Destino Uganda. Un poco de Historia.

De Madrid a Entebbe.

Nos vamos a Uganda, comienza un viaje épico, un viaje singular, un viaje que estoy segura de que nos marcará para siempre. Hoy nos vamos a donde hace casi dos siglos, los grandes exploradores tardaban años en llegar. A nosotros tan solo nos quedan dos vuelos y unas 10 horas en total. Hoy comienza una aventura. Nos vamos a buscar las fuentes del Nilo, a conocer el Lago Victoria y ver a el principal motivo por el que viajar a aquí, los gorilas de la montaña.

Destino Uganda. ¿Uganda importa?

Corría el año 1986. ¿Alguien se acuerda de donde estaba este año, lo que estaba haciendo o lo que estaba aconteciendo en su vida? Yo tenía 8 años. En las noticias de aquel año principalmente se leía que España acaba de entrar en la Comunidad Económica Europea junto con Portugal; que nos enfrentábamos a un referéndum para nuestra permanencia en la OTAN en la que ganó el SI; que por aquel entonces nuestro presidente del gobierno, Felipe Gonzalez, adelantaba unas elecciones que volvió a ganar con mayoría absoluta y que el Challenger explotaba en el aire justo a los 72 segundos de despegar, llevándose consigo la vida de sus 7 tripulantes. He de reconocer que de los temas políticos no me acuerdo en absoluto pero si recuerdo aquella explosión cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo. Por aquel entonces yo era una niña muy feliz, y mi cabeza sola alcanzaba a llegar al colegio, a la casa de los vecinos y con suerte (por el tiempo) a la playa, que la tengo al lado de mi casa.

De lo que no se leía en las noticias es que en aquel año, en Uganda, se daba por terminada una guerra civil que había durado muchos años, demasiados, entre guerras con sus vecinos y guerras internas,  ni de que el final de aquella guerra daría como resultado el inicio de guerrillas y enfrentamientos civiles. Vamos, que nada solucionó este final y que si mal estaban antes mal quedaron después, con un presidente, Museveni, cuyo gobierno llega a hoy en día, ganando unas elecciones que en muchos casos no se consideran del todo legales. Uganda no le interesaba a nadie, no había nada que contar, y no parecía que fuese un buen tema de conversación. En general, lo que pasa en África, apenas importa.

Uganda en el siglo XIX

Pero hubo un tiempo en que no fue así. A principios del siglo XIX, Francia, Alemania y Gran Bretaña, fundamentalmente, tenían un gran interés por Uganda, en aquel entonces sobre todo, por los reinos de Buganda y Bunyuro, lo que hoy en día es el norte del país.

¿Y porqué ese interés? El interés radicaba en que Uganda, pese a lo que pueda parecer en la distancia, es un país rico, rico en muchas cosas, con el que interesaba establecer una buena red comercial con Europa. Pero sobre todo, lo que había en Uganda que despertaba el interés de las grandes Naciones europeas, era el Gran Mito africano: Encontrar las fuentes del Nilo. Por aquel entonces, la cartografía mundial tenía una gran zona en blanco, el centro africano y a todo el mundo, sobre todo en Europa, les interesaba llegar a esos puntos, y anexionarlos a su país. Comenzó así la época de colonización africana.

La mayoría de los grandes exploradores: Livingston, Baker, Burton, Grant, Stanley y Speke estuvieron en Uganda, y buscaron las Fuentes del Nilo, entrando en algunos casos en disputas por establecer quien y donde se encontraban. África tenía interés entonces, y Uganda, o más bien Bunyoro, Buganda, Toro y Ankole, estaba en los planes de todos. (Estos serán los lugares ugandeses que recorremos los próximos 13 días, en nuestro viaje Uganda, la perla de África).

Los viajes de los grandes exploradores hacia Uganda.

El viaje de Burton y Speke.

Ya en el siglo II d.C. Ptolomeo,  basándose en las historias del legendario mercader griego Diógenes, establece el nacimiento del Nilo en el interior de África, concretamente en las Montañas de la Luna, que hoy se conocen como Ruwenzori. Basándose en estos escritos y en un mapa conocido como «mapa babosa» que situaba las fuentes del Nilo en un gran lago del interior de África en forma de este molusco, Burton y Speke, llegaron a Zanzibar un 19 de Diciembre de 1856 dispuestos a empezar una épica aventura por el interior de África, siguiendo las rutas de los mercaderes y traficantes de esclavos.

