Afrontamos con ganas, muchas ganas y mucho frío, nuestro último día en Budapest. Después de desayunar vamos a la estación de tren Occidental, desde donde creíamos que salía el tren hacia Bratislava.
La estación de tren Occidental fue diseñada por Gustave Eiffel en acero y cristal.
Jueves, 13 de Diciembre de 2012
El billete de tren a Bratislava cuesta unos 17 euros y es ida y vuelta, no lo venden de otra manera. Por otro lado es un ticket abierto, con lo que puedes coger el tren a la hora que quieras. El billete lo hacen a mano. Es en este momento en el que nos dicen que el tren no saldrá desde esta estación sino desde la Keleti.
La intención para este día era subir hasta el Castillo de Budapest y el camino hacia allí lo hicimos, en principio, dando un paseo. En el camino nos encontramos con el Monumento a los Zapatos, realizado en memoria de las victimas del holocausto judío.
Nuestro paseo nos llevó hasta el puente de las cadenas. Mira que es bonito. No me cansaba de sacar fotos.
Cruzar el puente fue otra momento de tortura. El frío te helaba hasta la sangre y el viento gélido te dejaba sin respiración.
Al cruzar el puente nos vamos directamente hasta el funicular en el que en unos dos minutos estábamos en el Castillo de Budapest.
A este castillo también se le llama Palacio Real, ya que antiguamente era la residencia oficial de los reyes de Hungría. Nada más llegar a arriba nos dimos cuenta de que íbamos a sufrir, el viento pegaba bastante fuerte y la sensación térmica era muy baja. Pero nada que no se pudiera compensar con las fantásticas vistas que teníamos desde aquí.
El Castillo de Budapest alberga la Biblioteca Nacional, el Museo de Historia de Budapest y la Galería Nacional Húngara. Como no teníamos intención de entrar en ninguno, nos dedicamos a pasear, a callejear y sin duda, lo mejor de esta zona es precisamente eso, las calles, la propia majestuosidad del edificio y las vistas.
Fuimos parando por los puestos callejeros, compramos algunos recuerdos y una de esas roscas de canela tan típicas. Eso si, bastante más caras que las de Praga.
En nuestro paseo fuimos pasando por distintos calles, muy pintorescas, con tiendas de recuerdos con muy buena decoración.
Llegamos a la Iglesia de Matías con este peculiar estilo neogótico. Esta iglesia es la más conocida de Budapest y en ella han tenido lugar eventos y bodas reales. La más conocida y recordada es la de Carlos IV, último rey de la dinastía de los Habsburgo.
En este momento el cuerpo ya necesitaba algo caliente y recordé que al lado del antiguo ayuntamiento de Buda se encuentra una conocida y recomendada pastelería a la que nos fuimos sin mediar palabra.
Allí disfrutamos de nuestro café, entramos en calor, comimos un pastel (buenísimo) y nos relajamos un buen rato. La pastelería se llama Ruszwurm Cukrászda.
Volvimos a dar un paseo por las callejuelas, buscamos un sitio donde comer y no encontramos nada. El único que nos pareció bien estaba hasta arriba de gente y ni un solo sitio para sentarse Yo quería comer poquito porque no me encontraba muy bien, pero si quería algo caliente, volver a sentarme y entrar en calor.
Tras muchas vueltas decidimos buscar el plan B, lo más típico cuando no encuentras nada. Un Burger King nos salvó la vida, pero tuvimos que dar un gran paseo para encontrarlo. Muchas escaleras de bajada y un agradable paseo de subida.
Al volver a subir, el sol empezaba a caer y nos dejó unas maravillosas imágenes de toda la zona.
No se aguantaba mucho tiempo en la zona del Bastión de los pescadores, así que dimos un nuevo paseo, paseo que nos llevó hasta la Torre de María Magdalena a través de la calle Úri, donde la mayoría de las casas que fueron destruidas durante la Segunda Guerra Mundial fueron reconstruidas en su forma original. Merece la pena un paseo por toda la zona.
El Bastión de los Pescadores es un mirador situado en la colina de Buda y al lado del Castillo. Desde aquí se consiguen unas vistas fantásticas del Parlamento y de Pest en general. Ver el atardecer aquí es una maravilla, eso si, hay que soportar el frío.
Estábamos en la hora azul:
Fue lo que nosotros hicimos, esperar a que la luz fuera cayendo y las luces de Pest empezaran a encenderse.
