comienza en Fresnedo, pueblo cercano a San Martín de
Teverga. Para llegar a él desde Oviedo solo hace falta seguir la Nacional 634
hasta Trubia y a partir de ahí seguir las indicaciones “Puerto Ventana”. En el
camino hacia el puerto, pasarás por Fresnedo, para lo que hay que desviarse de
la carretera y el aparcamiento está justo a la entrada. Se ve perfectamente y
no hay pérdida. Al lado del aparcamiento está el indicativo de la ruta con un
gran cartel que nos avisa del peligro. Y tanto que es peligroso.
Cuando escogí, sobre la marcha, la ruta a hacer este día,
creo que no me fijé en todo. Buscaba una ruta corta, no muy exigente y que nos
llevara poco tiempo hacerla. Nada más acercarme a la entrada leo: ½ hora de
subida, pero lo que realmente ponía era 2 ½ horas de subida. En principio creí
que la cosa iba a ser liviana, pero no, son eso, unas dos horas de subida.
El camino de acceso, aunque indicado, por señales, no está
marcado en el suelo (no es un sendero) y hay que extremar las precauciones
porque hay zonas donde las piedras están sueltas.
Tras una primera caminata, donde de vez en cuando pierdes la
señal de senda, llegamos al primer Abrigo: El Abrigo de Cochantoria. Si vais
con niños, quizás debáis ignorar este abrigo, ya que la bajada es considerable,
tienes que sujetarte con una cuerda y el precipicio está ahí mismo. Solo este
trayecto es inviable, a mi modo de ver hacerlo con niños, el resto, teniendo
cuidado no hay problema ninguno.

Continuamos el ascenso, perdiendo el sendero cada poco y teniendo que ubicarnos. No había conexión a internet pero el GPS funcionaba perfectamente.

Tras un breve descanso con estas vistas, llegamos al siguiente Abrigo: Abrigo del paso y muy cerca de él, el Abrigo del Ganado.

Como podéis ver las vistas son espectaculares, así como los precipicios. Hay que ir con cuidado para no perder la senda. Hay señalizaciones que faltan o están deterioradas, por las que se ven regular. Id con cuidado y no habrá problema.
Tras otro segundo tramo de ascenso llegamos al último abrigo: El Abrigo de Trechacueva, que a mi modo de ver es el menos nítido pero desde el que mejores vistas se obtienen.
Aquí nos volvimos a medio perder, y es que no consideramos que era el final de ruta, intentamos seguir adelante, hasta que vi que el camino era inviable, peligroso y que llegaba un momento en el que no había forma de pasar, así que dimos vuelta y entendimos que la ruta se bifurcaba un poco más abajo para así hacerla circular.
Si no queréis hacer la ruta circular podéis bajar por donde hemos subido pero a nosotros nos parecía más interesante seguir el resto de ruta que nos llevaría hasta el pueblo de Fresnedo.
El camino de vuelta lo hicimos entre un enorme barrizal. Hay una zona en la que caminas por una especie de cauce de un río, totalmente lleno de barro y para eso si que no íbamos preparados así que intentamos esquivar el barro todo lo que pudimos.
Tanto esquivar y fijarnos en donde poníamos los pies que llegó un momento en el que perdimos las señales de nuevo, pero orientarse era muy fácil y enseguida vimos el camino. Esta vez la senda si era senda. Para llegar al camino tuvimos que atravesar un pasto de vacas, con la mirada asesina de las mismas vigilantes. Cuando llegamos al otro extremo de la finca vimos que esta tenía un pastor electrificado, así que nos armamos de valor y yo lo pasé por debajo y Rubén lo saltó. Al final, recompusimos la ruta y en menos de  15 minutos estábamos de nuevo en el coche.
Aprovechamos para tomar algo y volver a casa satisfechos, por la bonita ruta que habíamos elegido (aunque complicada a ratos) y por el excelente día de sol que tuvimos.

Plano de lar ruta:

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12 Comentarios

  1. ¡Qué ruta más chula! Aunque yo no sé si sería capaz. Dos horas y media de subida y con el vértigo que tengo… En cualquier caso, está claro que el esfuerzo merece la pena porque las vistas son espectaculares. ¡Qué bonito es Asturias! ¡Un saludo!

    • Aran, no es para tanto, es que a veces soy un poco exagerada. Solo en el primer abrigo, si tienes vértigo o no te atrevs… es lo peor lo de después, pues no es para tanto, solo que es cuesta arriba y que no debes meterte donde no hay señal, como nosotros.

      Un saludo y gracias por pasarte.

  2. Alicia, la ruta es muy bonita y un poco distinta por las pinturas que vas viendo en el camino, pero es cierto que si tienes mucho vértigo en algunos puntos la cosa puede complicarse pero sin llegar a estos tambien es una ruta bonita para hacer, eso si, cuesta. jeje.

    Un saludo.

    • Que no se diga que siempre llueve, aunque suele llover en el momento menos oportuno, jeje. La verdad es que el día, para ser Febrero estaba espectacular. Un saludo.

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