6 meses después, el 17 de Junio de 1857, parten de Zanzibar con unos 170 porteadores que llevaban comida enlatada, rifles, telas, artículos con los que negociar, camas, mesas sillas, libros y material de todo tipo. Se estima que por aquel entonces cada porteador llevaba sobre sus hombros unos 35 kilos de peso, y los asnos 300.  Unos 20 días después de salir de Bagamoyo, en la costa de Tanzania, los dos estaban ya afectados por Malaria. El viaje, en aquella época era difícil y muy complicado, hasta límites que hoy en día quizá no lleguemos a entender. 225 días después de salir llegaron a Tabora, una ciudad en el norte de la actual Tanzania, donde se habían establecido los traficantes de esclavos. Allí se recuperaron de sus males antes de proseguir su viaje, y 7 meses después de empezar la épica aventura, llegaron al lago Tanganica, concretamente a Ujiji.

Las condiciones en las que Burton y Speke llegaron aquí, consiguen hacer comprender la verdadera dificultad del viaje. Burton llegó exhausto, sin fuerzas, y Speke prácticamente ciego. Pero aquí no terminarían sus desgracias. Burton se vio incapaz de comprobar si del lago Tanganica salía alguna especie de fuente que pudiese dar lugar al nacimiento del Nilo (desoyendo lo que decía los lugareños: «al lago Tanganica entraba una corriente de agua, pero no salía ninguna»).

Speke por su parte sí emprendió una aventura en solitario alrededor del lago, buscando una salida de agua del mismo. Pero pronto se tuvo que dar por vencido. Un escarabajo se le metió en el oído, le produjo una gran infección que le dejó prácticamente sordo, y no consiguió una barca con la que navegar, de forma que tuvo que regresar de nuevo, con las manos vacías y nada que contar. No obstante consiguieron emprender el viaje a lo largo del lago, pero por alguna razón desconocida, a falta de 6 horas para llegar al punto donde se suponía que estaba la fuente de agua, Burton decidió abortar.

Hay quien dice que fue porque se encontraba exhausto y le daba más importancia a terminar su libro que a culminar esta épica aventura. Y así regresaron a Ujiji. Por aquel entonces la relación entre Burton y Speke estaba ya muy dañada (no se aguantaban para entendernos) y aquí llegó el final definitivo de su relación.

Regresaron a Kazeh (Tabora) con intención de emprender el viaje de regreso, pero Speke pidió permiso para ir al norte, donde les habían hablado de la existencia de un gran lago, de mayores dimensiones que el Tanganica, en cuya zona norte sí salía una gran corriente de agua. Burton se quedó esperando, a sabiendas de que Speke jamás conseguiría llegar. Y fue el gran error de su vida. Speke vio con sus ojos el gran lago Nyanza (el que hoy en día conocemos como Lago Victoria) y en ese momento tuvo claro que aquel era el verdadero nacimiento del Nilo (aunque no tuvo tiempo para poder comprobarlo).

El 22 de marzo de 1859, Speke y Burton vuelven a separarse, esta vez ya en el camino de regreso a Inglaterra. Burton se quedó en Adén (Yemen) para recuperar fuerzas, mientras Speke regresaba a Londres, habiendo prometido esperar por Burton para rendir cuentas ante la Royal Geographical Society y contar el resultado de su expedición de la que todavía no se habían puesto de acuerdo en este punto del viaje. Mientras Burton quería contar que las fuentes del Nilo se encontraban en el Tanganica, Speke tenía claro que se encontraban en el lago Nyanza.

Speke incumplió su palabra y lo primero que hizo al regresar a Londres, un 8 de mayo de 1859, fue declarar que «Creo muy firmemente que el Nyanza es una fuente del Nilo, sino la principal». Y solicitó financiación para un segundo viaje de exploración al interior de África y poder comprobar que efectivamente, el lago Nyanza, era la verdadera fuente del Nilo.

Aquí se fraguó definitivamente la gran enemistad de Burton y Speke que llegó hasta el final de sus días.

Todo el viaje de Burton y Speke tuvo lugar en terrenos de la actual Tanzania y nunca llegarón a pisar terrenos ugandeses.

La expedición de Speke y Grant.

El 17 de Agosto de 1860, Speke que no había contado con Burton para esta expedición (aquí es cuando viene a la cabeza esa frase de que el alumno adelanta al profesor) junto a Grant, amigo de la infancia de Speke, llegan a Zanzibar para comenzar con un nuevo viaje de exploración al interior del continente africano en busca de las fuentes del Nilo.

En esta ocasión la expedición tuvo una ruta un poco distinta y apenas pasaron por la parte sur del Lago Nyanza. Speke tenía claro que de estar aquí, las fuentes del Nilo estarían en el norte, en terrenos de la actual Uganda, y hacia allí se dirigieron. El viaje no fue fácil y ya en terreno de la actual Uganda, empezaron a tener que entablar grandes conversaciones y a pasar largos periodos de tiempo con los reyes de los grandes reinos Ugandeses. Primero con Rumanika, rey de Karagwe (Tanzania). Aquí pasaron las navidades del año 1861. En enero recibieron la invitación del Rey Mutesa I de Buganda para visitar su reino, pero también les llegó la noticia de que para celebrar la llegada del hombre blanco, el rey había sacrificado a 400 personas. A cualquiera escuchando esto se le quitaría las ganas de proseguir el viaje. Más si además se conoce que dicho rey, al subir al trono, había ordenado ejecutar a sus sesenta hermanos para evitar posibles conspiraciones.

