Avanzábamos una vez más y cambiábamos nuevamente de ubicación en Filipinas. Esta vez el trayecto no iba a ser tan largo ni tan complicado y solo nos haría falta un triciclo, un ferry con parada en Dumaguete y dirección Tagbilaran, y otro triciclo que nos llevase desde el puerto hasta nuestro hotel en Alona Beach. Todo esto en unas 5 horas de trayecto. Así que aún nos quedaba una mañana libre para aprovechar y despedirnos de Siquijor.
No teníamos que madrugar. Era el primer día desde que habíamos salido de casa que el despertador no tenía que sonar pero nuestro reloj interno nos dijo a las 7:30 de la mañana que era hora de levantarse. El sol ya calentaba en el exterior. Nos levantamos con tranquilidad y después de una ducha y un buen desayuno en la habitación salimos a la carretera para buscar un trasporte que nos acercase hasta el puerto de Siquijor.
Precio del triciclo hasta Siquijor: 20 pesos por persona. (0.43 euros)
Como ir de Siquijor a Tagbilaran: En Ferry.
Las taquillas de venta de los billetes abren a las 9 de la mañana y era conveniente estar allí un poco antes. Se comenta que se forman grandes colas y que es importante estar allí a esa hora para no quedarse sin sitio en el ferry. Solo hay un ferry al día, el de las 13:50, así que era importante no perderlo. Habíamos barajado la posibilidad de coger el ferry que va de Larena a Tagbilaran. Este si es directo y es nocturno, aunque más caro que el anterior pero no hace el trayecto todos los días, así que para cogerlo debíamos salir el día antes y no queríamos perder ese bonito tiempo en Siquijor, así que decimos coger el de la tarde.
Llegamos a las 8:45 a la puerta de la venta de billetes de Ocena Jet. Nos pareció raro que estuviese todo tan cerrado y sin embargo la caseta que había al lado tuviera ya una importante cola. Preguntamos pero nos indicaron que la caseta donde debíamos comprar era exactamente en la ponía «Ocean Jet». Pensamos que la gente era muy exagerada por decir que se forman grandes colas. Nosotros no vimos a nadie y cuando la puerta abrió, pasadas las 9 de la mañana, eramos los únicos que estábamos allí para comprar. Es cierto que más tarde nos daríamos cuenta de que hicimos bien en ir a esa hora, ya que el barco iba con overbooking o casi, y podíamos habernos quedado sin sitio.
Sacamos el billete que fue lo más caro que pagamos hasta el momento por un trayecto en Filipinas: 910 pesos por persona + 14 pesos de tasa de puerto. (19.89 euros).
Otra opción para ir a Tagbilaran desde Siquijor, es en el ferry nocturno que sale de Larena. Este ferry sale los martes, jueves y sábados a las 7 de la tarde, y en el asiento más económico cuesta 210 pesos.
Aprovechamos que estábamos en Siquijor para dar un paseo por el pueblo. Eran poco más de las 9 de la mañana y había un ambiente fantástico. Gente por todos lados, comprando, charlando, disfrutando del día. Buscamos un lugar donde comprar algo para beber y mientras Rubén lo hacía yo me dedicaba a mirar las cosas que tenían en la tienda. Me encanta ver tiendas locales cuando viajamos, y me encanta además observar y mirar lo que la gente compra.
Una mañana de descanso en Treasure Island.
Tras este pequeño parón continuamos buscando un medio de trasporte para llegar de nuevo a San Juan, a Paliton Beach, pero como nos querían cobrar demasiado por ir, cuando solo habíamos pagado 20 pesos por venir, seguimos nuestro paseo hasta que un señor nos indicó donde podíamos coger un triciclo compartido hasta nuestro destino. Y así hicimos la vuelta, con una madre, una hija y una nieta. Subidos los tres en el triciclo compartimos este agradable trayecto. Precio: 15 pesos por persona (0.32 euros).
El resto de la mañana la invertimos en no hacer nada. Disfrutar de una cerveza en el hotel, pasear hasta la playa, rehacer las mochilas y esperar a que fuese una hora prudencial para regresar a Siquijor.
