Me desperté con la alarma del móvil, cosa que me alivió bastante. Significaba que había dormido bien y que posiblemente después de tantas horas en la cama y durmiendo, estaba recuperada.
Intenté desayunar bien, pero el café no entraba. No era mala señal, al fin y al cabo pude desayunar yogur y plátano y fue suficiente para empezar el día. Me encontraba bien así que había que salir rápidamente a disfrutar de las últimas horas que nos quedaban en Praga.
Cogemos el tranvía 8 en Dlouhá Trida y nos bajamos en Malonstranská, cambiamos al tranvía 22 y directitos hasta Prazský hrad: en total un cuarto de hora más o menos de trayecto. Durante el viaje me voy maravillando de como está la ciudad, la nevada de la noche anterior se dejaba notar y encontramos Praga cubierta de un manto blanco.
Al bajarnos del tranvía empezamos a ver las magníficas vistas del Castillo de Praga, que aparece elevado sobre el resto de la ciudad, colgado, majestuoso.
Todo ello mezclado con el los adornos navideños…. estábamos empezando a disfrutar de unas perfectas Navidades Blancas.
Desde la parada del tranvía vamos dando un paseo hasta la entrada del Castillo de Praga.
Nos quedamos allí un rato, viendo al impasible guarda de seguridad y esperando a que abrieran las puertas. Aún no eran las 9 de la mañana.
La entrada que nosotros compramos cuesta 250kc, es el llamado tour corto ya que no disponíamos de tiempo suficiente para verlo todo y de todas maneras lo que más nos interesaba estaba incluido en este. El llamado «tour largo» cuesta 350kc, incluye la visita del Palacio Real, la exposición permanente “La Historia del Castillo de Praga”, la Basílica y el Monasterio de San Jorge, la Galería Nacional, el Callejón de Oro, la Galería de Pintura del Castillo de Praga, la Torre de la Pólvora y la Torre Dalibor. La entrada a la Catedral de San Vito es gratuita. Con el denominado Tour Corto puedes visitar el Palacio Real, la exposición del Castillo de Praga, la Basílica de San Jorge, el Callejón de Oro y la Torre Dalibor, con un precio de 250 CZK (9,80 euros).
Para evitar las colas para pagar la entrada: Al entrar en el complejo de El castillo de Praga, pasas por debajo de un arco y a mano derecha es donde venden las entradas. Allí es donde normalmente toda la gente se pone a hacer cola. Seguid andando, id hacia la catedral, pasáis por debajo del arco que da directamente a la fachada principal de la misma. Pues si salís del arco a mano izquierda hay una puerta donde también venden las entradas y aquí no suele haber tanta cola. Recordad que son válidas para dos días consecutivos, ya que el complejo alberga tantos edificios que en un día solo es muy difícil de abarcar la mayoría de ellos.
Como no va a ser impresionante este Castillo si se trata del más grande del mundo. Está compuesto por una serie de palacios, complejos, iglesias… conectados todos ellos por calles y callejuelas. Pasear por estas calles es una maravilla. Claro que el frío que nos acompañaba hacía que intentásemos caminar con más brío.
Catedral de San Vito: Cuando vemos una foto de Praga, todo lo que destaca sobre la ciudad es el Castillo de Praga y del Castillo lo más representativo es la Catedral de San Vito. La Catedral alberga en su interior la tumba de Wenceslao IV, las joyas de la Corona, y en ella tienen lugar la coronación de los reyes de Bohemia.
La Basílica y Convento de San Jorge: Es el edificio más antiguo dentro del complejo del Castillo y una de las más antiguas del reino de Bohemia
La verdad es que aquí dentro se respiraba una paz asombrosa y más porque no había nadie. Cuando estábamos cerca del altar vimos entrar a un grupo de japoneses bastante grande y pensamos, «se acabó la tranquilidad», y no, no se acabó pero nos quedamos bastante sorprendidos. Entraron, se acercaron al altar, muchos se sentaron, sacaban fotos, les relataron algo muy breve, se levantaron y se fueron. Creo que he tardado yo más en escribir estas palabras que ellos en ver el interior de la iglesia, y ya os digo que es digna de ver.
