Si el día anterior habíamos hecho una visita global a Berlin, en un tour llamado tour panorámico por la ciudad, y que nos dio una visión general de Berlín, hoy nos iríamos a una Berlin más concreta, la Berlin del Nazismo, haciendo un repaso a la historia de esta ciudad (y de Alemania en general) en los 11 años que Adolf Hitler estuvo en el Gobierno. Y lo haríamos con una visita guiada por los lugares más representativos del Berlín del Nazismo.
El tour que hicimos. Escogimos para esta ocasión un tour guiado en español de civitatis. Si cuando preparamos este viaje teníamos claro que en Berlín había que hacer visitas guiadas que te enseñasen algo más que edificios y calles, este era uno de los tours que tenía claro que no me quería perder. Además si el tour de por si ya es económico, al tener la WelcomeCard nos costó 10.5 euros. Todo un chollo para una mañana entera de clase de historia en los lugares en los que la historia ocurrió. |
Habilitando la WelcomeCard.
Si el día anterior, al finalizar el tour panorámico por Berlín, canjeamos nuestros bonos por la Welcomecard, hoy la íbamos a habilitar. Y para ello teníamos que utilizarla como si fuese un ticket de metro normal, de forma que desde que la usas la primera vez, te queda marcada en ella la fecha inicial. A partir de ese día contaremos los días, en nuestro caso 6 días, para poder utilizar los trasportes públicos de Berlin (y alrededores en nuestro caso) y utilizarla para adquirir descuentos en muchas atracciones y tours de la ciudad.
Nosotros entre otros, hicimos uso de la WelcomeCard para que los tours que hicimos por la ciudad nos saliesen un 25% más económicos.
Cogimos el metro y nos fuimos hacia Alexander Plazt, punto desde donde salía el tour por el Berlin del Nazismo a las 10 de la mañana. Aprovechamos de nuevo para desayunar por la zona.
Tour del Berlin del Nazismo
Nos reunimos con nuestros guía, un argentino que lleva ya muchos años fuera de su tierra natal. Primero vivió en España y desde hace ya muchos años, vive en Berlin, donde volvemos a comprobar el nivel de conocimiento de la historia que tienen estos guías, ya que tal y como había pasado el día anterior con Helena, también estamos ante un historiador.
Teníamos que coger el bus para ir hasta el principio de todo, hasta el parlamento Alemán, así que como nosotros teníamos la Welcomecard no nos hizo falta sacar ningún billete. Utilizamos para ir desde Alexanderplatz hasta el Parlamento, el Bundestag, el bus número 100, que para los que no lo sepan, siendo un bus público, hace un recorrido por Berlín que bien podría ser un bus turístico. Quizá esta línea se la más utilizada por los turistas que visitamos Berlín. Este bus, desde Alexanderplazt, recorre toda la avenida Unter den Linden, actualmente en obras, y rodea la puerta de Brandemburgo, para acabar dejándonos donde nos teníamos que bajar: frente al parlamento Alemán.
El inicio de la época del Berlín del Nazismo; El Bundestag.
Nos encontramos delante del Bundestag, el parlamento alemán, testigo de los primeros días de gobierno nazi.
En 1932, tras un periodo de enorme crisis económica en Alemania, que acaba de sufrir el duro golpe de la Primera Guerra Mundial y del tratado de Versalles, un nuevo partido político radical gana las elecciones. Se trata del Partido Nacionalsocialista Obrero de Alemania, más comúnmente conocido como el partido Nazi.
En medio de una gran crisis económica y gracias a la gran campaña de propaganda que realizó el partido nazi, consiguieron calar en una sociedad que les vio como «la gran esperanza Alemana», y la mejor opción para volver a conseguir de este país un gran imperio. Así, en 1932, Adolf Hitler, a los mandos del Nacionalsocialismo, consigue ganar unas elecciones con el 45% de los votos. Así, Adolf Hitler, pasó a liderar un gobierno basado en unos pilares fundamentales, que darían lugar a lo que luego vino: La existencia de una raza aria, los dominantes, mientras que el resto eran considerados como «inferiores». Entre todas estas razas inferiores, la más castigada por el nazismo, serían los judíos, aunque no hay que olvidarse que también existieron otras partes de la sociedad que eran perseguidas, como los homosexuales, los que tenían alguna enfermedad mental o física, etc…
El 30 de Enero de 1933, Adolf Hiltler es nombrado Canciller alemán, y con él, Alemania pierde su democracia. Durante los primeros meses en el gobierno, Hitler se aseguró de ir absorbiendo y obligando a todos los gobiernos estatales, partidos políticos (hasta que solo quedó el suyo) y organizaciones gubernamentales. De esta forma, unos meses después, la política, la economía, la cultura y la educación pasaron al control nazi.
