Visita a dos de los lagos más increíbles de Jasper, Medicine y Maligne Lake
Hoy era un día muy especial para nosotros. Estábamos a 14 de Julio de 2024, día en el que no solo teníamos reservada una actividad en Jasper para visitar Spirit Island, sino que era el día en el que la selección española de futbol se jugaba la Eurocopa contra Inglaterra.

Y es cierto que estamos de viaje y normalmente estas cosas no las tenemos en cuenta. Pero no todos los años la selección de futbol española llega a una final y queráis que no estábamos pendiente de ello. El partido tenía lugar por la tarde. Así que teníamos claro que no lo podríamos ver porque por la tarde estaríamos recorriendo los dos lagos más espectaculares de Jasper: Medicine y Maligne Lake.
Se respiraba en Jasper un ambiente de futbol que no podíamos imaginar que existiese allí. Pero incluso por la calle encontrábamos carteles de los locales que iban a retrasmitir en directo el partido. Una pena no haberlo podido disfrutar en uno de ellos, pero teníamos otras cosas más importantes que hacer. Ya tendríamos tiempo para enterarnos de qué había pasado con el partido.
Somos Agencia de Viajes con Licencia AV.240.AS.
Todo lo que se publica en este blog se ofrece de forma totalmente altruista, y basado en nuestra experiencia personal.
Confeccionamos viajes para «nuestros viajeros» de la misma manera que lo hacemos para nosotros, totalmente personalizados para cada caso y en algunos casos con una guía de viaje, similar a lo que veis aquí pero totalmente personalizada para cada viajero y actualizada.
Si necesitáis que os ayudemos con la planificación del viaje, no tenéis más que poneros en contacto con nosotros a través del correo info@viajescallejeandoporelmundo.com o través del formulario de contacto de la web. Os responderemos lo antes posible. ¡Feliz viaje!
Mis mapas de viaje.
Como siempre, elaboro un mapa de viaje en el que pongo todos aquellos puntos que me parecen interesantes y que me ayudan, tanto en la planificación del viaje como, una vez en destino, con la visita a puntos de interés que me llaman la atención. Colocamos también restaurantes y tiendas, que nos viene bien a la hora de seleccionar qué vamos a comer o cenar ese día.
Os lo dejo aquí y recordad que está configurado a capas, por lo que podéis eliminar capas, como la de restaurantes o rutas, y así os quedará un mapa más limpio.
Además, tenéis una guía completa
Reserva de la excursión en barco a Spirit Island (Maligne Lake Cruisse)
Si algo tenía claro cuando iniciamos la preparación de este viaje, hacía ya casi un año, es que una de las actividades que queríamos hacer sí o sí era visitar la isla Spirit. Esta isla se encuentra situada en el medio del lago Maligne y la única forma de llegar a ella es o en barco o remando.
Otra de las cosas que teníamos clara que íbamos a hacer en Jasper, era visitar el Glaciar Athabasca en el Columbia Icefield Glacier Adventure, una actividad que realizamos en nuestro primer día en Jasper.

Cuando comenzamos a mirar estas actividades, la empresa que las gestiona, tenía algunos paquetes interesantes, que incluían estas dos actividades y alguna más, y con las que hacían un descuento importante. Pero cuando llegó el momento de reservarlas, esos paquetes no estaban ya disponibles, así que debíamos reservarlas de forma individual y salía mucho más caro que lo que yo había visto meses atrás. No obstante, como sabíamos que lo queríamos hacer sí o sí, hicimos la reserva. Buscamos además un código descuento, con lo que nos salió un poco más barato.
Pagamos por los paquetes de entradas para los 4, 699 dólares, es decir, unos 175 dólares por persona (unos 119 euros)
Página oficial para reservar esta actividad: Maligne Lake Cruise.
Paseo de mañana por Jasper.
Llevábamos 12 días de viaje, y esta fue al primera noche que dormí bien. El haberme quedado sin cobertura en el móvil hizo que éste no sonase en toda la noche, no me llegase ningún whatsapp de nuestros «viajeros por el mundo» y por fin pude descansar. Es cierto que esto de quedarme sin cobertura móvil es un riesgo, por si alguno de ellos tiene algún problema, pero también es cierto que estaban todos situados en un punto del planeta y que donde mayor problema suele surgir es con los vuelos.