La basílica se encuentra situada justo detrás de la Catedral de San Vito:
El Callejón de Oro: Una cortita calle, muy muy corta, para lo que vale la entrada demasiado corta diría yo, muy pintoresca, eso sí, y muy abarrotada de gente si vas en verano. Nosotros no vimos esa aglomeración y campamos a nuestras anchas por toda la calle. Inicialmente estas casitas de colores situadas a mano izquierda, justo en la muralla del castillo, se construyeron para dar cobijo a los guardianes del castillo. El nombre proviene de los orfebres que las habitaron un siglo después de haberse construido. Hoy en día son tiendas de recuerdos básicamente.
El Callejón de Oro es muy conocido debido a que el número 22 vivió Franz Kafka.
Una vez que recorrimos de arriba a abajo todo el Callejón, entramos en todas las casas, incluso Rubén disparó con una ballesta, dimos un último paseo por el Castillo antes de despedirnos de él. Estos son detalles que nos ha dejado el paseo:
Una vez concluida la visita emprendemos la bajada. Caminando. Así fue la mejor forma de contemplar las magnificas vistas que teníamos de Praga, vistas que no pudimos observar desde la Torre pero que desde luego estos miradores no dejaron de sorprendernos.
El camino de bajada merece la pena hacerlo caminando. Creo que aquí encontramos las mejores vistas de Praga.
Tras este paseo, seguimos callejeando por Mala Strana y así nos acercamos hasta la Iglesia de San Nicolás, otro edificio emblemático y una obra de arte tanto por dentro como por fuera. La entrada cuesta 70 coronas. La torre también se puede visitar, pero nosotros tampoco pudimos hacerlo (cosas de visitar estas ciudades en invierno).
Nuestro paseo nos llevó hasta El Monumento a las Victimas del Comunismo: La obra muestra siete estatuas cada una en un estado de destrucción distinto que viene a simbolizar los distintos estados de padecimiento de todas aquellas personas que fueron víctimas de la represión comunista. La primera estatua está completa y hacia atrás cada una está más incompleta hasta llegar a la última que está casi desaparecida.
Continuamos el paseo cruzando el puente Most Lejií desde donde encontramos estas vistas del puente de Carlos y del Castillos de Praga, así como una parte de Stare Mesto:
Nos dimos de frente con el Teatro Nacional y siguiendo el paseo nos acercamos hasta Las Casas Danzantes. No podía irme de Praga sin ver este famoso edificio ya que a poco que sigáis mi blog sabréis que soy muy aficionada a la arquitectura. Este edificio fue diseñado por el famoso Frank Ghery. Por su parecido con una pareja de bailarines también se le conoce como Ginger y Fred.
De Frank Ghery son otras famosas obras que he tenido la oportunidad de contemplar:
Todos con un aire similar excepto estas casas danzantes, quizá sea por influencia de su compañero Vlado Milunic.
Siguiendo el río Moldava en dirección al puente de Carlos fuimos encontrando estas imágenes.
Era ya un poco tarde, no nos quedaba mucho tiempo así que cruzamos el puente de Carlos y nos fuimos a comer rápidamente en un McDonalds (290 coronas checas por dos menús) para ahorrar tiempo y tener el suficiente para poder despedirnos de Praga paseando por la Plaza de la Ciudad Vieja.
Dimos un último paseo por el mercadillo, vamos a por las maletas, cogemos el tranvía y acabamos llegando con una hora de antelación a la estación de trenes, donde esperamos con tranquilidad hasta las 15:30 en la que puntualmente salimos dirección Budapest. Nos esperaban muchas horas, en un tren sin wifi, aunque con enchufe (algo es algo). Habíamos comprado algo para comer en el tren ya que sabíamos que íbamos a llegar bastante tarde a Budapest y con poca gana de salir a cenar, como así fue.
Llegamos a Budapest sobre las 10:30 de la noche, así que nos fuimos directamente al hotel, el Royal Park Boutique que nos quedaba muy cerquita de la estación del tren, razón por la que lo reservamos.
A estas horas mi cuerpo ya no daba más. Empezaba a notar muchísima debilidad, me dolían bastante las piernas y me di cuenta que pese a todo no estaba bien del todo. Empezaba a tener el estomago revuelto otra vez e intenté no darle mucha importancia. Me metí en la cama y me dormí.
Si quieres que te ayudemos a organizar un viaje igual a este o parecido, por libre o con agencia receptiva, o que simplemente te coticemos los hoteles que hayas elegido, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, haremos de tu sueño una realidad.
Callejeando por el Mundo es un blog de viajes propiedad de Viajes Callejeando por el Mundo, agencia con licencia AV-240-AS.
