Las Vegas: El museo del Neón

Día completo en Las Vegas con visita al Museo del Neón

En nuestro segundo día completo en Las Vegas, nos dedicamos a recorrer el norte del Strip, desde nuestro hotel, el Harrah´s Las Vegas. Incluyendo la visita al Museo del Neón y un paseo por el Downtown de Las Vegas. Un día de lo más completo.

En nuestro primer día en Las Vegas, habíamos visitado la parte Sur del Strip desde nuestro hotel, el Harrah´s, y hoy nos tocaba hacer el paseo a la inversa. Qué el hotel esté tan bien situado, en el medio del strip, no permitía hacer esto. Pero además hoy teníamos algo más que hacer en el norte del Strip, ya que teníamos entradas reservadas para visitar el museo del Neón.

Cómo organizamos este día

Durante el viaje, había algo que hacía que no estuviésemos a gusto del todo. Había un tema laboral de Tino, por el que podía darse el caso que el día que nos íbamos de Gran Teton a Green River, ellos dos tuviesen que coger un vuelo de vuelta y tener que dejar el viaje a medias. Estuvimos gran parte de nuestros 5 días en Yellowstone preocupados por esto. Nos había prometido, que si finalmente llegábamos a Las Vegas juntos y si ellos no tenían que irse, nos invitaba, para celebrarlo, al museo del Neón. Así que en cuanto llegamos a Las Vegas fue una de las primeras cosas que hicimos, comprar las entradas on line, ya que están bastante solicitadas.

El problema a la hora de reservar las entradas, era que mi intención era hacerlo al atardecer, para verlos tanto de día como de noche. Pero esa posibilidad es difícil de que se cumpla y más cuando estás reservando con tan pocos días de antelación. Tuvimos que coger lo que había. Como te dejan estar una hora, pensamos que quizá a las 6 de la tarde, ya la luz habría bajado lo suficiente como para que se viesen los neones con luz, porque la única opción que teníamos era reservar para las 5 de la tarde o reservar ya la experiencia nocturna.

Desayuno en el Fulton Street del Harrah´s.

Desayunamos, de nuevo, en el Fulton Street del Harrah´s. No nos parecía nada caro el café para ser en EEUU y en Las Vegas, pero tampoco queríamos pagar 40 dólares, como el día anterior por 4 cafés, un muffin y un donuts. Así que lo que hicimos fue comprar muffins en un Target la tarde anterior, y pedir en la cafetería solamente el café.

Desayunamos tranquilamente. No teníamos prisa.

Paseo hacia el Norte del Strip. El Palazzo.

Tras el desayuno, salimos a la calle y pusimos rumbo hacia el Norte del Strip.

En nuestra primera noche ya habíamos visitado el Venetian, y hoy entramos directamente en el Pallazo, con el que comparten edificio, infraestructuras y un poco el diseño, ya que se trata de una especie de palacio italiano.

Mi mapa del viaje en Google Maps.

Os dejo mi mapa del viaje en Google maps, donde además de todos los puntos visitados, tenéis un montón de restaurantes que habíamos seleccionado en Las Vegas para poder comer sin tener que empeñar nada.

El Wynn. Desayunando nuevamente.

En el hotel Wynn, que está a continuación de los anteriores, ya habíamos estado en nuestra visita a Las Vegas de hacía ya 10 años. Habíamos visitado el Wynn porque era donde se realizaba el show La Revé, al que asistimos una noche.

He de reconocer que no me acordaba mucho del interior del Wynn y que nos deslumbró por su diseño, su colorido, sus calles llenas de luz, y sus tiendas de lujo. Aquí teníamos anotado una buena cafetería para desayunar y viendo que el café no es algo que tengan bueno en EEUU precisamente, o que no lo tengan adaptado a nuestro paladar, más bien, decidimos entrar y probar.

Desayuno en el Urth Cafe

Y aunque nuestra intención únicamente era tomarnos un buen café, o al menos probar si realmente era un buen café, terminamos volviendo a desayunar. Tenía todo tan buena pinta que no nos pudimos resistir.

Y efectivamente, las críticas, las buenas críticas a esta cafetería no estaban equivocadas. El café fue el mejor café que tomamos en todo el viaje. Exquisito, sin más. Así que pagamos con gusto los 36 dólares que nos costaron 4 cafés, un croissant y una cookie.

En el Wynn, además, tenían una exposición de coches de alta gama y alguno también de Fórmula 1, así que estuvimos un buen rato de coche en coche.

El Encore Las Vegas.

Al igual que el Palazzo y el Venetian, que están dentro del mismo complejo, el Wynn y el Encore, también y no necesitas salir de uno para de repente, encontrarte que estás paseando por el otro.