Así que esta desconexión me vino genial para poder descansar.
También el que este fuese el primer día de todo el viaje en el que no teníamos que madrugar, ni teníamos prisa por salir, hacían que el descanso fuese aún mayor.

Habíamos decidido tomarnos esta mañana un poco de relax antes de poner rumbo hacia Medicine y Maligne Lake. De esta forma, aprovechamos toda la mañana, tras un tranquilo desayuno en nuestro apartamento en Jasper, para dar un pase o tranquilo por Jasper.
El «picnic» de hoy o el café de media mañana, en lugar de hacerlo en algún área de algún parque habilitado para ello, lo hicimos en una cafetería de Jasper.

Tras esta parada, y hacer unas cuantas compras regresamos al hotel para recoger el coche y poner rumbo al primer destino de naturaleza del día, el Pyramid Lake.
Visitando de nuevo Pyramid Lake
Aunque Rubén y yo habíamos estado el día anterior viendo el atardecer en Pyramid Lake, no nos importó volver a visitarlo en el día de hoy. Tino y Paula aún no habían estado y no queríamos dejar atrás Jasper sin que ellos pudiesen ver este lago.
Aunque en un principio teníamos pensados levantarnos al amanecer, que es cuando dicen que es la mejor hora para ver este lago, decidimos no hacerlo. Las altas temperaturas de los días de atrás habían hecho crecer unas grandes nubes y estábamos seguros que el amanecer, igual que el atardecer del día de ayer, no iba a quedar muy bien lucido. Así que decidimos no madrugar y aprovechar para descansar un poco, que al menos a mi, falta me hacía.

Llegamos a eso de las 12 de la mañana al Pyramid Lake, que estaba igual de bonito que el día anterior. Sacamos unas cuentas fotos en la zona que tiene la pequeña isla en medio, y a la cual se puede acceder a través de un puente de madera, y cuando ya había pasado un gran rato disfrutando del entorno, regresamos al coche y esta vez sí, pusimos rumbo al Medicine Lake.
Hicimos un par de paradas en el Patricia Lake, donde la orientación del sol era mucho mejor que la de la tarde anterior y aprovechamos para sacar un par de fotos mientras veíamos cómo algunos locales disfrutaban del día.

Comiendo en Medicine Lake
Para llegar a Medicine Lake, debemos tomar la misma carretera que el día anterior nos había llevado hasta Maligne Canyon. Es por ello, por lo que en aquella ocasión os había dicho que lo más habitual es hacer Maligne Canyon por la mañana y Medicine y Maligne Lake por la tarde. Ambos se encuentra en el mismo entorno y en la misma carretera.
Dejamos atrás el parking del Maligne Canyon y continuamos por la preciosa carretera de la que se dice es una de las carreteras por las que más vida salvaje se puede ver. A día de hoy llevábamos ya 3 osos vistos, y estábamos deseando ver alguno más. ¿Sería esta la ocasión ideal para hacerlo?
Era medio día, y no es que fuese la mejor hora para ver un oso, así que no, en esta ocasión no nos cruzamos con ninguno. A ver si en el trayecto de vuelta, cayendo ya el atardecer o con el sol más bajo, teníamos más suerte. Por el momento, la suerte fue llegar al aparcamiento del Medicine Lake y encontrar una de las mesas de picnic libre. Así que nos hicimos con ella, y preparamos la comida con vistas a uno de los lagos más bonitos de Jasper.
Medicine Lake, el lago más bonito de Jasper
He de decir que me costó mucho sentarme a comer. No podía dejar de mirar lo que tenía ante mi. El maravilloso lago Medicine, el más bonito de todos los que habíamos visto, no solo en Jasper, sino en todo lo que llevábamos de viaje.

El Lago Medicine nos sorprendió con un día totalmente despejado, lo que hizo, que la luz que había a esta hora, nos dejase unas imágenes totalmente de postal. Una lago de un color azul tan intenso que parecía irreal.
Después de comer y recogerlo todo, ahora si, era el momento de disfrutar de este lago como se merece. Sacamos mil fotos, bajamos las escaleras y continuamos caminando por los senderos, buscando sitios de una mayor tranquilidad si cabe.

