Los principales santuarios de la red de caminos de Kumano Kodo son: Kumano Nachi Taisha, Kumano Hongu Taisha y Kumano Hayatama Taisha. El día anterior, el primer día que pasamos en la zona de Kumano Kodo, visitamos el santuario Kumano Nachi Taisha y ya nos habíamos maravillado con la cuesta Diamonzaka. Hoy tocaba visitar los otros dos santuarios, el Kumano Hongu y el Kumano Hayatama, para lo que íbamos a invertir el día completo.
Organizando el día de visita a los dos templos de Kumano Kodo.
Para nuestro segundo día por la zona de Kumano Kodo, tuvimos que volver a mirar horarios de buses y trenes para poder encajarlo todo. En esta ocasión fue mucho más fácil ya que habíamos pasado la noche en Katsuura y desde allí las comunicaciones con los tres templos es muy buena.
Para llegar al primer templo de nuestra visita de hoy, el más alejado de los tres, Kumano Hongu Taisha, teníamos dos opciones:
- ir directamente en un bus desde Katsuura o ir en tren hasta Shingu y desde ahí coger un bus hasta el santuario. La primera opción la descartamos de inmediato, porque ir en un bus directo (además de costarnos más) suponía salir mucho más tarde de Katsuura y por lo tanto perder casi la mañana entera. Coger el bus directo suponía llegar a Kumano Hongu pasadas las 11:30 de la mañana.
- La segunda opción era hacerlo en la combinación de tren y bus, y llegar al santuario a las 10:41. Así que ya lo teníamos decidido. Visitaríamos primero Kumano Hongu y de regreso a Shingu, visitaríamos el tercero de los santuarios de Kumano Kodo, Hayatama Taisha.
Estos son los horarios de los buses de ida y de vuelta a Hongu desde Shingu. (marcados en recuadro rojo la opción que nosotros escogimos).
Comprobar horarios aquí: https://bit.ly/2K1msoa
De Katsuura a Kumano Hongu Taisha.
Volvemos otra vez a madrugar, pero esta vez costó menos ya que llevábamos más de 10 horas durmiendo, apaciblemente y por primera vez, en un futón. Cierto es que pese a lo que pudiera parecer pasamos una maravillosa noche recuperándonos de todo el sueño perdido durante la semana anterior.
Nos levantamos muy descansados, con las energías renovadas y dispuestos a vivir un nuevo día en Japón, un nuevo día en las montañas de Kii.
Desayunamos en el turno de las 7 de la mañana. No teníamos mucho tiempo que perder ya que nuestro tren desde Kii-Katsuura hasta Shingu salía a las 7:43 de la mañana y nuestro hotel se encuentra a 700 metros de la estación del tren.
Desayunamos muy bien y contundentemente. Otra vez el desayuno era buffet y tenía de todo, tanto comida japonesa como comida occidental.
Tras el desayuno salimos hacia la parada del tren. Puntualmente, salió nuestro tren hacia Shingu. Un trayecto el tren panorámico. Los trenes en esta zona tienen grandes ventanales lo que te permite divisar toda la cosa según el tren va avanzando. Un trayecto muy bonito y que nos dejó bonitas imágenes.
Al llegar a Shingu tocaba buscar la parada del bus, que no fue nada dificil, con destino a Hongu Taisha. El tren llegó a las 8:07 minutos a Shingu y el bus salía las 8:40 así que teníamos casi media hora de espera que aprovechamos para sentarnos y ojear algunos de los folletos turísticos de la región.
No me esperaba para nada lo que nos encontramos en el trayecto desde Shingu a Hongu y es que los paisajes son espectaculares. Tan espectaculares que nos estuvimos planteando si parar, a la vuelta, en cualquiera de aquellas paradas y caminar, sin más, por los márgenes del río. Un río que mostraba unos colores azul turquesa que nos dejaron impresionados. Y es que contrastaba todo tanto. Un río tan azul, unas montañas escarpadas, un verde intenso en la naturaleza… un lugar para pasar mucho más tiempo del que íbamos a hacer. Incluso nos planteamos que teníamos que haber recorrido la península de Kii en coche, para poder parar donde nos apeteciese.
Desde luego, que esta zona, es para explorarla más a fondo y nos dio mucha pena no poder hacerlo.
El gran torii del Kumano Hongu Taisha, en Kumano Kodo.
Llegamos a Kumano Hongu Taisha hacia las 9:40 de la mañana y era hora de empezar a explorar la zona.