Cuando estábamos esperando con nuestra cerveza en el hotel, conocimos a un señor que era el hermano del dueño. Se estaba haciendo una casa cerca del hotel ya que se iba a casar con una chica Filipina. Durante nuestra conversación nos invitó a compartir con él el triciclo que le llevaría al puerto y aceptamos. Cometimos un error porque primero pensamos que estaba bien compartir gastos y que además viviendo allí sabría los precios que se barajan. El error fue pensar todo esto cuando no caímos en que es sueco y que la gente nórdica no regatea, así que nos tocó pagar 50 pesos por persona por llegar de nuevo al puerto.
Bueno, al final tuvimos una buena conversación que nos llevó a conocer la vida de este personaje y entre todo lo que nos contó nos dijo que en una ocasión había estado 8 horas en el agua, tras el naufragio del barco en el que navegaban él y su amigo. Lo cierto es que el hombre tenía muchas aventuras que contar.
Acabamos la mañana sentados en un bar de Siquijor, nosotros dos, un sueco y un alemán al que habíamos conocido en el hotel.
De Siquijor a Alona Beach, un trayecto muy gallo.
Al final, entre risas e historietas llegó la hora se subirnos al ferry a abandonar Siquijor. Cierto es que el ferry iba muy lleno pero tampoco pensamos que fuese para tanto (este no es el único ferry con dirección Dumaguete pero sí el único con dirección Tagbilaran). Fuimos cómodamente sentados, al lado de la puerta exterior. Al llegar a Dumaguete nos cambiamos de sitio ya que nos parecía que alejados de la puerta de acceso iríamos más cómodos, como así fue.
Nos fijamos en la enorme cola que se había formado para subir al ferry y pensamos que ¿dónde se iban a meter? El ferry ya iba hasta arriba o aparentemente ya iba muy lleno y sin embargo había una kilométrica cola para acceder a él. Empezó a entrar gente, y más gente, y más… aquello no cesaba nunca. Abrieron las puertas de primera clase e indiscriminadamente fueron metiendo a toda aquella gente allí. Sinceramente, creo que el ferry iba por encima de sus posibilidades, con más gente de la que cogía y aquí volvimos a pensar que sí realmente aquello era seguro (bueno, en este caso, al menos chaleco salvavidas había, pero no creía que hubiese los suficientes como para tener para toda aquella gente).
Al final decidí que lo mejor era no seguir pensando, mire al pollo que llevaba delante (literalmente, un pollo), el pollo me miró a mi, sujete la mochila que se me venía encima y las cientos de cajas que amenazaban con desplomarse, y cerré los ojos.
Me pasé el resto del viaje vigilando al pollo y el pollo vigilandome a mi, mientras creo que nos deseábamos con la mirada: «buena suerte, amigo». Al final del trayecto y ya una vez nos vimos sanos y salvos, pensé en el pollo, más bien en el gallo, y medité: «mi suerte creo que va a ser mejor que la suya, o eso pienso».
Al bajarnos del ferry volvimos a coincidir con el Alemán y decidimos compartir triciclo hasta Alona Beach. Aún nos quedaba una media hora de trayecto que nos costó 100 pesos por persona (2.15 euros).
Alona Beach
Llegamos a Alona Beach cuando la tarde ya estaba cayendo. La cara de velocidad de nuestro conductor era todo un poema, y no paraba de sacarle fotos y él de poner más cara de velocidad y de preguntar: «¿más rápido?». Nos costó unas buenas risas.
Nuestro hotel para esta zona fue el Paragayo Beach Resort. Escogimos este hotel por la relación calidad/precio que mostraban sus fotos, porque el precio nos pareció bajo para lo que aparentaba y porque queríamos un hotel fuera de la primera linea de playa, algo que en Alona Beach nos parecía un error por la cantidad de gente que se juntaba por la noche, por la fiesta que había y porque era Semana Santa y Alona Beach estaba llena de gente dispuesta a pasarse la noche en la playa.
Si queréis leer más sobre nuestros alojamientos en Filipinas podéis hacerlo aquí: Alojamientos en Filipinas.