Hemos de decir, que pese a que estábamos en plena temporada alta, hoy era 14 de Julio, no habíamos encontrado grandes aglomeraciones de gente en ninguno de los sitios. Pudimos disfrutar de todos con tranquilidad y en algunos, incluso, en soledad. Esto fue algo que nos llamó mucho la atención porque no creíamos que fuese a ser así y pensábamos encontrar a muchísima más gente en todos y cada uno de los parques que habíamos visitado hasta ahora, pero sobre todo, esperábamos encontrar mucha más gente aquí, en Jasper National Park.


El Medicine Lake es un lago misterioso, ya que durante una época del año desaparece, y solo se deja ver durante el verano. Se encuentra situado sobre una zona de cuevas de piedra caliza. La porosidad de estas piedras, y la formación de estas cuevas, hace que el agua del Medicine Lake se drene fácilmente. Es por ello que mientras que se produce el deshielo durante el verano, el agua se acumula en el Medicine Lake antes de continuar su camino hacia el Maligne Lake. Pero cuando llega octubre y el deshielo cesa, el agua empieza a drenarse y desaparece, volviendo a aparecer 16 kilómetros más abajo.

Así que hasta la primavera siguiente, el Medicine Lake desaparece y se convierte en una gran marisma, dejando un paisaje totalmente distinto al que estamos contemplando en el día de hoy, en pleno verano, con el deshielo en su máximo apogeo y con el Medicine Lake en su mejor momento.
Maligne Lake, esperando la hora del crucero
Aunque nos costó mucho despedirnos del Medicine Lake, era hora de coger de nuevo la carretera y continuar nuestro viaje hacia el Maligne Lake. Es cierto que teníamos tiempo de sobra, pero circulando por este tipo de carreteras de montaña y con mucha vida salvaje, nunca tendremos claro cuanto tiempo nos va a llevar un trayecto. Así que preferimos no arriesgar y empezamos a recorrer el camino que nos llevará al embarcadero del Maligne Lake.
Y si, hicimos alguna parada, pero no por un avistamiento de oso, sino por que nos encontramos con algún águila que intentamos fotografiar sin mucha suerte.
Y con un Alce, que veíamos muy cerca y en una zona despejada. Algo raro para lo que llevábamos viendo hasta este momento.


Cuando llegamos al parking del Maligne Lake, nos dimos cuenta que aquí si había gente. O había mucha gente o el parking no es tan grande como para albergar a todo el mundo que llega hasta este lago, la mayoría, para hacer lo mismo que vamos a hacer nosotros: coger un barco, navegar por el lago y llegar a Spirit Island.

Al igual que nos había pasado en el Parque Nacional Yoho, cuando llegamos al parking del Emerald Lake, aquí nos pasó algo similar. Según estábamos en el parking, avanzando muy lentamente, porque no podemos pararnos pero tampoco hay sitio para aparcar, justo cuando llegamos al lado opuesto del parking, vimos que uno de los coches iba a salir. Así que volvimos a tener una gran suerte y aparcamos sin problema.

Recordad que en Canadá, y a diferencia de lo que habíamos visto el año anterior en los Parques Nacionales de Yellowstone o Glacier, aquí, no se puede aparcar ni parar si no hay zona habilitada para ello.
Cuando aparcamos el coche aún nos quedaba una hora para que saliese el tour que teníamos contratado desde hacía ya muchos meses. Así que cómo teníamos aún tiempo y allí mucho que hacer tampoco había, decidimos tomar un café mientras conseguíamos conectarnos a la red wifi de la cafetería para intentar ver cómo había quedado España en el partido de la Eurocopa.

