Segundo día de visita a Breslavia en Navidad
Pasear por Breslavia en Navidad es mucho más que ver mercadillos. Breslavia es un lugar de cuento pero también tiene cosas muy interesantes para ver y hacer. Algunas os las contamos en nuestro primer artículo sobre la ciudad, que corresponde a nuestro primer día en Breslavia en Navidad. Hoy os llevamos hasta el Museo Panorama, algo que debe ser imprescindible en la visita a la ciudad.
Además os llevaremos a recorrer el barrio judío de Breslavia, que si bien lo habíamos hecho la noche anterior con un free tour, hoy nos dedicaríamos a recorrer con luz aquellos lugares que tuvieron algo que ver con la historia judía de la ciudad.

Habíamos comprado el billete de tren a Cracovia para las 3 de la tarde, así que teníamos una mañana para seguir visitando los mejores sitios de Breslavia en Navidad (y sin ser en Navidad).
Nuestros días en Breslavia en Navidad
Aunque Breslavia es una ciudad en la que sus principales atractivos turísticos se pueden visitar en un solo día muy bien aprovechado, nosotros, al visitar Breslavia en Navidad, decidimos darle dos días (bueno, un día y medio) y visitarlo todo con más tranquilidad. Así fue como lo organizamos:
2 días en Breslavia ( Wroclaw ).
- El primer día lo dedicamos a recorrer, durante el día, el casco histórico de la ciudad con calma, disfrutando de cada rincón, y visitando los sitios más interesantes. Por la tarde-noche, hicimos uno de los free tours: la visita guiada en español por el barrio judío de Breslavia.
- El segundo día, lo invertimos en visitar el Museo Panorama y pasear por lugares que aún nos quedaban pendiente, volver a pasar por el barrio judío y disfrutar con calma de la ciudad.
Además y para completar este post, y el anterior, os dejo nuestro mapa de Breslavia. En él, además de los principales puntos de interés de la ciudad os dejo restaurantes recomendados. También veréis otras ciudades polacas, que visitamos y que no, que os puede ser de utilidad para organizar vuestro viaje a Polonia.
Podéis habilitar y deshabilitar capas en función de lo que os interese. Por ejemplo yo suelo tener la capa de restaurantes deshabilitada para que no me interrumpa en las visitas de la ciudad y solo la habilito cuando busco un restaurante.
Si además quieres ver como lo hicimos nosotros, te puede interesar el artículo sobre la organización del viaje o el artículo sobre cómo moverse por Polonia.
Un nuevo desayuno de Pączek y Pretzel.
¿Sabíais que los pretzel son originarios de Alemania? Además, igual que en Poznan había un museo de los croisants de san Miguel, en Cracovia también tienen un museo de Pretzel, aunque en Polonia no se llama así sino «obwarzanek». Los Preztel llegaron a Polonia con los judíos Alemanes, pero aquí adquirieron una forma distinta (circular en lugar de en forma de lazo) y una elaboración distinta (entre el preztel y el bagel).

Los Pretzels son un barato tentenpie, ya que por menos de un euro podrás degustar esta comida polaca. Es cierto que los que nosotros tomamos en el desayuno se alejan bastante de lo obwarzanek polacos, pero que rico estaba todo. Eso sí, yo prefiero los Paczek, esos bollos estilo berlina a los que nos aficionamos para desayunar en Polonia.
Tras este copioso desayuno pusimos rumbo a la primera visita del día: El Museo Panorama.
El museo Panorama Raclawice de Breslavia.
¿Qué harías si te dijese que debes acudir a un museo en el que únicamente se muestra una obra de arte, un cuadro? ¿Qué harías si además te dijese que el coste de la entrada a este museo es de 25 zlotys, unos 6 euros, que para ser Polonia es caro? ¿Qué harías si además te dijese que se debe reservar la entrada, sobre todo en algunas épocas del año? ¿Qué harías si te dijese que además solo puedes estar dentro del museo 30 minutos? Pues seguramente contestarías que habría que pensárselo muy bien y que mucho valor tiene que tener la pintura en cuestión para decidir acudir al museo.

