Día 2: El Lago Rosa de Utah, en Salt Lake City.
¿Un lago Rosa en Utah? Si, si, como lo leéis. A mi también me llamó mucho la atención saber, que en el interior de EEUU, en el mismo estado de Utah, había un lago rosa, de esos que visualmente son muy llamativos y causan sensación en redes sociales.
Si bien son muy conocidos otros lagos rosas del mundo como el de México, Australia o Senegal, lo cierto es que saber, que a poco más de una hora de donde nos encontrábamos, en Salt Lake City, existía un lago rosa, era algo que no me esperaba y no podía dejar de visitarlo.
Los lagos rosas más conocidos del mundo
- Las Coloradas (en México) que tuvimos la oportunidad de visitar hace unos años.
- El Lago Hillier, en Australia occidental, además de los lagos Pink Lago, Laguna Hutt & Lago rosa Quairading
- Lago Retba en Senegal
Y algo menos conocidos pero igualmente interesantes:
- Laguna Colorada en Bolivia
- Lago Masazirgol en Azerbaijan
- Salinas de Torrevieja en España
- Lago rosa Dusty en Canadá.
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Porqué visitamos el Lago Rosa de Utah
Ya os lo había contado en el artículo anterior, Volando a EEUU con Eurowings, que una semana antes de emprender este viaje, me di cuenta que en mi planning de viaje me había saltado un día, el primero precisamente y que por tanto tenía un día más de viaje pero no sabía muy bien en qué invertirlo.
Cuando me di cuenta que me había confundido con las fechas y que me faltaba un día de vieja, me estresé mucho. Hubiese preferido invertir este día en otra zona, pero no podía hacer nada, así que tenía que pensar qué hacer con ese día extra.
En la planificación inicial de este viaje, estaba llegar al aeropuerto de Salt Lake City sobre las 3 de la tarde, recoger el coche de alquiler y salir directos para dormir en una población llamada Logan, al norte de Salt Lake City. Esto nos permitía estar un poco más cerca de West Yellowstone, a donde tendríamos que llegar e una jornada de viaje desde Logan.
Al tener un día extra, en lugar de un día tenía dos para llegar a West Yellowstone y esto me causó un gran trastorno, porque no sabía que hacer con ese día. Por mucho que investiga y miraba destinos, zonas y lugares que nos quedasen en camino, no había nada que me llamase tanto la intención así que no sabía que hacer.
Tuve claro, desde el principio que la primera noche la haríamos entonces en Salt Lake City, para tomarnos este primer día con más tranquilidad y no tener que conducir 2 horas hacia el norte. Otra noche la pasaríamos en Idaho Falls, que nos quedaba como a medio camino entre Salt Lake City y Yellowstone, pero ¿Qué hacer con este tiempo extra? Pues no lo tenía muy claro, la verdad.
Recordé que hacía un tiempo había visto una foto que sabía que tenía guardada en algún sitio. Miré mi carpeta de Instagram de cosas bonitas y ahí estaba, una foto de un lago rosa en Utah. Ahora, ¿Dónde está este lago? ¿Dónde ver el lago rosa? Eso ya fue un tema aparte.
Buscar este sitio no resultó fácil. Primero tenía que saber si me quedaba cerca o no, saber si era accesible o no, y si era viable o no, pero para ello había que saber donde estaba. Y lamentablemente no había mucha información o ninguna diría, al respecto. Así que tuve que profundizar mucho, y hacer una investigación que me llevó muchas horas de búsqueda. Finalmente lo tuve claro. Lo encontré.
Dónde ver el Lago rosa de Utah.
El conocido como Lago Rosa de Utah no es otro que el gran Salt Lake, o lago salado. Así que el misterio está desvelado. Ahora, claro está que no todo el lago es rosa, y aquí viene la cuestión sobre qué puntos son aquellos en los que podemos encontrar este efecto en el agua.
Existen dos zonas donde ver el lago Rosa de Utah:
- Stansbury Island al sur del Lago.
- Spiral Jetty hacia el centro del Lago.
Ambos puntos los tenéis situados en Mi Mapa de este viaje.