Solo uno de nosotros consiguió conexión, pero lo suficiente para enterarnos de que ¡habíamos ganado!. No nos lo podíamos creer. Así que allí mismo, mientras degustábamos el café, fuimos viendo los mejores momentos del partido, mientras algún que otro turista se acercaba a mirar y a darnos, por supuesto, la enhorabuena.
Por los cafés pagamos 20 dólares canadienses (4 cafés), 13.45 euros.
Crucero hacia Spirit Island.
Y llegó el momento en el que nuestro crucero a Spirit Island iba a salir.
La experiencia en barco hacia Spirit Island, tiene dos modalidades distintas: la clásica, que tiene una duración de 1 hora y media y que te permite estar en Spirit Island unos 15 minutos. Y la Premium, que sale solo a las 5 de la tarde, es la última salida del día, y tiene una duración de 2 horas, donde lo único que cambia es el tiempo que puedes estar en tierra.
Nosotros escogimos la última salida «Clásica» del día, la de las 4:45 p.m. De forma que la luz sería la misma que la de la última salida, solo que con la diferencia de que estaríamos pisando tierra, media hora menos. Nos conformábamos con esto.
El crucero parte de forma muy puntual y un guía, en inglés, te va contando todo lo que es la historia del lago y la historia de los cruceros. También cuenta muchas anécdotas y responde dudas y preguntas.

Una de las preguntas más interesantes que se formularon fue el porqué había tanto bosque quemado. Recordad, que estábamos a 14 de Julio y aún no se habían producido los grandes incendios de este año, que arrasaron e hicieron evacuar a todo Jasper y cerraron la temporada en el parque. Esto ocurría tan solo 10 días después de haber pasado nosotros por allí.
Pero esta pregunta, y su respuesta, me parecieron de lo más interesante. Es cierto que llevábamos todo el viaje, no solo aquí, sino también en Glacier National Park en EEUU, y en muchos de los parques nacionales de las Rocosas Canadienses, sobre todo en la zona de Jasper, habíamos visto grandes extensiones de bosque quemado. La explicación que nos dio el guía, sirve para que, si ya de por si un incendio es impactante y destroza durante muchos años todo lo que toca, aquí, en este terreno y en este ambiente, el impacto es mayor aún.

Nos explica, que la mayoría de lo que estamos viendo en estos momentos ocurrió durante un incendio hace casi 30 años. Nos explica un poco todo esto, que si ya de por si un incendio causa daños que tardan muchos años en ser reparados, aquí, el tiempo que se necesita es mucho mayor. El que toda la zona permanezca bajo la nieve durante 10 de los 12 meses del año, hace que el ritmo de recuperación sea infinitamente menor al de cualquier otro sitio en el que esto no ocurre. Descorazonador. Sin más.
Esto, viene a explicar, porque vemos tanto terreno quemado. Y es que no es que todo se hubiese quemado en un solo incendio, sino que como no se recupera, año tras año, incendio tras incendio, el bosque que vemos quemado es cada vez mayor.

El crucero hacia Spirit Island es una de esas experiencias para vivir en Jasper que deberían ser imprescindibles. No por el crucero en si, que también, por todo lo que te explican y todo lo que te cuentan, sino porque el paisaje es abrumador. Navegando por un lago, en medio de las altas montañas de las Rocosas Canadienses, viendo bosques, glaciares, cascadas… sin duda, es una experiencia única y altamente recomendable.
15 minutos en Spirit Island
15 minutos es el tiempo que tuvimos disponibles una vez que llegamos a Spirit Island. Y puede parecer poco, pero cuando pones un pie en tierra y empiezas a percibir todo lo que te rodea, si bien es cierto que pierdes la noción del tiempo, lo tienen tan bien organizado y cuando te has dado cuenta has pasado ya por todos los miradores y estás de nuevo en el punto de inicio, justo 15 minutos después de haber comenzado la experiencia.

Y si, parece poco y es poco, pero suficiente. Sin estresarnos bajamos del barco, nos despedimos del guía, y empezamos a recorrer el pequeño sendero que te lleva a una serie de miradores. Y es que lo que hay que ver aquí, es esta imagen. Una de las imágenes más icónicas de Jasper, sin duda alguna. Una pequeña isla, al lado de la rivera del Lago Maligne, con todas las montañas Rocosas como telón de fondo de la que es, sin duda, una imagen de postal.
Regresando a puerto
15 minutos después nos subíamos de nuevo al barco, totalmente satisfechos con la experiencia. Yo me pasé gran parte del viaje de vuelta fuera, en la parte de atrás del barco. Quería retener en mi memoria esta imagen tan idílica, mientras el barco regresaba a puerto y las montañas y el paisaje se hacían cada vez más pequeñas.
Así dimos por concluida esta experiencia, que si bien no es nada barata es muy satisfactoria y nos arrepentimos para nada de haberla hecho. Nos costó: 82 dólares canadienses por persona, menos el descuento que nos hicieron de 12.3 dólares, y la ecotasa que hay que pagar por cada actividad de 1 dólar. En total: 70.7 dólares canadienses

