Visita a los templos de Edfu y Karnak camino a Luxor
Hoy empezaba otro día intenso de nuestro crucero por el Nilo. Comenzaríamos muy temprano visitando el templo de Edfu, al lado de donde habíamos pasado la noche. Después de esta visita tocaba un día de navegación hacia Luxor, donde podríamos aprovechar la infraestructura del barco, cruzaríamos la esclusa de Esna, para posteriormente llegar a Luxor. El día nos permitiría además visitar por la tarde la fortificación de la antigua ciudad de Tebas, Karnak.
SOMOS AGENCIA DE VIAJES
Somos agencia de viajes y aunque normalmente nuestros viajes y los de nuestros viajeros, suelen ser por libre, o con guías especializados y locales, o con agencias locales dependiendo de lo que cada uno quiera, en este caso nos decantamos por una agencia local + una agencia de tour operación que pone los vuelos chárter desde España (directos a Aswan o Luxor).
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Realizamos viajes a distintos destinos con la intención de traer información fresca, y en algunos casos contactos, con lo que poder trabajar en un futuro (guías, agencias locales…) evitando de esta manera los intermediarios en la medida de lo posible. Estudiamos muy a fondo con quien trabajar para que la experiencia de nuestros viajeros sea 100% satisfactoria.
Puedes leer la organización del viaje y los costes del mismo en «Cómo organizar un viaje a Egipto».
El acceso en calesa al templo de Edfu.
Algo menos de 2 kilómetros separan la zona de atraque de los cruceros por el Nilo, de la entrada al recinto del templo de Edfú. Dos kilómetros que bajo el sol abrasador de Egipto durante determinadas épocas del año pueden considerarse un auténtico tormento.
En su día se decidió, para salvar estos dos kilómetros, que los turistas fuesen en calesa tirada por caballos. Caballos que no se ven muy bien tratados, y sobre todo que desprender un olor nauseabundo. Hace unos años, dadas las repetidas quejas de muchos clientes, se decidió quitar esta actividad. Sin embargo, tuvieron que volver a restaurarla tras los conflictos que generó entre la población local, que se quedaban sin un buen modo de sustento.
Hoy en día, tu eliges. La visita al templo de Edfu que contrates en cualquier viaje, en cualquier crucero, se ha hace accediendo al templo en calesa. Pero que nadie te diga que no lo puedes hacer de otra manera. Si no quieres fomentar el maltrato animal, si quieres que esta actividad sea quitada definitivamente, si quieres que consigan que toda esta gente pueda llegar a vivir de otra cosa, con otra actividad, todo está en tus manos. Niégate a subirte en calesa y buscaran un medio alternativo para llevarte: en coche, por ejemplo.
Acceso de Edfu. Actualización Mayo de 2024
En Mayo de 2024 repetimos viaje, regresamos a Egipto, y lo hicimos de una forma muy parecida. Así que estoy reeditando los post para actualizaros lo que hemos visto y vivido 5 años después.
En esta ocasión y pese a que sigue habiendo calesas en Edfu, se ve que la cosa va menguando, ya que en esta ocasión, y pese a que nosotros, una vez más no íbamos a llegar al templo de Edfu en calesa, no lo hicimos ninguno. Nos vino a recoger a la puerta del barco un autobús y así fue como llegamos a este templo, que una vez más nos sorprendió y nos dejó maravillados.
Pese a que había más gente que en 2019, y eso que madrugamos mucho, en un momento, se fueron la mayoría de las excursiones y cuando el guía nos dio el tiempo libre para visitar y fotografiar el templo de Edfu, lo vivimos totalmente solos.
La historia tras el templo de Edfu.
Para evitar el calor extremo de esta época del año, las visitas a los lugares turísticos se realizan a primerísima hora de la mañana. No os exagero nada, pero a las 6:20 de la mañana ya estábamos entrando en el templo de Edfu. Una forma de evitar derretirnos de calor. Y una muy buena forma de hacer que los días den para mucho.
Todos los templos construidos durante la civilización Egipcia, tienen un porqué. Muchos de ellos están construidos en lugares por donde en los tiempos de los inicios, vagaban los dioses. En muchos de estos lugares donde tuvo lugar algo único que influyó en la historia, se construyó un templo.
Ya os conté el porqué del templo de Philae y Kom Ombo, y aunque no tiene que ver con un Dios primitivo sino con uno que se creía Dios, os conté el porqué del Templo de Abu Simbel. Hoy vamos a visitar el Templo de Edfu, con características únicas pero al igual que otros, con una historia de dioses detrás.