Speke sabía que debía aceptar la invitación, llevar regalos al rey, agasajarle y mostrarle respeto para que le permitiese atravesar sus tierras y llegar a su destino final. Y aquí es donde te das cuenta la gran diferencia entre el tiempo en Europa y África. En Europa una visita dura horas, en África una visita dura meses, 4 meses y medio exactamente fue lo que Speke (y posteriormente Grant) tuvieron que permanecer en el reino de Buganda, antes que el kabaka Mutesa les permitiese seguir.

Esto ocurrió un 28 de junio de 1862 y casi un mes después, el 21 de Julio, Speke llegó a donde tantos esfuerzos le costó llegar... Al Nacimiento del Nilo. El viaje, que había comenzado llegando a Zanzibar casi dos años atrás, fue dura, muy dura, y prueba de ello es que de los 176 porteadores que le acompañaron solo 18 llegaron a Jinja, población donde se encuentran las ya conocidas como Ripon Falls, las Fuentes del Nilo.

Speke cometió aquí su gran error. No comprobó que del lago Nyanza (al que bautizó con el nombre de Lago Victoria en honor a la reina de Inglaterra) no saliese ningún otro brote de agua, ni comprobó que a él no entrase otra fuente. Lo que si comprobó es que realmente desde las Ripon Falls, se llegaba hasta el Cairo, en un viaje que le llevó primero a Gondokoro (donde se encontró con otro gran explorador, Baker – del que tendré tiempo a hablar en otros capítulos) y después hasta Jartúm, donde envió un telegrama a la Royal Geographical Society que decía «The Nile is settled», el Nilo está solucionado.

El desenlace del Nacimiento del Nilo.

Y digo que Speke cometió un gran error porque eso le costó, que a su llegada a Londres el 17 de Junio de 1863, no pudiese celebrar su gran triunfo. Otros geógrafos, y entre ellos su principal enemigo y antiguo jefe, Burton, pusieron en duda el descubrimiento, retándole a enfrentarse en un gran debate público en Bath el 16 de Septiembre de 1864. Dicho debate no se llegó a celebrar ya que un día antes Speke fallece en un accidente de caza, al disparársele el arma (lo que algunos consideraron un suicidio ante el inminente enfrentamiento con Burton que le superaba en retórica).

Speke murió a los 37 años de edad sin que su gran mérito fuese reconocido. Actualmente, en Londres, su homenaje pasa bastante desapercibido. Lo encontramos en un pequeño obelisco rojo en Kensington Gardens, donde reza una frase que realmente no dice nada: «En memoria de Speke. Victoria Nyanza y el Nilo. 1864″.

No fue hasta 10 años después cuando la exploración llevada a cabo por Henry Stanley le otorgase a Speke el merito que le corresponde: Ser el primer occidental en llegar a las cataratas Ripon y fijar en un  mapa el verdadero nacimiento del Río Nilo.

Ptolomeo en el siglo II de nuestra era, no se equivocaba. Al Lago Alberto (el segundo lago que alimenta el Nilo) llegan las aguas del deshielo del Ruwenzori (las montañas de la Luna) y por tanto de ellas nace el verdadero cauce del río.

De Madrid a Entebbe. Nos vamos a Uganda.

Con esta historia en la cabeza ponemos rumbo a Entebbe, aeropuerto de entrada a Uganda, en un vuelo de la compañía aérea Ethiopian Ailrines. Partíamos a las 10 de la noche de un 2 de Septiembre del aeropuerto internacional Adolfo Suarez de Madrid. Hacíamos escala en Adis Abeba y el viaje fue cómodo. Primero unas 7 horas, y después de una escala de aproximadamente dos horas, emprendimos el segundo vuelo con destino a Entebbe. Apenas poco más de dos horas después sobrevolábamos el Lago Victoria y la emoción que me embargó es indescriptible. Tanto tiempo, tantas lecturas, tantas expediciones que tienen como final el  Lago Victoria y hoy, día 3 de septiembre de 2019, mis ojos se ponían sobre este mítico Lago, donde se encuentran las Fuentes del Nilo.

Empezaba una aventura. Empezaba un viaje muy especial y lo hacíamos con Ana y Carmen. Ellas nos acompañaron en aquel vuelo desde Madrid ya que se habían apuntado a vivir esta experiencia con nosotros.

Pero no serían los únicos, ya que aún nos faltaban dos integrantes del grupo que lo harían en un vuelo posterior.

Os contamos como nació este viaje y todos los datos en Uganda, La Perla de África.