Varios osos nos sorprenden en el camino de vuelta
El camino de vuelta fue lento porque fue muy entretenido.
Ya os comentaba que esta carretera es conocida por tener una gran actividad de vida salvaje, y hemos de decir que es cierto. Si bien en el camino de ida no habíamos visto ningún oso pero la hora tampoco era la adecuada, ahora, con el sol ya más bajo, parecía que salían a pasear.
El primero de los osos que vimos nos pilló un poco de sorpresa. Mira que siempre íbamos mirando y observándolo todo para intentar ver alguno, pero justo habíamos perdido la concentración, íbamos hablando cuando de repente, vemos un «algo» negro al lado de la carretera. Y sí, ¡era un oso!. Cuando ocurre algo así el corazón se acelera y te pones a mil. No sabes que hacer, si sacar alguna foto, si grabar algo de video o si simplemente disfrutar del momento. Pero es cierto que tuvimos tiempo para todo.

El oso iba tranquilamente caminando paralelo a la carretera y nosotros hicimos lo propio. Recordad que no se puede parar el coche y aunque mucha gente lo hace, lo normal es seguir, muy despacio, pero sin llegar a detenerte. Aunque claro, es normal parar porque los de delante también llegan a parar. Cuando nosotros nos encontramos con el oso, no había nadie, pero poco a poco lo coches fueron apareciendo. Como no podíamos parar, lo suyo es, cuando ya no tienes visión, dar la vuelta, y volver a pasar de nuevo. Además, dando la vuelta, teníamos el oso mucho más cerca y se veía mucho mejor.

Pero este no fue el único encuentro con un oso que tuvimos este día y en esta carretera. Justo cuando estábamos llegando al parking de entrada al Maligne Canyon que habíamos visitado el día anterior, vemos una furgoneta parada. No sabemos muy bien qué hace. En principio creemos que puede ser un oso, y nos ponemos en alerta. Al rato vemos que no, que estaba esperando a que cruzase un coche que en ese momento entraba a la carretera de acceso al parking. La furgoneta se pone en marcha y continua el camino.
En ese momento, entre los árboles, veo moverse algo negro y le digo a mi hermano, que en ese momento iba conduciendo, que había un oso entre los arbustos, que fuese muy muy despacio, que se metiese en la carretera de acceso al parking y que se situase cerca de una especie de zona más despejada que había más adelante. El haber hecho tantos safaris tenía que notarse.

El oso camina, muy despacio, y sabemos que va en esa dirección así que cuando se acerque a la zona despejada, lo veremos. Como estamos en el acceso al parking, tenemos más facilidad para movernos menos o pararnos un poquito. El oso sigue caminando y nosotros avanzando con él. En este momento ya varios coches más se han percatado de la presencia del oso y nos van acompañando. Le digo a mi hermano que avance muy muy despacio y en un momento dado le digo que se pare. El oso quiere cruzar y la va a hacer en cuanto vea un hueco.
Al parar el coche, el oso se nos va acercando poco a poco pero sin parar, ni nos mira, pero nos cruza justo por delante. Se va al otro lado de carretera y vemos que se dirige hacia el parking del Maligne Canyon. En esta zona, como ya vimos el día anterior, hay mucha gente. No solo porque es el comienzo de la ruta, sino porque hay un hotel, un hostal y hasta un camping, creo recordar.

Vemos que vienen varias personas en bicicleta, así que alguien les avisa, y un coche se pone en medio, entre el oso y los chicos de la bici, evitando así cualquier tipo de accidente porque los de las bicicletas ni se habían percatado de su presencia. En una cola de coche seguimos avanzando a la vez que avanza el oso. Vamos hasta el parking, damos la vuelta y volvemos sobre nuestros pasos, en dirección contraria, mientras seguimos observando como el oso se mete entre los árboles, pero justo al lado del hotel de Maligne Canyon.