El 27 de Febrero de 1933, el edificio del Reichstag, el parlamento alemán frente al que nos encontramos, queda totalmente destruido a causa de un incendio. Hitler aprovecha este suceso para ir contra los comunistas y consigue que el presidente, Paul von Hindenburg, declare el estado de emergencia. Conseguía de esta manera que las libertades personales protegidas por la constitución quedasen suspendidas. A día de hoy no se sabe con exactitud la autoría del incendio, pero de lo que si se sabe es que fue provocado y que solo hubo un gran beneficiado: el gobierno de Adolf Hitler.
El 5 de marzo de 1933, se aprueba una nueva ley en el parlamento, en parte gracias a haberse deshecho de todos sus opositores, por el que Hitler podría decretar leyes sin someterlas a votación. Desde este momento, todo el poder alemán residía en una sola persona, que llevaría a cabo su labor de exterminio de parte de la población de sin prácticamente oposición.
Memorial a las victimas políticas del nazismo.
Y es que no solo los judíos fueron perseguidos por el régimen nazi. Todo empezó por la persecución a sus políticos, a los parlamentarios opositores al régimen. 96 exactamente fueron los asesinados por el gobierno nazi, y así nos lo recuerdan, las 96 placas de acero con cada nombre escrito, que se encuentra a los pies del parlamento.
Memorial a las victimas gitanas del nazismo.
Tras una breve introducción a los comienzos del nacionalsocialismo en Berlin, nos dirigimos hacia el Memorial a los soldados soviéticos, en el parque Tiergarten.
Pero antes, nos paramos frente a otro memorial de víctimas minoritarias del nazimo; el memorial a las victimas gitanas del nazismo.
En este memorial, se puede leer un poema escrito por un prisionero romaní titulado Auschwitz. El memorial es una piscina de agua oscura sobre la que se sitúa un triangulo, el triangulo que tenían que llevar todos los prisioneros de los campos de concentración.
Memorial a los soldados soviéticos, en Tiergarten.
El Tiergarten es el pulmón de Berlín, es el segundo parque más grande y pero sin duda es el más popular. Dentro de este parque encontramos muchas esculturas, memoriales y también la conocida columna de la Victoria. Entre los memoriales destaca, por tamaño, el Memorial a los soldados soviéticos del Ejército Rojo, caídos durante la segunda Guerra Mundial. Este memorial, además de tener dos tanques T34, posee tras la misma, la sepultura de 2500 soldados.
Pero continuemos con lo que realmente es este tour por Berlin, conocer la historia de esos 12 años y que pese a lo que pueda parecer, no todos los alemanes estaban de acuerdo con lo que se estaba viviendo, con el gobierno que tenían, con el holocausto nazi,… y hubo quien intentó frenar este gobierno, intentando cortar la cabeza dirigente, la de Adolf Hitler en lo que se conoce como Operación Valquiria.
Durante todo el trayecto que nos llevó desde el Bundestag hasta nuestro siguiente punto, nuestro guía nos hizo un resumen muy ameno de la historia nazi alemana, pero nada mejor que contarla viendo en imágenes lo que sucedió entonces y nada mejor que saber que hubo gente que no se quedó con los brazos cruzados.
Museo de la Resistencia en el Bendlerblock.
No es casualidad que sea este, precisamente este edificio, sea el que alberga el Museo dedicado a aquellos que fueron la resistencia al gobierno nazi, y que dio lugar a la conocida como Operación Valkiria. Aquí, tras la subida al poder de nacionalsocialismo, se creo la oficina del estado mayor del Ejercito Aleman, y aquí, fue donde nacieron las mayores conspiraciones llevadas a cabo contra Hitler y su gobierno, en lo que se conoce como La Resistencia.
El museo, explicado por alguien que conoce la historia como la palma de su mano, es altamente recomendable. Eso sí, si alguien te lo explica. No era seguro que pudiésemos entrar en él, ya que pese a ser gratuito, los grupos han de pedir permiso para entrar, sobre todo porque vamos a utilizar una parte importante del recinto. Así que cuando íbamos en camino nuestro guía llamó y ¡sí, podíamos entrar! y la verdad es que estuvo genial. Aquí, nuestro guía nos explicó como se forjaron todas aquellas conspiraciones contra el gobierno de Hitler, como le intentaron matar, y como todos esos intentos fueron fallidos.