En cualquiera de los dos casos, llegar a esos dos puntos desde Salt Lake City, teniendo en cuenta que nos dirigíamos al norte, a Idaho Falls, suponía una hora de ida y otra de vuelta. En el primer caso, son 86 kilómetros, y aproximadamente una hora, que después hay que desandar para continuar al Norte. En el segundo caso, desde Salt Lake City son dos horas de viaje tan solo de ida, pero hay que tener en cuenta que en nuestro caso, era un desvío de una hora desde la carretera que sube al Norte. En cualquier caso el tiempo invertido sería el mismo. Si estáis en Salt Lake City y a Salt Lake City tenéis que volver, el punto más cercano, es la isla de Stansbury.
En ambos puntos, al tratarse de un lugar natural, está permitido el baño.
La decisión final. ¿A dónde ir?
Habíamos pasado la noche en un apart-hotel del centro de Salt Lake City que disponía de cocina totalmente equipada. La tarde anterior, habíamos comprado en un supermercado algunas cosas para el desayuno: café, cacao, zumo de naranja, fruta, bollos… y como el apartamento tenía cocina, con su correspondiente cafetera, preparamos un buen desayuno.
En este momento, todavía no tenía muy claro que zona del Lago Rosa de Utah iríamos a visitar, y ellos aún no sabían la sorpresa que les tenía preparada.
Tras el desayuno, preparamos las maletas que no habían sido muy deshechas y bajamos a hacer el check out. Como era domingo, y bastante temprano, no había nadie en recepción pero había un buzón donde dejar las llaves. Allí las dejamos y directamente nos fuimos al coche.
En este momento tenía que poner en el navegador del móvil a donde nos dirigíamos y aunque sin tenerlo claro del todo, decidí ir a Stansbury Island. Y os preguntaréis el porqué. Lo que pensé fue lo siguiente. A mi, realmente era esta zona la que más me apetecía ver. Por alguna razón pensaba que era más natural, más salvaje, más… no se como decirlo, más especial, o menos turística. Como igualmente teníamos que «perder» una hora para llegar a cualquiera de los dos sitios preferí hacerlo para llegar hasta aquí, y a una mala, si en esta zona no lo veíamos rosa, siempre podíamos hacer una parada más al norte, y volver a intentarlo.
De Salt Lake City a Stansbury Island.
Cuando nos subimos al coche, les dije que tenía una sorpresa preparada, un lugar al que ir que no aparecía en la guía de viaje que había preparado. También les dije que podía ser un gran sitio o podía ser un fiasco, pero que lo íbamos a intentar. Al fin y al cabo no teníamos mucho que hacer en el día de hoy, salvo llegar a Idaho Falls. Les pareció bien intentarlo, aún sin saber a dónde íbamos a ir.
Puse la dirección en el navegador y salimos de Salt Lake City. Nos quedaba una hora por delante para llegar, pero al final fue más tiempo.
Cuando abandonamos la carretera general y tomamos el desvío hacia Stansbury el panorama empezó a cambiar por completo. La carretera poco a poco fue desapareciendo, convirtiéndose en un camino de piedras por el que perfectamente pasa un coche aunque no sea un 4×4. Empezamos a ver el lago muy seco, y grandes extensiones de un terreno blanquecino. Era la sal. Y es que Salt Lake, es uno de los lagos que hay en el mundo con mayor salinidad que la del mar.
Este paisaje tan blanco, con las montañas de fondo, y unas nubes que amenazaban agua, hacían que el panorama fuese cada vez más increíble. Tanto, que como por aquella no pasaba ni un solo coche, decidimos parar, contemplar el panorama y sacar unas cuantas fotos.
Aunque el resto del grupo no sabía a donde íbamos y yo insistía en que no se hiciesen muchas ilusiones por si el lugar no merecía la pena, ya estaban tan emocionados, que con solo contemplar aquella imagen decían que el camino había merecido la pena.
Nos subimos al coche y seguimos avanzando. Escuchamos un par de tiros. Más cercanos de lo que nos hubiese gustado. Y es que un poco más adelante vimos a dos señores disparando contra lo que parecía ser una diana. Cosas que pasan en EEUU.
Stansbury Viewpoint. Donde ver el lago rosa de Utah.
Según nos acercábamos al punto final y ya les íba avisando que estábamos llegando, me iba fijando si se veía algo rosa. Y sí, de vez en cuando, aparecía un tenue color rosado en el agua pero no estaba del todo segura que fuese a ser lo que yo esperaba encontrar.
Al final, no lo puede evitar y les conté qué íbamos a ver o qué creía que podíamos ver en este lugar. Seguían diciendo lo mismo, que con solo contemplar este paisaje, ya había merecido la pena. Y era totalmente cierto.