El Castillo grande es, pero de verdad que a mi me parece excesivo el precio de la entrada. Al final la catedral de San Vito es de entrada gratuita y a nosotros que no nos gustan los museos y preferimos callejear la verdad que el precio nos parece desproporcionado. De todas formas, hay que pagarlo. Te va a encantar. A mi los castillos son algo que me encanta!
Tuvimos un dia muy muy largo..pero con esa nevada.. teníamos una ciudad bajo nuestros pies completamente preciosa..fresquita eso si.. Habiendo madrugado bastante, pudimos ver el castillo muy bien, sobretodo para evitar las colas de nipones y chinos que aperecieron un poco despues.. vimos todo muy bien pero sin detenernos y asi poder dar un de despedida de Praga…aunque las calles estaban un poco delicadas por la nieve. Da pena el dejar una ciudad tan bonita y mas cubierta de nieve..pero seguro que no es la ultima vez que volvemos..
Gracias María por seguir contándonos tus experiencias en Praga. Tomo nota!!!
Ese callejón de oro no me lo pienso perder por nada del mundo (salvo que me digas que no es para tanto) y el Ginger y Fred, vaya artistazo su autor. Has hecho bien en poner fotos de otras obras suyas.
Y vaya fotonazos de la ciudad nevada. Me refiero a las panorámicas. Qué ganas de ir a conocer la ciudad!!!
Como le dije antes a Vero, a mi la entrada me parece excesiva, más que nada porque a nosotros los museos no nos gustan y la catedral de San Vito es de entrada libre. El Callejón lo pudimos disfrutar a nuestras anchas pero al final no es más que una calle muy pequeña, muy corta con casitas que dentro tienen tiendas. Puedes subir a la parte de arriba donde hay un corredor con armaduras y hay un señor que por poco dinero te deja tirar unos tiros con unas ballestas.
Hicimos un paseo muy parecido!!! A mi la verdad que el castillo me defraudó un poco. El tema de la calle del oro, pues no me pareció nada del otro mundo, y la única que se salva es la catedral. Lo mejor de esa zona son las vistas de la ciudad sin duda alguna.
Es cierto, Victor, como he dicho en comentarios anteriores a mi defraudar tampoco me defraudó pero si que me parece un precio excesivo para lo que hay (teniendo en cuenta que la entrada a la catedral es gratuita). Pero claro, es una visita que no debes perderte.
Un abrazo, Victor y gracias por seguir al otro lado!
Preciosas estampas de Praga, toda nevada… yo del callejón no pude disfrutar porque estaba abarrotado de gente, supongo que tendrá su encanto pero no lo pudimos encontrar. Y ahora… a Budapest!!!
Pues como tu dices, encanto pues no mucho y sobre todo por el precio que se paga por ello, que lo veo desproporcionado. Es verdad que a mi me gustó mucho más de lo que creo que me hubiera gustado si lo viera atiborrado de gente. El verlo así, sin gente, campando a tus anchas, al menos tiene un poco más de encanto.
Que tal Maria?? Lo primero decirte que cuentas con dos seguidores nuevos y que te invitamos a que conozcas nuestro blog. http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es Praga es preciosa nos encanto y la verdad con toda esa nieve aun mas. Hay unas vistas espectaculares bajando como bien dices y uno no para de tirar fotos. Bueno seguimos en contacto. Saludos desde Las Palmas Javier y Deborah
Holaaaa!! Bienvenidos y encantados de teneros entre mis seguidores. Ahora mismo me paso por el vuestro. Es cierto que con nieve, con el ambiente navideño, Praga nos encanntó.
Que bonito María, ya me gustaría a mí haber estado por allí, en fin, quizá algún día. Ahora no tengo mucho tiempo para leerte, ya lo siento, porque me entretienen mucho tus relatos, en cuanto acabe el día 14 me voy a poner el día con todas las entradas que tengo pendientes.Un beso
Cómo fue el cambio de Praga a Budapest? Yo fui desde Viena y Budapest me decepcionó por eso porque me pareció muy vieja y sucia comparada con la primera
Pues no fue tan traumático, María, la verdad es que me gustaron todas las ciudades y precisamente a la que menos encanto le vi fue a Viena, ya ves como las percepciones cambian dependiendo de quien mire. jeje. Hay opiniones para todos los gustos.
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
15 Comentarios
Juas!! pedazo de castillo!! con lo que nos gustan G_G
El Castillo grande es, pero de verdad que a mi me parece excesivo el precio de la entrada. Al final la catedral de San Vito es de entrada gratuita y a nosotros que no nos gustan los museos y preferimos callejear la verdad que el precio nos parece desproporcionado. De todas formas, hay que pagarlo. Te va a encantar. A mi los castillos son algo que me encanta!