Parecen el mismo aunque no lo sea, y aunque el Wynn para mi gusto, es mucho más bonito, el Encore no desmerece nada.

Tras el paso por el Encore, salimos a la calle. El sol había subido y empezaba a pegar fuerte.

A partir más o menos de esta zona, los hoteles ya no están tan pegados ni son tan espectaculares como lo que habíamos dejado atrás, salvo por el Hilton y el Conrad que teníamos un poco más adelante y justo enfrente. Pero parece que llegamos a una parte de Las Vegas de edificios más bajos y más antiguos.

Estuvimos también mirando un rato los coches deportivos que puedes alquilar por horas para recorrer Las Vegas y justo al lado, había una tienda de estas de «todo por menos de 10$» y entramos a echar un vistazo. Y claro, algo compramos.

Circus Circus Las Vegas.

La siguiente visita fue al Circus Circus, un hotel que como su nombre indica, está inspirado en los circos, pero en los circos muy antiguos. Porque este hotel tiene ya bastantes años, y muy mal mantenimiento, por lo que por dentro no nos parecía nada del otro mundo, nos daba la sensación de estar todo sucio y el ambiente tampoco era nada bueno. Así que después de estar un rato paseando por el casino y viendo alguna tienda que en algún tiempo serían algo mejor de lo que son ahora, abandonamos el Circus Circus, con muy mal rollo en el cuerpo.

El Hilton y el Conrad

Justo al lado, y regresando ya de vuelta dirección sur, encontramos el Hilton y el Conrad.

Dos hoteles también con la misma forma y configuración y unidos uno al otro. No tardamos mucho en salir porque tampoco tenían algo que nos llamase tanto la atención, salvo alguna escultura y nos fuimos directos a Tacos El Gordo.

Tacos El Gordo

Había llegado la hora de comer y justo al lado, teníamos Tacos el Gordo. Un local de tacos que está muy recomendado como uno de los lugares para comer en Las Vegas de forma económica. Pero no fuimos capaces de encontrar un hueco para sentarnos, y lo íbamos necesitando ya. Además, la cola era increíblemente larga y decidimos no esperar.

De nuevo en el Venetian.

Nos fuimos de vuelta al Venetian, donde ya habíamos estado en nuestro primer día en Las Vegas, pero esta vez nuestra intención no era otra que la de buscar un sitio donde comer algo de pasta. Y ese sitio lo encontramos en el East Italian.

Comiendo en el Venetian: East Italian

Y en el East Italian como buen restaurante Italiano, comimos una buena pasta con sus correspondientes limonadas, a las que ya nos habíamos aficionado en este viaje.

Precio para los 4, 72 dólares.

Después de la comida, decidimos irnos al hotel a descansar un rato. Aún nos quedaba mucho día por delante y la realidad es que habíamos venido a Las Vegas a descansar, a relajarnos y lo que estábamos haciendo era darnos unas caminatas impresionantes. Así que nos fuimos a la habitación, porque la experiencia de la piscina del hotel que habíamos vivido el día anterior no la queríamos repetir.

Mientras estábamos en la habitación me dediqué a mirar cómo llegar al museo del Neón de Las Vegas. En un principio tenía claro que nos íbamos en Uber, porque al ser 4 no nos salía nada mal de precio. El problema vino cuando me puse de nuevo a mirar el precio para reservar y me salía un precio desorbitado. No lo entendía pero no estaba dispuesta a pagar casi el doble de lo que me salía el día anterior.

En autobús hacia el Museo del Neón

Así que les mandé un mensaje al resto del grupo, para decirles que ir en Uber era inviable y que teníamos que ir en autobús, por lo que, como se tarda más, teníamos que ir pensando en salir. Eran las 3 de la tarde, y teníamos entrada a las 5 de la tarde. Así que salíamos con tiempo.

Y menos mal que salimos con tiempo, porque había unos atascos terribles. Y es que por algo Uber me decía que iba a pagar el doble que el día anterior, porque nos iba a llevar más del doble de tiempo llegar al Downtown de Las Vegas.

Teníamos una parada del Deuce justo delante del hotel. Podéis ver la ruta y las paradas aquí: ruta del deuce de Las Vegas. Compramos un pase de 24 horas, porque el billete individual cuesta 4 dólares, y el billete de 24 horas, cuesta 8 dólares.

En condiciones normales, desde nuestro hotel hasta la parada más cercana al museo del Neón, EB Stewart after 4th, son unos 33 minutos, más 15 minutos caminando. Pero con el retraso que llevaban los autobuses y el atasco que había en Las Vegas, llegamos a la puerta del museo del Neón, pasados 5 minutos de las 5 de la tarde, hora para la que teníamos la entrada.