Después de hacer el chek in en el hotel salimos a la calle. Teníamos muchas cosas que hacer. Necesitábamos comprar algo para el desayuno (lo conseguimos al lado mismo del hotel, en un supermercado); necesitábamos cambiar dinero y lo hicimos justo al lado de la playa; miramos alguna excursión pero aunque no nos parecían caras (350 pesos por ir a ver las chocolate hills, los tarsiers, el río Loboc y no se cuantas cosas más) como no incluían las entradas y la excursión duraba el día entero decidimos que lo íbamos a hacer por nuestra cuenta aunque nos costase mucho más. La experiencia con las excursiones turísticas nunca resultaron ser buenas, así que no creíamos que lo fuese a ser esta vez.
Fuimos a cenar. Dimos un paseo por la playa y vimos un restaurante Tailandés. el Isis Thai. Nos pareció una buena idea ya que nos apetecía mucho una comida así. El resultado no fue el esperado, no nos gustó mucho y nos abrasaron los mosquitos, así que yo, para compensar, me tomé dos cervezas en lugar de una. Tenía que matar las penas mientras mataba los mosquitos.
Cenamos unos calamares fritos (que ni de cerca estaban tan buenos como los que habíamos comido en el resto de Filipinas), un pad thai y un arroz frito (este último sí que estaba bueno, un poco picante, pero bueno).
Cena: 760 pesos (16.36 euros).
De regreso al hotel negociamos con un «triciclero» que nos llevase a recorrer la isla al día siguiente. Le enseñamos en un mapa lo que queríamos hacer: Ir a Corella a ver los tarsiers, ir a Chocolate Hills, parar a comer en el río Loboc y vuelta a Alona Beach. El precio que negociamos fue de 750 pesos por el día (lo que durase nuestra aventura). Quedamos con él a las 7 de la mañana en la puerta de nuestro hotel.
Gastos del día: Triciclo a Siquijor: 20 pesos (0.43 euros) Ferry de Siquijor a Tagbilaran: 924 pesos (19.89 euros) Cocaola en Siquijor: 28 pesos / 2 (0.30 euros) Vuelta a San Juan en triciclo compartido: 15 pesos (0.32 euros) Cerveza en el hotel: 45 pesos (0.97 euros) Regreso a Siquijor en triciclo: 50 pesos (1.08 euros) Cerveza, y patatas fritas en Siquijor: 31.5 pesos (0.67 euros) Triciclo de Tagbilaran a Alona Beach: 100 pesos (2.15 euros) Cena en el Isis Thai: 380 pesos (8.18 euros) Gastos por persona: 33.99 euros |
Si quieres seguir leyendo nuestro diario: Hong Kong y Filipinas en 23 días.
nota: todas las fotos de hoy son del móvil (excepto la del hotel).
Viaja con nosotros
Si quieres que te ayudemos a organizar un viaje igual a este o parecido, por libre o con agencia receptiva, o que simplemente te coticemos los hoteles que hayas elegido, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, haremos de tu sueño una realidad.
Callejeando por el Mundo es un blog de viajes propiedad de Viajes Callejeando por el Mundo, agencia con licencia AV-240-AS.
6 Comentarios
Interesante recorrido. Lo del ferry con tanta gente, que mal rollo no? uff se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo. Yo en vez de mirar al pollo, estoy segura de que miraría para un chaleco salvavidas…
Un saludo
Bueno, al final en estos países te acostumbras a viajar así, como "el ganao" que decimos en Asturias.
Un saludo.
No tenía ni idea de que los nórdicos no regatean!! Intentaré no olvidarlo por si me veo en el futuro en una situación como la vuestra… 😉
Creo que los únicos que regateamos por el mundo somos los españoles y los italianos. Pero un alemán, un sueco… esos… ni de coña. jeje.
Un saludo.
Buenas!! Merece la pena pasar por Alona Beach?? solo tenemos una semana para ver las Visayas y nos planteamos no pasar por Bohol y hacer solo Siquijor y Apo ya que mucha gente nos dice que Bohol no merece la pena. Qué nos recomiendas? Gracias!!!!!
Hola Grazi, pues no me atrevo a darte un consejo sobre Alona Beach. Para mi no es una de esas playas paradisiacas ya que hay excesiva gente. La playa en sí tiene unos colores brutales, un azul intenso, y la visita a Balicasag merece la pena, ahora si tienes que elegir… pues no sabría decirte. A mi la excursión por Bohol me gustó, pero si tuviese que seleccionar quizá entonces lo quitaría.
No se si te he ayudado o si te he liado más, jeje.
Un saludo.