Pues bien, no solo te diré que merece la pena, sino que para mi es una visita imprescindible. No hay muchos lugares en el mundo donde podrás ver un cuadro panorámico (360 grados) de pintura continua y circular, donde te parecerá estar inmerso en la escena. Además sus grandes dimensiones: 15 metros de alto y 114 de largo, y la forma en la que está elaborado (no diré más) hace que realmente parezca que estás en medio de la batalla de Raclawice (que es lo que representa la obra).
La Batalla de Raclawice
La Batalla de Raclawice es un episodio importante de la historia de Polonia, que tuvo lugar en el año 1794 contra los rusos, que en aquella época ocupaba Polonia. El ejercito polaco, con ayuda de las milicias populares, ganaron aquella histórica batalla, aunque no ganaron la guerra, lo que supuso la desaparición de Polonia como tal durante 123 años.

La Historia del lienzo de la batalla de Raclawice.
Varios artistas realizaron esta obra sobre lienzo para conmemorar el 100 aniversario de la batalla de Raclawice. La obra fue presentada en el Parque Stryjski en Lviv, que hoy en día pertenece a Ucrania.
Tras la Segunda Guerra Mundial el cuadro regresó a Polonia pero no pudo ser presentado ya que por aquel entonces, Breslavia estaba bajo un dominio de régimen comunista que dependía de la Unión Soviética. Estuvo durante muchos años guardado en un almacén hasta que en 1980 se empezó a levantar el edificio en el que actualmente se encuentra la pintura. Ésta pudo empezar a visitarse en 1985.

La visita el museo Panorama Raclawice.
Llegamos al museo circular del Panorama Raclawice antes de las 10 de la mañana, pero la visita de esta hora ya estaba completa, así que cogimos las entradas para las 10:30.
Se recomienda llevar reserva para este museo, sobre todo en determinadas épocas muy turísticas, ya que se entra por turnos (cada media hora), suele haber muchos grupos de turistas que llenan ya el horario completo, y muchas visitas de escolares y universitarios.
Para realizar la visita puedes dejar todos tus objetos personales en las taquillas (gratuitas) y acceder con lo mínimo (la cámara de fotos y poco más) y así hacer tu visita más cómoda y centrarte en lo importante: el cuadro y la explicación.
La visita dura exactamente media hora, lo que dura la explicación de la audio guía que llevarás contigo. Así que no te preocupes por el idioma porque harás la visita en español. La audio guía además es amena y te va contando todo lo que aconteció durante aquella histórica batalla.
Horarios de apertura:
- Del 1 de abril al 30 de septiembre, todos los días de 8:00 a 19:30 horas.
- Del 1 de noviembre al 31 de marzo, de martes a viernes, de 9 a 16:30 horas; los sábados, de 9 a 17:30 horas; los domingos, de
- 9 a 16:30 horas; y los lunes, cerrado
El Bastión Ceglarski y un paseo por la rivera del río Oder.
Al salir del museo Panorama, totalmente impresionados por lo que habíamos visto, nos fuimos directos a una edificación en ladrillo que había justo en frente. Se trata del Bastión Ceglarski, construido en 1585 y formaba parte de las fortificaciones de la ciudad. En 1807, a pesar de la orden de Napoleón de demoler todas las fortificaciones ésta se conservó aunque perdió su carácter de defensa y militar.

Al subir por la colina que formaba parte de este bastión, observamos la bonita vista que teníamos desde allí de la isla de la catedral, por donde habíamos pasado el día anterior. Así que decidimos bajar hasta la rivera del Oder y dar un paseo hasta nuestra próxima parada.
El paseo fue tranquilo, con el sol de la mañana que hacía que el frío fuese más llevadero. Así poco a poco, llegamos hasta el Mercado de Breslavia.

El Mercado de Breslavia (Hala Targowa)
Es algo que solemos hacer en nuestros viajes, acercarnos a los mercados para ver cómo vive la gente, qué compra y cómo son sus mercados. Así que no pudimos resistirnos a entrar en el edificio Hala Targowa, que además tiene forma de estación de tren de ladrillo.

Fue construido entre 1905 y 1908 y el principal factor diferenciador con respecto al resto de los edificios de la época, fue que se empezó a utilizar el hormigón armado en su estructura. Durante la Segunda Guerra Mundial prácticamente no sufrió daños, lo cual nos permite verlo tal cual se construyó, con algunas reformas realizadas a lo largo de los años.
En su interior hay 190 puestos, la mayoría de comida, pero también puedes encontrar suvenirs y artículos para la casa.
Tras un paseo por los dos pisos del edificio y entrar en calor, continuamos el camino y entramos por casualidad en una pequeña plaza al lado de la Universidad de Breslavia.
Jardín Ossolineum de Breslavia
Es un pequeño Jardín verde, un remanso de paz en el interior del casco histórico de Breslavia. En su interior se encuentra uno de los pocos monumentos de Breslavia dedicados a las víctimas de la Primera Guerra Mundial.