Fui todo el camino muy preocupada con no llegar a tiempo, pero al llegar a la puerta de entrada, nos explicaron que en realidad puedes entrar cuando quieras durante la hora siguiente a la hora para la que has sacado la entrada, pero tienes que salir obligatoriamente una hora después de la hora que tienes en la entrada. Es decir, que podíamos haber entrado a las 17:55, pero a las 18:00 tendríamos que salir.

Así que sentimos un gran alivio, porque es cierto que el museo es muy llamativo, pero en 20-25 minutos como mucho lo tienes visto. Todo depende de las fotos que quieras sacar

Museo del Neón

El Museo del Neón, situado al norte de Las Vegas Boulevard, más conocido con el Strip de Las Vegas, alberga en su interior unos 200 neones recuperados de antiguos casinos. Fue inaugurado en el año 1996. Y ahora me pregunto ¿porqué conocíamos su existencia en nuestra visita anterior? Viene a intentar explicar, a través de los Neones, la historia de Las Vegas. Una historia de luces, dinero y alcohol, que es lo que viene a ser esta ciudad levantada en medio del desierto de Nevada, que tenía que hacerse notar de alguna manera: y esa manera era con luces de neón.

Y vaya si se hace notar, ya que este punto de luz se puede ver desde la Estación Espacial Internacional.

Con la evolución de la tecnología y las grandes pantallas de luces led, los grandes letreros de neón que se hacían ver en los casinos de Las Vegas, van quedando desfasados y se van cambiando poco a poco. Pero para no deshacerse de ellos, ya que forman parte de esa historia reciente de la ciudad de las luces y del pecado, se decidió, habilitar una zona en el norte, donde recuperar, restaurar y mantener algunos de los más icónicos Neones. Y aquí, en este terreno en medio de la nada, de unos 8000 metros cuadrados, es donde se encuentra «el cementerio de las luces de Las Vegas».

Este museo, además, aparece en algunas películas como ‘Mars Attacks!, ‘Vacaciones en las Vegas’ o ‘Fools Rush In’.

La entrada, es mejor que la adquiráis on line, ya que están muy solicitadas y la disponibilidad muy limitada. La página oficial para hacerlo es: «The Neon Museum«

Downtown de las Vegas: Freemont Street

Después de la visita al Museo del Neón, nos dirigimos a Freemont Street dando un paseo. Teníamos claro que ya de venir al norte de Las Vegas no nos podíamos ir sin pasar por esta zona, donde años atrás ya habíamos estado, habíamos disfrutado de las luces del primer punto de nacimiento de Las Vegas, y habíamos hecho algunas compras.

Esta vez, fuimos dando un paseo, que generó algo de mal rollo. Había policía en cada rincón y eso nos dio un poco de tranquilidad, pero no se veía ni a un solo turista y el ambiente no era muy sano.

Llegamos al Downtown, que estaba lleno de gente. El ambiente de esta zona de Las Vegas es maravilloso: música en directo, grandes luces, un túnel que cubre toda la calle con una gran pantalla donde se van proyectando imágenes, la tirolina que pasa justo por debajo de la pantalla y por encima de nuestras cabezas… vaya, todo un impacto visual, mires por donde mires.

Comimos unos donuts, paseamos, entramos en alguna tienda y decidimos regresar a la zona de nuestro hotel para cenar, ver de nuevo el espectáculo de las luces del Bellagio e intentar ver la erupción del volcán del Mirage.

Cena en el Planet Hollywood: Ocean One

El día anterior habíamos estado investigando sobre los restaurantes que hay en el interior del Planet Hollywood, algunos de los que habíamos visto más económicos cerca de nuestro hotel. Nos decantamos por uno de ellos.

Era nuestra última cena en Las Vegas, y mientras pedíamos las bebidas y decidíamos qué comer, yo hice el check in on line para nuestro vuelo.

Después nos fuimos hasta la zona del Mirage para ver la erupción del Volcán, pero allí no sucedía nada, y tras buscar información vimos que este show estaba paralizado por las obras y acondicionamiento del Strip para el gran premio de Fórmula 1.

Aunque era la última noche, todavía nos quedaba casi un día entero, o al menos una mañana y parte de tarde completa para disfrutar de Las Vegas. Nuestro vuelo salía a las 7 de la tarde y ya unos días atrás habíamos decidido qué hacer en estas últimas horas en Las Vegas. Algo distinto y que había surgido de forma muy casual. Pero eso os lo contaré en el próximo capítulo.

Mi video de youtube de Arches, Canyonlands y Las Vegas.

Si queréis ver lo que cuento en este post, podéis hacerlo en el vlog de mi canal de youtube. Esta es la segunda parte del viaje.