Aunque las ideas conspiratorias de acabar con el Führer, comenzaron en el año 1938, no fue hasta el año 1942 cuando empezaron a perpetrarse distintos actos encaminados a acabar con su vida.
En 1943 el coronel Claus von Stauffenberg, del que hay una placa en la puerta del edificio, fue el que llevó revitalizó la idea de acabar con el caudillo y así aprovecho, lo que se llamaba «operación Valkiria» para llevar a cabo un ataque con bomba en el edificio llamado «la guarida del lobo».
La operación Valkiria era un plan militar gestado por el propio Hitler, que en caso de emergencia, se pondrían en marcha las fuerzas del la Wehrmacht, que tendrían potestad para arrestar a miembros de la SS y de la GESTAPO.
Tras intentarlo en varias ocasiones no fue hasta Julio de aquel mismo año, cuando el coronel Stauffenberg, acudió con la bomba a la Guarida del Lobo, colocó la bomba y esta estalló. La intención era que no solo falleciese Hitler sino alguno de sus más allegados y los posibles sucesores. De esta forma, era evidente que se pondría en marcha la operación Valkiria y que el estado pasase a manos de quien estaban perpetrando este acto. Pero pese a que la bomba estalló, Hitler, una vez más, se salvó.
Cuando coronel Stauffenberg llegó a este edificio donde nos encontramos hoy, creyendo haber matado a Hitler y se enteró de que su plan había fallado, se produjo un enorme enfrentamiento entre los golpistas y los leales al régimen que finalmente terminó con el asesinato de 4 de los principales conspiradores en el patio del edificio.
En el patio hay una estatua de color negro que indica el punto en el que estos hombres fueron ejecutados.
¡Me encantó! He de decirlo. La visita me pareció fascinante y la forma en la que el guía nos contó toda la historia, desde sus inicios hasta este punto dentro del edifico me pareció fantástica, amena y muy educativa. Os la recomiendo.
Volvemos a coger un bus, esta vez para al punto donde tuvo lugar el momento final del nazismo y de la vida de Hitler.
La Cancillería del III Reich.
Nos bajamos del autobús en una calle, aparentemente una calle normal, con edificios, casi todos modernos, algún centro comercial, alguna tienda de comestibles, una parada de metro… en una zona normal. Nos paramos en la esquina y el guía nos cuenta que en esa zona, en esa manzana se encontraba la Cancillería del III Reich, las oficinas de Hitler. Aunque el gobierno disponía de una antigua Cancillería, en 1938, Hitler ordenó la construcción de un nuevo edificio, monumental, impresionante, que englobase en su interior la antigua cancillería y que ocupase, una manzana. La obra debía realizarse en menos de un año. Las oficinas de Hitler estaban decoradas, cubiertas en su totalidad, por mármol (mármol rojo). La obra costó la friolera de 1.000.000 de dólares (aproximadamente).
El guía nos sorprendió bajándonos a la estación del metro donde pudimos ver ese mármol colocado en las paredes del mismo. Interesante no, lo siguiente. Desconocía totalmente este hecho, igual que otros muchos.
El edificio quedó totalmente derruido durante la segunda Guerra Mundial y todo lo que hay construido ahora son edificios recientes, que nada tiene que ver con lo que había anteriormente. Si no te explican todo esto, pasarías por la calle sin más.
El Bunker de Hilter.
En el edificio de la cancillería contaba, en su subsuelo, con un Bunker anti bombas. Pero no era este el único Bunker de la capital alemana. Desde 1936 empezaron a crearse estos refugios antiaéreos siendo uno de los más importantes el que se encontraba bajo el edificio de la Cancillería del Reich, llamado BunkerFurher.
Durante los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial, y ante los continuos ataques
soviéticos, Hitler pasaba cada vez más tiempo en el Bunker, de ahí que se le pasase a conocer como Bunker Furher. Hitler trasladó su residencia al Bunker el 16 de Enero de 1945, junto a la que por aquel entonces se consideraba su pareja. Ante el continuo asedio por parte de los soviéticos, Hitler se llegó a sentir acorralado en su propio bunker. Todo esto, contado por los supervivientes de aquello, aunque a ciencia cierta toda esta historia no se sabe si es real o simplemente un mito. Ante tanto ataque y sintiéndose así, el 30 de Abril de 1945 hizo llamar a un funcionario judicial, que oficializó su boda con Eva Braun. A continuación se suicidó pegándose un tiro mientras que su mujer lo hizo con cianuro. Había dejado órdenes de que sus restos fueran incinerados en los jardines de la cancillería, de forma que nadie pudiese hacer nada con ellos.