Un paseo por el Barrio Judio de Breslavia (Free Tour).
Aunque el free tour lo habíamos realizado la tarde-noche anterior, preferimos dedicarnos a atender a las explicaciones de nuestro guía y dejar las fotos para el día siguiente, donde volveríamos recorrer el barrio con más tranquilad. Así que todo lo que os cuento hoy pertenece al free tour que realizamos, aunque en el día de hoy lo realizamos a nuestro aire. Os contaré el paso por los principales puntos de este tour aunque hay otros muchos. Merece mucho la pena hacer el tour y que un experto en historia te lo cuente.

Aunque en la actualidad quedan muy pocos judíos en Breslavia, se estima que en la época de mayor esplendor de la comunidad judía en el país, la época prusiana, habitaban en Breslavia unos 25.000 judíos.
Tras la segunda guerra Mundial este barrio quedó prácticamente arrasado, por lo que hoy poco hay en pie que se pueda visitar.
Inicio del Free tour por el Barrio Judio: Grandes almacenes «Feniks»
El free tour parte de la plaza Rynek, justo donde se encuentran los Grandes almacenes «Feniks». Fue construido por dos judíos en 1904, los Hermanos Barasch y cuando se construyó fue el centro comercial más importante y lujoso de la ciudad. Aquí partimos entonces de la base de que en Breslavia, hubo una época en la que parte del comercio dependía de los judíos, que eran además, de los más ricos de la ciudad.
Este es el free tour que hicimos nosotros por el barrio judio de Breslavia, aunque hay otros 2 que te pueden interesar: Free tour por el Barrio Judío.
Es uno de los edificios más importantes de estilo Art Nouveau de la ciudad.

En nuestro paseo hasta lo que es el que es considerado como barrio judío de Breslavia, pasamos por la plaza de la Sal, y por la librería Hispánica, donde se reúnen españoles y todo aquel que quiera aprender español. En todos estos puntos recibimos una gran explicación llena de anécdotas sobre «los bares de leche» entre otras cosas.

Monumento a las Victimas del Guetto de Varsovia
Una placa conmemorativa a las Victimas del Levantamiento del Guetto de Varsovia ocurrido el 19 de Abril de 1943. Este se considera el primer levantamiento armado en Polonia contra la ocupación alemana. Como consecuencia de este levantamiento se ordenó liquidar a todos los integrantes judíos del Guetto de Varsovia.

En la placa se puede leer: «Héroes del gueto de Varsovia, luchadores por nuestra libertad y la tuya: la sociedad de Wrocław«
La escultura de Ewa Rossano
En el cruce de la calle św. Antoniego y Kazimierza Wielkiego se encuentra la escultura de Ewa Rossano, una figura de una chica con un vestido en forma de globo terráqueo. Esta escultura viene da significar la unidad del mundo pese a sus diferencias sociales y religiosas.
Y es que en este barrio en el que vamos a entrar, pese a que se considera el barrio judío, conviven actualmente cuatro religiones. En la actualidad a este barrio se le conoce como el «barrio de las cuatro religiones» o «barrio de los cuatro templos» ya que en muy poco espacio encontramos una sinagoga, una iglesia evangélica, una catedral ortodoxa y una iglesia católica.
El pasaje Pokoyhof
Aunque en la actualidad hay bares y cafés, hubo una época en la que aquí había escuelas judías y viviendas, por su cercanía con la Sinagoga. Merece la pena echar un vistazo para entender cómo vivían y cómo era el lugar en el que convivían los judíos antes del holocausto.

Świętego Antoniego o calle de San Antonio de Padua.
Esta calle, la calle principal del barrio judío, toma su nombre de la Iglesia católica que aquí se encuentra ubicada. Se trata de la Iglesia de San Antonio de Padua, la iglesia barroca más antigua de Breslavia, construida en las segunda mitad del S.XVII y que aún conserva parte del equipamiento que poseía a inicios del s. XVIII.

