Pueblos de Navarra.

Bueno, pues como era el última día y queríamos darle un último vistazo a algunos de los pueblos de la zona no nos quedó otra que madrugar. Tras otro copioso desayuno y hacer el check out nos dirigimos al primer punto de nuestro planning: San Martín de Unx. Solo dar un paseo por este pueblo merecen la pena los kilometros hechos hasta aquí. Aparcamos el coche y dimos un paseo, sin mucho rumbo, apreciandolo todo. Calles adoquinadas con piedra, calles peatonales, calles medievales, … ni un solo rincón que no tuviera un encanto y ni un rincón que no te hiciera transportar a otra época. San Martín de Tours, la ermita de San Miguel, nuestra señora de Popolo, son ejemplos de lo que podemos contemplar en San Martín de Unx, pero dejando de lado estos monumentos, el real encanto lo encontramos con un paseo sin rumbo.

Abandonamos San Martín de Unx y nos vamos hacia otra bella ciudad medieval: Ujué.

De todos los pueblos por los que pasamos en Navarra este fue el que más me gustó y con diferencia. Ujué es un pueblo de estrechas calles, muchas peatonales y otras no tanto. Un pueblo ubicado en el alto de un cerro lo que permite tener unas esplendidas vistas de 360 grados desde lo más alto.

Cuenta la leyenda que un pastor de la zona se le apareció una paloma que entraba y salía de un agujero en un peñasco. Al entrar en la cueva descubrió la imagen de La Virgen con el Niño y los lugareños entendieron ésto como una señal para establecer allí su sitio, y así  nació el pueblo de Ujué.

Justo coronando el cerro se encuentra el Santuario Fortaleza de Santa María de Ujué. Desde donde tenemos unas magníficas vistas de la cordillera pirenaica por el Norte y la ribera del Ebro y la silueta del Moncayo por el Sur.

De aquí nos vamos a Lerga, que bueno, un pueblo más y aunque está catalogada como Villa no tiene mucho que aportar que no hicieran el resto.

Y con esto nos despedimos de Navarra, que pese al mal comienzo nos dejó un fantástico sabor de boca. Tanto contraste, tantas cosas que ver, … y tantas cosas que nos hemos dejado que merece la pena una nueva parada por la zona.