2 días después, el 2 de Mayo, los soviéticos entraron en el Bunker. Del Bunker solo queda una señal, colocada no hace mucho, ya que Berlín quiso eliminar toda señal nazi de la ciudad y por tanto no había nada que rememorar. Pero hace unos años se decidió colocar esta señal aquí, en un parking, sin mucho más que enseñar.
El Final del Nazismo.
Y así, con la muerte de Hitler y la invasión soviética en Berlín, tuvo lugar el final del nazismo en Alemania. Un 8 de Mayo, fecha que se considera histórica. Así se dio por terminada la ocupación nazi, el genocidio judio y la segunda guerra mundial. El saldo fue de 55 millones de personas muertas, y un continente en ruinas, donde no había casi ninguna ciudad del viejo continente, y sobre todo de Alemania, en pie. Así se dio por concluido una de los mayores catástrofes de la humanidad.
¿Y porqué un monumento a los caídos soviéticos?
En el día de hoy habíamos pasado por el monumento a los caídos soviéticos en la Segunda Guerra Mundial. La Unión Soviética fue la que más bajas causó durante la guerra. 25 millones de personas murieron luchando contra el movimiento nazi y a ellos se les considera los verdaderos liberadores del nacionalsocialismo, como así quiso dejar constancia de ello el presidente alemán Richard von Weizsäcker, en su discurso del 8 de mayo de 1985.
El Ejercito Rojo venció al Nazi y puso punto y final a los asesinatos en el campo de concentración de Auschwitz.
Aquí y así termino nuestro tour de hoy. En un punto muy cercano al Bundestag, es decir, había empezado esta historia en el parlamento alemán y acabamos la historia muy cerca de él. Como estábamos muy cerca del Monumento conmemorativo del Holocausto, decidimos pasar un rato. Ya que aunque habíamos estado el día anterior durante el tour, quisimos repetirlo más tranquilamente y nos metimos entre sus bloques.
Memorial a los Judíos asesinados durante el holocausto nazi.
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El memorial a los judíos muertos durante el holocausto en Alemania, está formado por 2711 bloques de hormigón de diferentes alturas ocupando un espacio de 19.000 metros cuadrados. Grandes números para un gran memorial que tendría que tener la misma envergadura que los hechos acaecidos durante los 11 años de nazismo en Alemania. Hay personas que opinan que este memorial no tiene nada que ver con lo que quiere representar. En mi opinión, verse metido dentro de una estructura de hormigón, fea, pesada, sin color, puede indicar lo que tuvieron que vivir y sentir los miles de judíos (y los no judíos) que vivieron las torturas y hasta la muerte, en los campos de concentración. Pero si vamos un poco más allá, también puede representar la esperanza de todos y cada uno de ellos, ya que desde cualquier punto del interior del monumento se puede ver la salida, la calle, y puede ser un indicativo de que nunca perdieron la esperanza de salir de allí. Porque si hay algo que nos preguntamos siempre es cómo puede sobrevivir una persona en las condiciones en las que estaban en los campos de concentración y la respuesta es siempre esa, por la esperanza.
No se. Esto es lo que a mi me trasmitió el monumento, que puede ser real o no.
Después de esta visita nos fuimos a comer. Esta vez lo hicimos en uno de los centros comerciales de la zona.
Tras la comida, y ya con el día cayendo, decidimos ir hacia la parte del Check Point Charlie, donde habíamos estado en la visita del día anterior.
Torre de Vigilancia de la RDA.
Aprovechando que estábamos al lado, nos acercamos hasta una de las 30 torres de vigilancia del Muro de Berlin, que aún quedan en pie de las más de 300 que había. Esta es la única de este tipo que aún se conserva en pie. Desde estas torres se hacía vigilancia del Muro durante las 24 horas del día, en turno de 8 horas, 2 personas confinadas en ese espacio tan reducido. (se puede subir y comprobar tanto el espacio que tenían como la visión, hoy en día de una zona comercial). Se encuentra muy cerca de Postdamer Platz (calle Erna-Berger-Straße), y nos quedaba de camino hacia Check Point Charlie.
Check Point Charlie.