Esta calle era la calle de las funerarias, ya que fue la calle donde habitualmente se situaban. Hoy en día aún hay alguna e incluso alguno de los restaurantes que se situó en la zona, está ambientado en este oficio.
Al final de la calle se encuentra, en un callejón, la galería Neon Side que os mostré en el anterior capítulo y que se ve mejor de noche que de día.
Durante todo el trayecto, nuestro guía nos va contando la historia de los judíos en Breslavia, cómo vivían, que hacían, cómo fue su evolución a lo largo de los siglos. Y llegamos al único edificio religioso judío en pie, antes de la fatídica noche de los cristales rotos: La Sinagoga de la Cigüeña Blanca
Sinagoga de la Cigüeña Blanca
Durante la Noche de los Cristales rotos, de la que os hablé en nuestro paso por el barrio judío de Berlin, esta Sinagoga fue la única que se salvó. La más bonita de todas y la más grande de Breslavia, La nueva Sinagoga, quedó totalmente derruida.
La Sinagoga de la Cigüeña Blanca se salvó gracias a su ubicación, y a la cercanía de edificios de viviendas. Fue utilizada durante la invasión nazi como almacén de bienes robados. En la actualidad es un centro cultural judío.
La sinagoga se puede visitar.
Durante nuestro paseo pasamos por el Foro de la Música, un moderno edificio que llama la atención tan cerca del casco antiguo. Frente al edificio encontramos estos simpáticos gnomos.
Hotel Monopol.
El edificio del hotel Monopol tiene más de 100 años. Está construido con estilo neobarroco muy cerca del casco histórico y al lado del edificio de la Ópera de Breslavia. Actualmente es el único hotel de 5 estrellas de la ciudad. Sobre el balcón de la entrada principal del hotel Hitler se dirigía al pueblo.

Centro Comercial Renoma
El Centro comercial Renoma fue construido a principios del S. XX por los Wertheim, una familia judía de origen alemán. En los años de su construcción el centro comercial era el mayor centro comercial construido en Breslavia. Poseía unos 35 mil metros cuadros de superficie destinada a tiendas. Fue además un edificio innovador, tanto por su diseño como por haber introducido escaleras mecánicas en su interior.

El centro comercial era el más moderno de Breslavia y prosperó en los años siguientes. Sin embargo, en 1933, cuando los nazis subieron al poder, los Wertheim empezaron a sufrir el acoso y el negocio fue empeorando. En 1937, el centro comercial, bajo las nuevas leyes nazis, pasó a formar parte de una empresa estatal.
Monumento a la Nueva Sinagoga
No muy lejos de aquí se encuentra la posición en la que se encontraba la llamada Nueva Sinagoga de Breslavia. La Nueva Sinagoga fue incendiada y derruida totalmente durante la noche de los Cristales Rotos. Hoy en día, en el punto donde se encontraba la Nueva Sinagoga encontramos un monumento conmemorativo.

Monumento al transeúnte anónimo.
Para finalizar nuestra visita a Breslavia en Navidad, visitamos el Monumento al Transeúnte Anónimo, situado muy cerca de nuestro apartamento Bike Up, y por tanto cerca de la estación del tren de Breslavia. Lo dejamos para el final precisamente por esto, para que fuese nuestra última visita. Después de ésto solo nos quedaba buscar un «bar de leche» para comer, recoger las maletas e irnos a la estación del tren.
La escultura es muy llamativa. Presenta a varias personas de tamaño real, con vestimentas de los años 70, que en un lado de la calle se meten dentro de la acera y por la otra parte de la calle salen de la misma. Fue colocada aquí en el 2005.
Comiendo pierogi en un «bar de leche».
Cuando empezamos a preparar el viaje a Polonia no parábamos de leer por todos lados sobre los denominados «bares de leche», así que empezamos a preguntarnos qué son estos bares de leche.

Los bares de leche vieron su nacimiento durante la llamada época de entre guerras. Es decir, entre la primer y la segunda guerra mundial. En ellos se comía fundamentalmente, menús muy baratos a base de productos lácteos. Su principal función era alimentar a la población, sobre todo la clase obrera de bajo nivel adquisitivo. En muchos de los jornales de esta población se les incluía la comida en uno de estos «bares de leche».
Durante la época comunista, los «bares de leche» fueron prosperando por todo Polonia. Tras la caída del comunismo, estos bares de leche fueron desapareciendo poco a poco. Hoy en día todavía se pueden ver algunos por Polonia, y os recomendamos que probéis su comida.
Actualmente en los bares de leche se pueden comer platos tradicionales polacos a precios muy económicos. Sobre todo encontrarás pierogis y sopas, éstas últimas entran de maravilla en el frío invierno polaco.
Hay que tener en cuenta que en «los bares de leche» no encontrarás nada en inglés y será raro que alguien pueda entenderte, así que lo normal es pedir al azar o fijarte en los platos que esté comiendo la gente y pedir lo mismo. Hay algunos platos que sabrás lo que son como la Zupa (sopa) o los pierogi.
Los pierogi son una especie de empanadilla rellena de distintas cosas pero cocida en lugar de frita.
Nosotros comimos en un bar de leche que encontramos cerca de nuestro hotel el Bike Up y cerca de la estación de tren. Ya os digo que hoy en día no se encuentran tan fácilmente.
Pagamos por comer los 4, 60 zlotys, unos 13 euros.
Traslado a Cracovia.
A las tres de la tarde debíamos coger el tren con dirección a Cracovia, así que hicimos el check out en el hotel, nos fuimos a la estación y un cuarto de hora antes accedimos al andén. En algo más de 3 horas llegamos a la estación central de Cracovia.

