Eran las 9 de la mañana y el bochorno en Bangkok era insoportable. Habíamos estado en muchos países, con mucho calor, pero este bochorno solo lo recordábamos de Kuala Lumpur y sabíamos que no iba a ser fácil visitar la ciudad en estas condiciones y sin haber dormido. Además nos íbamos a enfrentar al mayor mercado de Tailandia y a uno de los mayores mercados de Asía, además de uno de los más conocidos del mundo.
Tras dejar las maletas en el hotel, como comentamos en el artículo anterior, pasamos a tomar una pink limonada en el Coffee Dream que quedaba cerca del hotel. Así, con el aire acondicionado y el refresco, conseguimos que el alma nos volviera al cuerpo. Aquí nos pusimos por primera vez en contacto con la familia y a través de las redes sociales y había quien ya nos decía «no os queda nada», refiriéndose al calor y al bochorno, y razón no le faltaba.
En el camino hacia la parada del BTS ya nos íbamos fijando en la cantidad de cosas que nos iban a llamar mucho la atención en este país hasta que se convirtieron en habituales y pasaban desapercibidos.
Si lo raro es que nadie se electrocute, jeje. Nos llegamos a preguntar ¿y como hará el pobre hombre que va a arreglar la avería para saber de que cable se trata? Por que esta imagen no ilustra del todo las marañas de cables que llegamos a encontrar.
Nos dirigimos a la parada del BTS que nos quedaba más cerca: Surasak. Ya teníamos controlado el funcionamiento del mismo, que era similar al del tren que os comenté en el artículo anterior pero en este caso en lugar de con moneda es con tarjeta. Las máquinas expendedoras solo funcionan con monedas con lo que antes de sacar el billete debes cambiar. Hay oficinas de cambio. Nosotros al ser 4, imaginaros ir cambiando 200 bahts en monedas y llevar un puñado de ellas. Para saber el precio y el billete que tienes que comprar, hay que mirar en unos paneles, buscas la parada a la que vas y sobre ella verás un número grande. Ese número es el importe del billete. En la máquina, pulsas sobre ese importe, añades las monedas y recoges la tarjeta y el vuelto. Así de fácil.
Después solo tienes que pasar la tarjeta por la máquina y esperar a que el torno se abra. Si lleváis equipaje podéis pedirle al de seguridad que os abra la puerta y muy amablemente lo hará. Si os ve llegar, lo hará antes de que vosotros se lo pidáis.
Pues tras un trasbordo llegamos a Chatuchak (parada Mochit del BTS). Y allí no hay pérdida, porque al bajarte del BTS se ve perfectamente hacia donde tienes que ir.
Cuando nos bajamos el tren todo nos parecía fotografiable, todo era nuevo para nosotros y todo era tan vistoso.
El mercado de Chatuchak está situado sobre una extensión de terreno de unos 100.000 metros cuadrados y tiene más de 15.000 puestos. Vamos la cuenta para alguien como yo a la que le encantan los mercadillos, esto es como para perderse. Tened en cuenta que llevábamos ya casi 48 horas sin dormir y con este bochorno, el mercado podría convertirse en algo mortal. Pero lo llevamos bastante bien, lo único que no podíamos hacer era estar mucho tiempo fuera de los puestos porque el sol abrasaba y el calor era insoportable.
Paseamos por la multitud de estrechos pasillos del mercado. Es increíble la cantidad de cosas que puedes encontrar aquí. Eso sí, no estábamos en condiciones de empezar con el regateo.
El único inconveniente que tiene este mercado es que solo abre los fines de semana por lo que en ocasiones se hace difícil cuadrarlo para poder ir un día que no sea el que llegas, como nos pasó a nosotros. Estoy segura de que si lo hubiéramos visitado otro día, no solo lo hubiéramos vivido de otra manera, sino que hubiéramos comprado y dejado la cartera seca. Pero como el día no se daba mucho a compras solo paseamos, sacamos fotos, y seguimos paseando y sacando fotos. Al final, cambiamos dinero y lo hicimos a 44.18 bahts el euro, un cambio muchísimo más propicio que el del aeropuerto.
Pero de poco nos sirvió porque al final y pese a que vimos alguna cosa interesante, decidimos no enfrentarnos al regateo y dejarlo para otro mercado.
(Aviso, nosotros intentamos evitar la zona de animales. El mercado está estructurado por zonas. Zona de souvenirs, zona de cosas para la casa, zona de complementos, zona de animales y mascotas… No solo intentamos evitar esta última por el tema de enfermedades que trasmiten y demás, sino que también evitamos la zona de la comida. Creímos que hoy no era el mejor día para ver determinadas especialidades culinarias como los gusanos, o los saltamontes. Definitivamente este no era el mejor día).