Y así fue como casi tenemos que bajar en forma de cubito.
Pero las imágenes que nos dejaba Budapest eran tan bonitas que no nos resistíamos a dejar de sacar fotos.
Emprendemos el descenso que fue rápido y llegamos a la calle Fo, donde nos encontramos casi de frente con la Iglesia de Santa Ana, uno de los mejores ejemplos del estilo barroco italiano en Budapest.
En este punto es donde tenemos unas imágenes fantásticas del Parlamento, ya que lo tenemos justo en frente:
Continuamos el paseo hasta la Budai Reformatus Templum, que tiene un estilo gótico muy bonito y más de noche.
Y poco a poco volvimos a llegar al Puente de las Cadenas, que si bonito es de día, de noche luce aún mucho más.
Ahora si que tuvimos que pensarlo dos veces antes de empezar a cruzar, así que armándonos de valor cruzamos sin pararnos ni un segundo.
Llegamos al otro lado, cuatro fotos más y …. fin de la batería de la cámara, y mira que siempre llevo dos, pues nada, hoy no había segunda batería, así que finalizamos la sesión fotográfica con estas tres:
Creo que mi problema es que mientras estamos en el frío no me encontraba mal, pero en cuanto nos relajábamos, nos sentábamos, entrabamos en calor… empezaba a encontrarme fatal. Me dolía todo, no podía con el cuerpo, no podía comer nada… un horror y esto no parecía que mejorara con los días.
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14 Comentarios
Que bonito! ahora me apetece conocer budapest jeje, eso si, con un poco menos de frío! Un beso
Pues ya sabes, Aida, un buen destino, no para muchos días, pero si que está bien.
Un besito.
Las fotos del anochecer son preciosas!!!
Lástima que te sintieras mal U.U
Gracias Verónica. Se hace lo que se puede con lo que se tiene, jeje.
Un besito.
Que recuerdos!uff pero recuerdo el frio…menos mal que sin llover y con el cielo raso, se lleva mucho mejor.. y con la mejor compañia!Una pena lo de la cámara..el frío hace que las baterias se descarguen antes y de noche sueles necesitar mas tiempo de exposiscion… asi que siempre hay que ir pertrechados con mas de una bateria, y mas si , como nosotros sacamos muchas fotos…Estoy deseando que cuentes mas!!!muacs!!
Qué preciosidad verlo todo iluminado!
A mí Budapest no me hizo especial gracia, tan sólo me gustó el Parlamento y el Bastión de los Pescadores, pero verlo de noche sí que me encantó.
Por cierto, cerca del Castillo se encuentra un sitio muy curioso, el Laberinto del Castillo de Buda. Lo recomiendo porque te lo pasas genial allí!
A mi Budapest si que me gustó. La iluminación que tiene por la noche es de las mejores de todas las ciudades visitadas. Me gustó menos que Praga pero bastante más que Viena. Creo que hay opiniones para todos los gustos, jeje.
Gracias por tu recomendación, será para la próxima.
Un saludo.
Me ha parecido preciosa la crónica María, me encantaría haber estado callejeando por Budapest con vosotros, haberme comido uno de esos pasteles con esa pinta tan buena, y haber divisado la hora azul desde las alturas. Es una maravilla, quizá algún día yo también pueda visitar esta hermosa ciudad. Un beso
Seguro que si, Noelia, el día menos pensado estás en cualquiera de esas ciudades, paseando y disfrutando.
Un besito y gracias por estar siempre ahí.
Jolines, que fotos María, que preciosidad…
A mi me encantó Budapest, me parece una ciudad con una historia fascinante y con mucho que ofrecer.
La foto del Parlamento me ha dejado sin palabras.
Besos
Anda… Gracias!! Me halaga mucho tu comentario. La verdad que fue el día de más inspiración. Fue el día que más me gustaron en general todas las fotos y eso que el frío no acompañaba para pararte a sacar fotos, pero la verdad es que no quedaron del todo mal.
un besito.
Las fotos son preciosas, pero me ha entrado frío y todo leyéndote!! Tengo muchas ganas de conocer Budapest pero creo que voy a esperar a la primavera… 😉
Saludos!
La verdad es que si que hacía frío, un frío mortal, pero es que me encanta visitar las ciudades en Navidad, que le voy a hacer y para eso no queda otra que pasar frío polar.
Saludos
Me ha encantado tu post sobre Budapest me lo guardo para este verano que allí estaré y las fotos espectaculares.
Un saludo