Cuando llegamos a Stansbury Viewpoint, desde la posición en la que nos encontrábamos, se divisaba una ligera tonalidad rosada, pero nada del otro mundo. Eso sí, como no era mi primera vez en una zona así, sabía que teníamos que acercarnos al agua, y buscar la orientación correcta del sol.
Bajamos. Yo iba delante. Poco a poco me dirigí hacia el agua, pero a la vez, buscaba esa orientación correcta del sol. Cada vez el color del agua se volvía más y más rosa, e iba sonriendo plenamente para mis adentro. Sabía que les iba a encantar.
Esa combinación del agua rosa, el lago totalmente calmado que parecía un espejo, reflejando las montañas y las nubes, era una imagen totalmente surrealista.
Cuando terminamos el paseo por el lago, yo incluso metí los pies en el agua, volvimos al coche e hicimos nuestro primer picnic del viaje. Llevábamos un termo con café y nos tomamos un segundo desayuno, con unas vistas de postal.
Qué tener en cuenta para ver el Lago Rosa de Utah.
Hay que tener en cuenta varias cosas cuando hablamos de lagos de color rosa, y os lo cuento porque ya me pasó cuando publiqué las fotos de Las Coloradas, en México, que recibí críticas diciendo que eran fotos trucadas, pues habían estado allí y el agua no era de color rosado.
Para que el agua se vea de color rosado, y de ahí mi preocupación a la hora de decidir si ir o no hasta este punto, tienen que cumplirse muchos puntos a la vez: la salinidad del agua tiene que ser la correcta, la acumulación de bacterias que producen este color tiene que ser la adecuado, el nivel del agua no debe ser ni muy alto ni muy bajo, pero esto es casi lo de menos porque los dos puntos anteriores son más importantes que el nivel del agua, y por último el sol. La incidencia del sol sobre el agua puede hacer que lo veamos de un color azulado, de color marrón o del mágico color rosado.
Esto ya lo había vivido en Las Coloradas, en México, cuando a primera hora de la mañana lo que vimos fue un lago de color marrón, pero al medio día el color del agua cambió mágicamente y se tornó totalmente rosa. Todo por la incidencia del sol.
Visitamos el Lago Rosa de Utah a las 10 de la mañana y ya el color del agua era así de increíble.
Comiendo en Roosters Brewery de Odgen
Dejamos atrás Salt Lake City y pusimos rumbo al norte. Aún nos quedaban algo más de 400 kilómetros y unas 4 horas de viaje para llegar a Idaho Falls. Pero haríamos una parada intermedia para comer y lo hicimos en Odgen.
Aunque en un principio teníamos seleccionado el Outlaw Saloon, que también sale en la serie «Yellowstone» para hacer una parada en Odgen, lo cierto es que no contábamos llegar tan temprano y no contábamos parar a comer en Odgen, sino solamente a tomar algo. Y esto, no es un restaurante en sí, si no un bar con musica en vivo y abre a partir de las 4 de la tarde.
Sobre la marcha buscamos otro para comer y lo hicimos en el Roosters Brewery de Odgen. Donde teníamos que probar la cerveza, como no, y nuestra primera hamburguesa. 100% recomendable.
Odgen, un pueblo del Oeste Americano.
Odgen es un pueblo del estado de Utah, ubicado a unos 60 kilómetros al norte de Salt Lake City y unos 40 minutos de coche. Este pueblo, lo conocemos porque salió en algunos de los capítulos de la serie «Yellowstone» en su tercera temporada.
En Odgen, lo que es imprescindible, es hacer una parada en la calle 25, en uno de cuyos extremos se encuentra la estación del tren. Aparcamos en la misma calle y dimos un ligero paseo, contemplando las vistas, los edificios y las calles de un pueblo típico del oeste americano.
Como no había mucho más que hacer, era domingo y estaba todo un poco muerto, continuamos el camino, ya si, directos, hasta Idaho Falls.
Motel 6 de Idaho Falls.
En Idaho Falls hay dos Moteles 6, y nosotros nos alojamos en uno de ellos. Los Moteles 6, son muy frecuentes en EEUU, y nosotros no es en el primero en el que nos alojamos. Lo bueno de este Motel 6 es que tiene un gran aparcamiento y que si quisiésemos ni siquiera teníamos que mover el coche para visitar el centro de la ciudad, aunque lo hicimos. Además, ofrecen por la mañana café gratuito, lo cual es un plus, para poder desayunar. No es que sean nada del otro mundo, pero para pasar una noche en el camino, son más que suficiente.