En este punto decidimos ya continuar con nuestro viaje hacia Jasper, totalmente satisfechos con la experiencia que habíamos vivido esta tarde en la Maligne Road.
A todas estas, en medio de toda la emoción, también vimos un alce entre los árboles, pero se veía bastante mal, había demasiada rama, y además era hembra, no tenía cuernos y por tanto no era tan llamativa y vistosa como lo son los machos.
Cenando, de nuevo, en L&W restaurant.
Al llegar a Jasper, y después de una ducha rápida, fuimos por segunda vez a cenar al L&W Restaurant.
En nuestro primer día en Jasper habíamos cenado ya en este restaurante griego. Aquel día supimos que no sería la única vez que cenaríamos aquí. Nos había encantado y prometimos regresar. Y como lo prometido es deuda, en nuestra última noche en Jasper, volvimos a cenar en este increíble restaurante. Y volvimos a cenar muy bien, y por ello podemos recomendarlo con la total seguridad de que quien vaya, cenará de lujo.



Esta vez comimos 2 platos de pasta, una moussaka y un pollo a la roma. Para beber, una jarra de limonada. En mi caso pedí una pasta con albóndigas que estaba de muerte. Y pagamos en total, 109 dólares canadienses, propinas ya incluidas. Es decir, unos 74 euros al cambio por los 4.
Con este gran cena y un paseo por Jasper, dimos por concluidos los días que pasamos en este parque Nacional que nos dejó impactados.
Al día siguiente teníamos que madrugar, porque poníamos rumbo a Banff pero atravesando la icónica carretera Icefield Parkway donde nos quedaban un montón de sitios increíbles por ver, esta vez en la zona sur.
Nuestro alojamiento en Jasper
Cuando decidimos que pasaríamos 4 noche en Jasper, teníamos claro varias cosas: una era que nuestro alojamiento tenía que estar ubicado en la propia ciudad. Hay mucha gente que se aloja en otros pueblos, pero nosotros, aquí, queríamos estar céntricos, con opción para ir a cenar cada día a un restaurante. Además, queríamos tener cocina, para poder desayunar tranquilamente antes de salir, e incluso, si no nos apetecía salir a cenar, hacerlo aquí.

Al reservar con mucho tiempo y sobre todo al ser 4 personas, no nos salió tan caro como podría parecer. Además, pensando en el cómputo general del coste del viaje era perfectamente asumible. Así que reservamos un apartamento, con cocina, dos habitaciones y un baño. El hotel e de estilo motel americano, de dos pisos, donde aparcas el coche casi delante. Además, tiene todos los servicios posibles, ya que si te apetece no salir y cenar, tiene un pequeño restaurante, tiene también spa, y piscina. También tiene una sala para hacer la colada. Todo lo que vimos era un plus para decidirnos por quedarnos aquí.

El apartamento tenía dos plantas. En la planta de abajo estaba la cocina, abierta a un pequeño salón, con una pequeña terraza, una habitación con cama doble y un baño.
En la parte de arriba, en la bajo cubierta, había otra habitación con 3 camas pequeñas, donde nos quedamos Rubén y yo. Estuvimos muy cómodos y estaríamos en general más cómodos si no hiciese la calor que hacía esta temporada en Canadá.

(Recordaros que estábamos sufriendo una importante ola de calor, para lo que en general no están preparados en esta zona. El apartamento tenía calefacción e incluso chimenea, pero no había aire acondicionado, claro. Nos apañamos estos días con unos ventiladores, los que había en el apartamento y uno más que nos dejaron en recepción porque con los que había no era suficiente para mover el aire, sobre todo de la parte de arriba).

Ciertamente, nos encantó la experiencia y volveríamos a repetirla sin duda alguna.

Viaja con nosotros
Si quieres que te ayudemos a organizar un viaje igual a este o parecido, por libre o con agencia receptiva, o que simplemente te coticemos los hoteles que hayas elegido, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, haremos de tu sueño una realidad.
Callejeando por el Mundo es un blog de viajes propiedad de Viajes Callejeando por el Mundo, agencia con licencia AV-240-AS.