Según se relata en los antiguos textos egipcios, el lugar en el que nos encontramos, fue el escenario de la batalla ocurrida entre el bien y el mal, entre el dios con la cabeza de halcón (Horus) y su tío Set, el dios de las tinieblas y del mal.
En uno de los jeroglíficos se puede leer que este templo se construyó en el lugar en en el que algo «cayó del cielo». No se sabe a ciencia cierta a que se debe esta afirmación y es una más de las enigmas que aún no se han podido desvelar de este templo.
¿Conocéis la historia del diluvio universal que se cuenta en el Antiguo Testamento? Pues en el templo de Edfu encontramos numerosas representaciones y textos que nos cuentan lo mismo. Cómo hubo un diluvio universal y los primeros dioses llegaron en barca de juncos al terreno de Egipto, donde se asentaron.
La visita al templo de Edfu.
En la entrada al templo de Edfu encontramos un Halcón de grandes dimensiones realizado en granito. Lamentablemente solo queda este, ya que en sus orígenes eran dos, uno a cada lado de la puerta.
El templo que desde aquí podemos contemplar, se trata de una reconstrucción de un templo mucho más antiguo. Esta reconstrucción realizada por Ptolomeo III en el 237 a.C hace que este templo sea uno de los mejores conservados de la época faraónica. Lo que sí está claro es que el templo tal y como lo conocemos hoy en día es mucho más grande que el templo original. Por ejemplo, la sala hipóstila, la más importante quizá del templo, fue construida en el año 122 a.C, así como el Sancta Santorum, el recinto más sagrado del templo, con una capilla de granito pulido de 4 metros de alto.
Pero, ¿cuando se construyó realmente el edificio original? Varios datos de muestras tomadas en los cimientos de parte de las estructuras exteriores datan la fecha de construcción entre el 2575 y el 2134 a.C. sin saber quién ordenó su construcción.
En la puerta de entrada, a modo de espejo, se observa el encuentro entre el Horus de Edfu con el Hathor de Dendera. De ahí que ambos templos se consideren hermanados.
Pero lo que más llama la atención del templo es el contraste de luces y sombras. Según avanzas por el templo te encontrarás con zonas de luz intensa y con zonas totalmente oscuras, sin nada de luz. Esto tiene mucho que ver con la simbología que se le quiere dar al templo. También con el hecho de que esté rememorando la gran batalla entre Horus (el bien, la luz) y Set (el mal, la oscuridad).
Y si algo me llamó la atención de este templo es precisamente esto, la magia de los contrastes entre la luz y la oscuridad. Ésto en la fotografía a veces produce fenómenos tan raros que nos dejan partes de color apenas perceptibles para el ojo. También es cierto que a mi parecer, el templo tiene puntos de luz (artificial) tan bien colocados, que lo hace mágico en su interior.
Pero no nos olvidemos de la sala de columnas, con un tamaño que hace que te sientas muy muy pequeña entre ellas.
Tarde de piscina y navegación hacia Luxor.
Luxor sería el destino final del Crucero de 3 noches que habíamos realizado por el Nilo y hacia allí nos dirigíamos hoy. Nos quedaban unas cuantas horas de navegación así que teníamos tiempo para disfrutar el barco, del sol abrasador, de la piscina y de los paisajes que nos dejaba El Nilo a nuestro.
Tras la visita al templo de Edfú regresamos al barco. Eran poco más de las 7:30 de la mañana y hacía un calor infernal. Así que lo tuvimos claro. Nos cambiamos de ropa y nos fuimos directos a la piscina del barco. Allí pasamos la mañana, mientras el barco ponía rumbo a la ciudad de Luxor.
Hacia el medio día, poco después de haber comido, llegó el momento de atravesar la escusa de Esna. Mientras el barco avanzaba lentamente hacia la zona donde se debía colocar, barcas de gente local se iban acercando con intención de realizar alguna venta. Esta es otra de esas cosas que solo se pueden ver en un sitio así. Y sí, vendieron, hubo quien les compró regateando en perfecto castellano, y realizando el lanzamiento de productos y lanzamiento de dinero en dirección contrario.
Quedaba todavía navegación, así que tras todo este espectáculo al cruzar la esclusa, bajamos al bar del barco, donde tomamos un café y esperamos a llegar a puerto.