Alojamiento en Cracovia: Feniks Fragola Apartments
Nos fuimos apuntando al viaje a Polonia por fases: primero nosotros, después Ana y por último Carmen. En la fecha en la que nos coincidía visitar Cracovia, que coincidía con el puente de Diciembre en España, fue imposible que los 4 nos pudiésemos alojar en el mismo apartamento / hotel. Así que nosotros dos quedábamos en uno justo al lado de la plaza mayor de Cracovia. Ana y Carmen, cada una en uno situado a lo largo de la calle principal que va desde la Plaza de Cracovia a Barbacana. Es decir, a lo largo de la calle Floriańska y por tanto en el camino que va desde la estación del tren hasta nuestro apartamento fuimos dejando a Ana y Carmen en los suyos.

Nosotros escogimos para alojarnos en Cracovia un Apartamento situado justo en la plaza Mayor de Cracovia. Se llaman Feniks Fragola Apartments, y son una serie de pisos de un edificio repartidos en varios apartamentos pequeños pero muy bonitos y cómodos.
Tienen además recepción, pero hay que ponerse en contacto antes con ellos ya que no hay en el portal ningún indicativo de dónde están los apartamentos.

Pasamos 4 noches en el hotel Feniks Fragola y estuvimos encantados, tanto por la atención como por la calidad y el precio.
Cenando en Sukiennice un buen bigos.
Era la última noche que pasábamos con Ana, que continuaba su viaje por la Alsacia, así que queríamos despedinos de ella a lo grande. Quedamos con ellas en la plaza Mayor y tras dar un paseo por la bonita plaza de Cracovia, buscamos un buen restaurante donde darnos un homenaje.
Lo hicimos en un restaurante de la misma plaza, el Sukiennice, que no sabemos porqué estaba medio vacío cuando el resto de los restaurantes que llevábamos recomendados estaban hasta arriba de gente. Creemos que por su ubicación, en plena plaza de Cracovia, la gente no entra por pensar que es caro, pero no lo vimos nada caro y la verdad es que a nosotros nos encantó.
Aquí probamos dos cosas típicas de Polonia: el Bigos y unos chupitos de vozka de frutos rojos.

El Bigos es un plato, servido en este caso en una hogaza de pan, realizado a base de col agria y distintos tipos de carne. Pasa un poco como los potajes y ollas de España, que cada uno lo hace a su manera. No puedo deciros exactamente qué llevaba el nuestro, pero os puedo asegurar que estaba de muerte. Eso sí, con uno hubiésemos comido dos, porque además el pan estaba buenísimo y claro, ¿quién se resiste?.
Tambien pedimos cerveza y unos chupitos de algo amarillo que nos sabemos muy bien que era.

Al final de la comida nos regalaron unos chupitos de Vozka de frutos rojos que os podéis imaginar como estaba de bueno.
Pagamos por la cena unos 10 euros cada uno, que no estuvo mal para todo lo que comimos (y bebimos).
Nos dio pena, pero tuvimos que despedirnos de Ana e irnos a dormir. Teníamos que levantarnos a las 4 de la mañana, ya que a las 5 teníamos que estar cerca de Barbacana para salir hacia Auschwitz-Birkenau.

Viaja con nosotros
Si quieres que te ayudemos a organizar un viaje igual a este o parecido, por libre o con agencia receptiva, o que simplemente te coticemos los hoteles que hayas elegido, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, haremos de tu sueño una realidad.
Callejeando por el Mundo es un blog de viajes propiedad de Viajes Callejeando por el Mundo, agencia con licencia AV-240-AS.