Idaho Falls.
Como habíamos visto que los domingos, al menos por esta zona, la gente no sale de sus casas, está todo bastante parado y los bares y restaurantes, muchos de ellos cerrados, decidimos coger el coche para ir al centro de la ciudad. Aunque lo pudimos hacer caminando. Aparcamos el coche en la zona Idaho Falls River Walk y dimos un paseo.
Idaho Falls debe su nombre a las cascadas del mismo nombre, que son el principal atractivo de la ciudad. Estas cascadas, en realidad, son el resultado de una presa creada por el hombre para generar electricidad en el río Snake. Este río, uno de los principales afluentes del río Columbia, atraviesa Grand Teton, así que no será la última vez que le veamos.
Idaho Falls, pese a no ser un gran centro turístico en cuanto a turismo internacional se refiere, tiene una posición privilegiada. Se encuentra a unas dos horas de Grand Teton y más o menos lo mismo de Yellowstone y a una hora y media de Craters of The Moon, así que puede ser una parada interesante si te diriges a uno de estos 3 espacios naturales del país.
En Idaho Falls, dentro de lo que es la propia ciudad, lo más interesante es dar un paseo por Idaho Falls River Walk
Idaho Falls River Walk, un paseo por el centro
Esto fue lo que hicimos nosotros. Aparcamos el coche al lado del río y dimos un paseo por el Idaho Falls River Walk. Se trata de un paseo paralelo al río, por ambos lados, con algo más de 22 kilómetros. Nosotros solo hicimos la parte en la que se ven las Idaho Falls con el Templo de Idaho al fondo.
Tras este ligero paseo, decidimos ir a tomar una cerveza a un local que teníamos anotado para ello (Todos los datos los tenéis en el mapa anterior). Pero era domingo, y como ya os había dicho, Idaho Falls estaba bastante muerto y poco animado, con muchos locales cerrados. Acabamos en uno con muy poco encanto, en el que parecía que les ofendía solo el simple hecho de entrar y pedir algo para beber. Descansamos un rato, y salimos de nuevo a la calle.
Teníamos intención de ir hasta la Eagle Rock Fountain, una estatua en medio de una rotonda, que habíamos visto al llegar y nos parecía llamativa. Pero finalmente nos entró la pereza, y decidimos no ir. Lo que si hicimos fue empezar a buscar un sitio donde cenar.
Como no había muchos restaurantes abiertos, y el que queríamos probar no lo estaba, entramos en un mexicano que tenía muy buena pinta. Estaba hasta arriba de gente, y no es de extrañar. Parecía que todo el mundo de Idaho, estaba ahí dentro.
Dónde comer en Idaho: Jalisco’s Mexican Restaurant
Había cola para entrar, y cola para solicitar mesa. Las chica que nos recibió nos dijo que no sabía exactamente cuanto tiempo tendríamos que esperar para tener mesa, pero que si queríamos nos avisaban. Así que nos sentamos en un banco en el exterior del local, y para nuestra sorpresa no tardaron ni 10 minutos en salir a por nosotros.
Ojo, porque los platos aquí son muy grandes. Yo no tenía mucha hambre y pedí una ensalada. Comí la mitad. Pero es que ninguno conseguimos acabar nuestros platos. Si unimos a esto que nada más sentarte te ponen un plato de nachos, totalmente gratis, y que las bebidas (sobre todo si son tipo limonada) las puedes recargar las veces que quieras, pues consideramos que el lugar es totalmente recomendable.
Cenamos los 4 por 77 dólares, más las propinas.
Tras la cena, de la que salimos totalmente llenos, hasta límites que hacía mucho que no sentía, nos fuimos al hotel. Hubiese sido mejor no tener el coche e ir caminando para bajar la comida, pero lo teníamos aparcado justo enfrente del restaurante.
Y así terminaba el día extra, el día con el que hacía una semana no contaba ni siquiera vivir ni tener, y había sido un día increíble.
Mi video de Yellowstone y Gran Teton en 9 días.
Por si lo queréis de forma más visual, aquí os dejo mi video el primer tramo del viaje.
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