En el pasado, hace ya muchos años, este templo, el Kumano Hongu Taisha, se encontraba situado en una lengua de de arena en los márgenes del río. En el año 1889, esta zona sufrió una gran inundación, y se tomó la decisión de trasladar el templo a su ubicación actual. En su lugar, se ha construido un gran torii de 34 metros de altura que es el más grande del mundo.
¿Recordáis cuando pasamos por el santuario Heian en Kioto y os decía que este torii, y pese a lo que pudiese parecer, no era el más alto de Japón? Pues es porque el más alto se encuentra aquí, en los márgenes del río y pertenece al santuario Kumano Hongu Taisha, en Kumano Kodo.
Dimos un paseo por la zona, admirando el gran torii desde todas las perspectivas pero desde la lejanía. Poco a poco nos fuimos acercando hacia él. Aquí también se notaba el efecto del Hanami ya que toda la base del gran torii, tiene cerezos, que a estas alturas del año se encontraban floridos. No esperábamos ver los cerezos en flor en esta zona, la verdad, porque al estar a mayor altitud supusimos que todavía no habrían florido, pero no fue así. Ya veis como estaban de hermosos.
Tras el largo y tranquilo paseo por la lengua de arena de los márgenes del río Shingu, nos dirigimos hacia el templo Kumano Hongu Taisha.
El santuario Kumano Hongu Taisha, en Kumano Kodo.
Era hora de visitar el gran santuario Kumano Hongu Taisha propiamente dicho, así que nos dirigimos a su entrada. Este santuario abre desde las 6:00 a las 19:00 y su entrada es gratuita.
El santuario Kumano Hongu Taisha es el principal santuario, y quizá el corazón, entre los miles de santuarios repartidos por Japón de Kumano.
Se accede a través de un gran torii de piedra y tras subir una cuesta de escaleras de piedra, llegamos al propio santuario. Un santuario en el que nada más entrar te das cuenta de su gran importancia ya que está repleto de señales con el símbolo de Kumano, el cuervo de tres patas.
Una parada en el camino.
Al bajar de nuevo a la zona principal, nos acomodamos en un pequeño café y tomamos un «tentenpie». Al acabar decidimos entrar a echar un ojo en una de las tiendas de recuerdos y nada más entrar, el dueño nos preguntó de donde veníamos. Fue decirle que de España y sus ojos se iluminaron. Empezó a contarnos toda la historia de su gran viaje a España del año anterior, en el que había hecho el camino de Santiago (hermanado con el camino Kumano Kodo). Nos enseñó fotos de sus viaje, nos enseñó los sellos que tenía en su tarjeta de peregrino (por un lado los sellos del Camino de Santiago y por el otro con los de Kumano Kodo. Llama la atención el que tenía más del Camino de Santiago que del de Kumano Kodo).
Estuvimos mucho rato escuchando sus historias, hablando sobre el Camino Kumano, y contándonos lo que más le gustaba tanto de este camino como del de Santiago. Además, nos enseñó las palabras que había aprendido en su viaje y que nos hicieron reír: «vino tinto» y «vino blanco». No sabía más.
Nos despedimos del caballero y nos aproximamos al centro del patrimonio de Hongu, donde se puede ver un monolito del Camino de Santiago, regalado por Galicia, en un evento de conmemorara el año Dual Japón-España por los 400 años de relaciones conjuntas.
Era hora de regresar a la parada del autobús y volver sobre nuestros pasos a Shingu. Aquí cometí un pequeño fallo ya que nos teníamos que haber bajado en la parada más cercana al santuario Kamikura y sin embargo lo hicimos en la parada más cercana al Hayatama Taisha, y por tanto tuvimos que caminar hacia atrás.
Santuario Hayatama Taisha, Kumano Kodo.
El Santuario Hayatama Taisha, está situado en un enclave privilegiado, ya que se encuentra en la desembocadura del río Shigu, y en la zona que une las montañas de la península de Kii con el mar.
El Santuario Hayatama Taisha es gratuito y abre sus puertas desde las 8:00 a las 17:00, pero si queréis acceder al museo del tesoro, entonces el coste es de 500 yenes.
Dentro del santuario, encontramos el árbol Nagi. Este árbol, con más de 1000 años de antigüedad, es venerado como una deidad más e incluso lo pudimos comprobar, ya que la mayoría de la gente que pasa por aquí, se para en el frente y reza.
Pero lo que más nos ha llamado la atención del Santuario Hayatama Taisha, no es precisamente este santuario, si no su ubicación original, en el Santuario Kamikura.