El templo de Luxor, de noche. Actualización a Mayo de 2024
Ya sabéis que en los viajes de este tipo, organizados, el orden de las visitas va a depender de algunos factores, entre ellos de lo que el guía decida en cada momento, de la hora a la que se tenga autorización para hacer la visita o se pida, y de algo muy importante, las horas de sol. El tiempo es fundamental en esta parte del mundo y muchas veces las visitas se programan para evitar las horas de mayor incidencia del sol, ya que aquí cuando pega, pega fuerte.
En esta ocasión en lugar de visitar el templo de Karnak a última hora de la tarde, visitamos el templo de Luxor, ya de noche, y es que no es lo mismo viajar en Julio que hacerlo a finales de abril. Las horas de luz, son menores, así que nos tocó visitar el templo de Luxor bajo la oscuridad y bajo las luces, tan perfectamente ubicadas, que alumbraban el complejo.
Si todos los templos de día son espectaculares, de noche los hacen muy muy mágicos.
Visita al templo de Karnak.
El complejo de Karnak es el mayor construido en la época faraónica. Está dedicado al Dios Amon Ra, el dios del sol, del amor y del origen de la vida. No por nada fue llamado en la antigüedad «Ipet Sut» cuyo significado es el más perfecto de los lugares.
Está rodeado de una muralla de adobe de 8 metros de grosor y 2400 metros de perímetro. Unos números que asombran, pero nada comparable con lo que se vive en su interior.
El acceso se hace a través de la Avenida de la esfinges, que aunque no lo parezca cuando llegamos a aquí, este camino de estatuas con cabeza de carnero, une el complejo de Karnak con el de Luxor (que veremos mañana).
Algunos datos sobre el templo de Karnak
Que Karnak fue un lugar importante para la civilización egipcia queda claro en el momento en que se sabe que todos los faraones querían tener un lugar privilegiado en su interior. Es por ello la construcción caótica del complejo, al que se le iban adosando otros hasta ver lo que tenemos hoy delante. Y todavía dicen que hay mucho más por destapar.
Más que un templo, Karnak, es una ciudad santuario, donde no solo se ha dedicado a consagrar a Amon Ra, sino a otros dioses.
Sala hipóstila del templo de Karnak
Si ya el complejo impresiona por su tamaño, lo que desde luego no pasa desapercibido es la sala hipóstila.
Algunos datos:
- La puerta de acceso a la sala tiene 30 metros de altura.
- Dentro encontramos un recinto de 102×53 metros.
- Dentro encontramos 134 columnas, de las cuales 12, las del pasillo central, son las mayores (15 metros de circunferencia). Fueron construidas por Amenhotep III. Estas 12 columnas tienen una altura de 23 metros. El resto de columnas, son de menor tamaño y fueron construidas después.
Cuando las tropas de Napoleón llegaron a Karnak (os lo conté en nuestro primer capítulo) dijeron de esta sala que «Notre Dame cabía bajo aquellas columnas«. Esa es la sensación que a día de hoy se sigue teniendo al acceder a la espectacular sala hipóstila del templo de Karnak.
El lago Sagrado del templo de Karnak.
Si continuamos nuestro deambular por el complejo de templos de Karnak, llegaremos al lago sagrado. Justo en ese punto verás un promontorio y mucha gente girando en torno a él. No te asustes, no se han vuelto locos. Aquí se sitúa el escarabajo, un símbolo de buena suerte. Dicen que si das siete vueltas se cumplirá tu deseo (yo lo hice y se cumplió). Así que ya que estás, aunque no creas en ello, no pierdes nada por hacerlo.
Los obeliscos
Dentro del complejo hay varios obeliscos, siendo el más grande de todos ellos, con 30 metros de altura, el construido por orden de Hatshepsut con motivo de su jubileo. Originalmente había dos de granito rosa y cubiertos de oro, pero en la actualidad solo se conserva uno.
De los 4 obeliscos de Tutmosis I y Tutmosis IV que señalaban la entrada al templo, sólo se conserva uno 23 metros de altura.
Y dos pequeños obeliscos obra de Seti I a la entrada del complejo.
Dentro del complejo podrías estar horas, sin embargo, para mi lo más espectacular de todo es la sala de las columnas, que con la incidencia de la luz y los contrastes quedaba increíblemente bonito.
Así dimos por terminado el día de visitas, aunque todavía nos quedaban horas de día y de noche para seguir disfrutando, de Luxor, del barco y de la compañía.
Mi Vlog de Egipto en 8 días, en 2024
Si queréis verlo de forma más visual, tenéis también un Vlog que publiqué de esta segunda visita a Egipto en 2024.
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