Un besito.
Tuvimos un dia muy muy largo..pero con esa nevada.. teníamos una ciudad bajo nuestros pies completamente preciosa..fresquita eso si..
Habiendo madrugado bastante, pudimos ver el castillo muy bien, sobretodo para evitar las colas de nipones y chinos que aperecieron un poco despues..
vimos todo muy bien pero sin detenernos y asi poder dar un de despedida de Praga…aunque las calles estaban un poco delicadas por la nieve.
Da pena el dejar una ciudad tan bonita y mas cubierta de nieve..pero seguro que no es la ultima vez que volvemos..
mil besos!!! muac!
Gracias María por seguir contándonos tus experiencias en Praga. Tomo nota!!!
Ese callejón de oro no me lo pienso perder por nada del mundo (salvo que me digas que no es para tanto) y el Ginger y Fred, vaya artistazo su autor. Has hecho bien en poner fotos de otras obras suyas.
Y vaya fotonazos de la ciudad nevada. Me refiero a las panorámicas. Qué ganas de ir a conocer la ciudad!!!
Un abrazo y mil gracias.
Como le dije antes a Vero, a mi la entrada me parece excesiva, más que nada porque a nosotros los museos no nos gustan y la catedral de San Vito es de entrada libre. El Callejón lo pudimos disfrutar a nuestras anchas pero al final no es más que una calle muy pequeña, muy corta con casitas que dentro tienen tiendas. Puedes subir a la parte de arriba donde hay un corredor con armaduras y hay un señor que por poco dinero te deja tirar unos tiros con unas ballestas.
Un saludo y gracias por pasarte.
Hicimos un paseo muy parecido!!! A mi la verdad que el castillo me defraudó un poco. El tema de la calle del oro, pues no me pareció nada del otro mundo, y la única que se salva es la catedral. Lo mejor de esa zona son las vistas de la ciudad sin duda alguna.
Un abrazo!!
Es cierto, Victor, como he dicho en comentarios anteriores a mi defraudar tampoco me defraudó pero si que me parece un precio excesivo para lo que hay (teniendo en cuenta que la entrada a la catedral es gratuita). Pero claro, es una visita que no debes perderte.
Un abrazo, Victor y gracias por seguir al otro lado!
Preciosas estampas de Praga, toda nevada… yo del callejón no pude disfrutar porque estaba abarrotado de gente, supongo que tendrá su encanto pero no lo pudimos encontrar.
Y ahora… a Budapest!!!
Pues como tu dices, encanto pues no mucho y sobre todo por el precio que se paga por ello, que lo veo desproporcionado. Es verdad que a mi me gustó mucho más de lo que creo que me hubiera gustado si lo viera atiborrado de gente. El verlo así, sin gente, campando a tus anchas, al menos tiene un poco más de encanto.
Un besito.
Que tal Maria??
Lo primero decirte que cuentas con dos seguidores nuevos y que te invitamos a que conozcas nuestro blog.
http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es
Praga es preciosa nos encanto y la verdad con toda esa nieve aun mas.
Hay unas vistas espectaculares bajando como bien dices y uno no para de tirar fotos.
Bueno seguimos en contacto.
Saludos desde Las Palmas
Javier y Deborah
Holaaaa!! Bienvenidos y encantados de teneros entre mis seguidores. Ahora mismo me paso por el vuestro. Es cierto que con nieve, con el ambiente navideño, Praga nos encanntó.
Un saludo.
Que bonito María, ya me gustaría a mí haber estado por allí, en fin, quizá algún día. Ahora no tengo mucho tiempo para leerte, ya lo siento, porque me entretienen mucho tus relatos, en cuanto acabe el día 14 me voy a poner el día con todas las entradas que tengo pendientes.Un beso
Uff, no te preocupes Noelia, si supieras el desfase de blogs que llevo yo, el día que me ponga al día…. Tu a estudiar y a prepararte.
Un besazo.
Cómo fue el cambio de Praga a Budapest? Yo fui desde Viena y Budapest me decepcionó por eso porque me pareció muy vieja y sucia comparada con la primera
Pues no fue tan traumático, María, la verdad es que me gustaron todas las ciudades y precisamente a la que menos encanto le vi fue a Viena, ya ves como las percepciones cambian dependiendo de quien mire. jeje. Hay opiniones para todos los gustos.