Fijaros en las calles, ya que no solo está indicado por donde pasa el camino Kumano, sino que tienen dibujos por los suelos muy llamativos. En esto Shingu, me gustó mucho.
Santuario Kamikura de Shingu.
Cuanta una leyenda, que la fe se instauró en la zona de Kumano, cuando las tres deidades sintoístas descendieron de los cielos sobre una gran roca que se posó en el monte de Kamikura. En torno a esta gran roca se construyó un pequeño santuario, conocido como santuario Kamikura. La gran roca recibe el nombre de Gotobiki-iwa.
Tras subir 538 peldaños de piedra irregular, (y cuesta subirlos, no os voy a engañar) llegamos al pequeño santuario Kamikura, el que para mi fue el gran descubrimiento del día de hoy. Me pareció precioso, construido en madera pintada de naranja bajo la gran roca Gotobiki-iwa y con unas espectaculares vistas del Valle. Eso sí, cuando llegas al la entrada del santuario, y ves ese torii rojo, con todas esas escaleras empinadas detrás, te planteas dar media vuelta. Impresiona mucho la subida, pero merece mucho la pena.
Nos pareció sorprendente, tal y como dije en nuestra visita al Nachi Taisha, que prácticamente no encontramos gente en todos los templos de Kumano Kodo que visitamos y nos pareció raro, la verdad, porque la zona lo merece y porque nos parecen sitios únicos e imperdibles.
Comida en Magic Pierrot.
Nos dirigíamos a nuestra siguiente visita. Encontramos una ciudad de Shingu totalmente solitaria. No sabemos si es por ser Domingo o porqué razón pero no había nada abierto, prácticamente no había nadie por las calles y no sabíamos donde íbamos a comer. Así que fue ver este pequeño restaurante, más bien hamburguesería, y no lo dudamos. Nos acercamos hacia la puerta sin saber si tenían sitio donde sentarse, porque las únicas personas que vimos acercarse, lo hicieron a una especie de mostrador que daba a la calle y se llevaron la comida.
Pero sí, tenían un pequeño local dentro donde nos pudimos sentar y donde vimos más gente que en todo nuestros paseo por Shingu. (Al salir todavía había más gente pidiendo en la puerta y vimos que el local tenía mucha afluencia de gente local a buscar comida para llevar.)
Comimos muy bien, aunque en un principio, con una carta tan amplia no sabíamos ni que pedir. Probamos por primera vez la fanta de… no sabría decir de qué, pero con ese color verde tan intenso daba miedo hasta probarlo. Al final de la comida y como colofón final, un helado con bolitas de colores. Ante todo, vistoso.
Comimos y comimos bien así que ya podíamos comenzar lo que sería la última visita del día: El antiguo Castillo Shingu.
El antiguo castillo Shingu.
Visitamos esta zona más que por el propio castillo, o los restos de él, por las vistas que intuíamos tendría de la ciudad, y del río. Vinimos hasta aquí para poder observar desde algún punto, lo que habíamos visto en el camino, ese color azul intenso del río que contrastaba con las montañas. Intuíamos que desde aquí lo podríamos divisar. Lo que encontramos fue la respuesta a porqué en Shingu no había nadie por las calles: estaban todos aquí, disfrutando del Hanami y del domingo al sol.
Ya de vuelta a la estación del tren, para regresar a Katsuura, paramos en un 7 eleven a coger algo para el largo camino que nos esperaba mañana y para poder desayunar, ya que saldríamos de Katsuura antes de que pudiésemos desayunar en el hotel.
Al lado de la estación nos acercamos a ver el parque Jofuku.
El parque Jofuku.
El pequeño parque Jofuku se encuentra al lado de la estación del tren y merece la pena acercarse hasta él, aunque he de decir que yo pensaba que sería mucho mayor. Es de estilo chino y contrasta bastante con todo lo que llevábamos visto hasta ahora en Japón.
El final del día en Yukai Resort.
Cogimos el tren de vuelta a Katsuura y pasamos el resto de la tarde disfrutando del Onsen, de las instalaciones del hotel y descansando. Volvimos a cenar a las 7 donde encontramos de nuevo una comida riquísima y nos fuimos a acostar. Tocaba volver a descansar ya que nos esperaba un nuevo madrugón y un camino largo hasta Hiroshima y Miyajima.
Gastos del día:
- Bus a Hangu: 1540 yenes (12.25 euros)
- Café Alma: 540 yenes (4.3 euros)
- Bus de vuelta a Shingu: 1420 yenes (11.30 euros)
- Comida en Shingu: 860 yenes (6.84 euros)
Total gastos del día: 34.69 euros.
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