Como contamos en el artículo anterior, este era uno de los pasos fronterizos entre las dos alemanias durante los 29 años que estuvo en pie el Muro de Berlin, durante la Guerra Fría.
Si hay algo que me dejé en el tintero en este viaje, fue no haber hecho el tour por el Berlín de la Guerra Fría, porque creo que se me quedó esta parte un poco corta y me hubiese encantado que alguien me lo hubiese contado tan bien como lo hicieron los dos guías que tuvimos en los dos tours que hicimos. Creo que la próxima vez que vayamos a Berlín, este será el tour que haré.
Es inevitable que aunque los tours que hicimos, el Panorámico de Berlin y el del Berlin del nazismo, no tratase directamente ninguno de ellos del Muro de Berlin y la Guerra Fría, que se hablase durante ellos largo y tendido sobre algo que ocurrió en Alemania, en la Alemania más actual: la construcción del Muro de Berlín.
Yo tenía una idea distinta de cómo era, y allí todas mis dudas se disiparon. Siempre me había preguntado como era el muro y como estaba construido, ya que si realmente el muro dividía la ciudad en dos, y solo la ciudad, habría una parte, al final del muro por donde se podría pasar de un lugar a otro. Lo que yo desconocía era que el muro se construyó al rededor del Berlin occidental, 155 kilómetros de muro que la bordeaban, y por lo tanto sin posibilidad de cruzarlo por ningún lado.
Este, el Chekpoint Charlie, era el tercer punto de control, el tercer paso fronterizo entre las dos Alemanias. Cuando se levantó el muro, tras la segunda Guerra Mundial, se crearon unos pocos puntos de paso, desde donde los ciudadanos podían pasar de una Berlin a la otra. Eso sí, no era tan fácil conseguir ese pase. Y éste era uno de esos pasos fronterizos.
En la actualidad, en este punto, queda un cartel en recuerdo del paso que dice: «Está usted abandonando la parte occidental», así como una especie de zona de control para sacarse fotos (muy turístico todo) y una zona con fotos de como era la zona en aquel entonces. Además, aquí tenemos el Museo de Checkpoint Charlie, que nos hace un resumen, con fotografías de lo que fue la guerra fría. Además aquí podemos ver los intentos de pasar o cruzar el muro, de las formas más variopintas, que los berlineses buscaban.
Horario y precio: de 9.00 a 22.00, sobre los 12 €
La noche en Berlín, un paseo por las calles y por sus mercadillos.
Mercadillo Navideño Gendarmenmark.
Dicen que este es el mercadillo navideño más bonito de Berlín. Puede que en sí mismo no lo sea pero por su ubicación, entre las dos iglesias gemelas, creo que merece la pena y mucho. Es el único mercadillo de pago de Berlin, un euro simbólico, y el único que es cubierto. Es ideal para ir los días que llueve o nieva.
Dimos un paseo por los puestos y pusimos rumbo hacia Alexander Plazt. Queríamos terminar el día en los dos mercadillos que hay en el entorno de la plaza.
Por el camino teníamos estas imágenes tan bonitas y con tanto contraste de zonas.
Mercadillo Navideño del Roten Rathaus.
Creo que este es uno de los mercadillos que más me gusto y por ello al que más veces acudimos. Por el ambiente, por la gente, por los puestos, por la noria y la pista de hielo, por el entorno en general. Aquí cenamos hoy, en el mercadillo de Roten Rathaus, yo siguiendo con mi estilo, unas salchicha berlinesa y un vino caliente, que entra de maravilla a estas horas del día, donde el frío y la humedad, hace que te congeles por minutos.
Encontramos un sitio donde sentarnos y allí estuvimos un rato entrando en calor, antes de continuar nuestro paseo por los puestos ¿Porqué me gustarán tanto estos mercados de navidad? Pues no lo se, pero lo cierto es que parecen de cuento y me puedo pasar horas de puesto en puesto.
Así, terminó este largo día en Berlín, el segundo de nuestro viaje, y todavía quedaba mucho más. Al día siguiente nos íbamos al Campo de concentración de Sachsenhausen.
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Diario completo del viaje: Berlín en 7 días.
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2 Comentarios
A mí me gustó mucho el mercadillo de Charlottemburg, saludos viajeros.
Muchas gracias Raúl por tu comentario. A mi en general me gustaron todos los mercadillos y me sorprendieron mucho. La verdad es que no me esperaba que Berlín me gustase tanto en Navidad.