No nos íbamos a ir de Chatuchak, el primer día en Bangkok sin probar ninguna fruta. Así que escogimos la primera que vimos y resultó ser algo así como una manzana verde con sabor a pera ácida. Una cosa extraña pero rica.
Como ya no aguantábamos más de calor nos refugiamos en un bar donde, solo con el ventilador ya parecía que empezábamos a respirar. Unas cocacolas (20 bahts), un agua (10 bahts) y un frappe (40 bahts) fue lo que usamos para entrar en «frío», jeje. Largo rato estuvimos allí sentados, contemplando el ir y venir de la gente y decidiendo cual sería nuestro siguiente paso.
Como se acercaba ya las dos de la tarde decidimos regresar al hotel. Nos hacía falta una buena ducha, y como no un buen baño en esa piscina en las alturas.
Aunque la foto anterior parezca que Bangkok está como si lo hubieran bombardeado, realmente nos llamó la atención la cantidad de contrastes que hay en esta ciudad. Fijaros en la foto anterior y en la siguiente. Tan pronto ves zonas, que la anterior está en construcción o rehabilitación pero podría no estarlo, y por otro lado ves esos espectaculares rascacielos que tanto llaman la atención.
El hotel escogido en Bangkok fue el H-Residence, del que no teníamos muchas referencias más allá de las de Tripadvisor y poco más. Pero no se encontraban referencias en foros de nadie que hubiera estado en este hotel. Al final nos decidimos por él porque la relación calidad/precio, o al menos por las fotos, era muy buena.
Después de haber estado en el hotel puedo decir que lo recomiendo al 100%. El hotel es más que adecuado para pasar unas noches en Bangkok y más cuando vas exclusivamente a ducharte y a dormir. El hotel está limpio y aunque las habitaciones no nos muy amplias son suficientes. Lo mejor, el precio: 54 euros por 3 noches.
La única pega: Las fotos que salen en la página del hotel no son ni primas hermanas de lo que es en realidad:
Fotos reales de la habitación del hotel:
Imágenes de mi reserva:
Es evidente que no me esperaba que por ese precio la imagen de la reserva fuese la correcta, pero por más imágenes que busqué en internet ninguna se asemejaba ni por mucho a la foto de nuestra habitación. Al menos, esperábamos una ligera similitud.
En cuanto al hotel en sí, como he dicho, por el precio estaba muy bien. Sobre todo agradecimos mucho la piscina para darnos unos baños cada día y ver el atardecer desde la misma.
Una vez que nos refrescamos volvimos de nuevo al BTS y nos dirigimos a la zona de los centros comerciales de Siam. Entramos en el Siam Center y tras dar dos vueltas decidimos comer allí mismo. Comimos en el Food Republic del piso superior. Allí la forma para comer funciona de la siguiente manera. Son puestos, al estilo de la calle pero en el interior del centro comercial. En la caja, te dan una tarjeta (por la que te cobran 10 bahts a modo de señal, que te devolverán cuando devuelvas la tarjeta). Ahí metes el dinero que quieras y vas puesto a puesto escogiendo lo que quieres comer. Como llevábamos mucho sin comer nada decente comimos varios platos y a cada cual estaba más rico. Los platos que nos comimos tenían precios entre los 40-60 bahts. Lo más caro, las bebidas, pero en total pagamos unos 505 bahts por los 4. Ya digo que comimos mucho y bebimos más e incluso los golosos se fueron a por los postres. No se porqué pero en la mayoría de los viajes, la primera cena suele ser la más abundante. Llegábamos con mucha hambre.
Los platos estaban exquisitos todos. Y por eso, repetimos.
Después de semejante comilona nos encontrábamos con fuerzas para enfrentarnos al MBK del que nos llevamos una gran decepción, opinión que cambiaría con los días (y es que no se puede ir a estos centros comerciales, tan abarrotados de puestos, después de llevar… ya no se ni cuantas horas sin dormir).
En el MBK nos encontramos con un mercadillo a lo grande en forma de centro comercial. Puestos, y puestos y más puestos… incluso algún piso parecía una tienda de Chinos, a lo grande. La verdad es que estábamos abrumados, por lo que después de unas cuantas vueltas salimos de nuevo al sofocante calor exterior.
Nos encontramos con un Starbucks y como Paula es tan fanática de ellos entramos. Así aprovecharíamos para refrescar un poco, descansar de tanta pateada por los centros comerciales y aprovecharíamos la red wifi (que nunca llegó a funcionar). Hubo quien se dormía encima del café así que aquí decidimos concluir el eterno día. Habíamos perdido ya la noción de la cantidad de horas que llevábamos levantados. Pagamos por 3 cafés lo mismo que por comer. Que pasada de precio. No volvimos a entrar en ningún otro. Al final los cafés locales saben mejor y eran mucho más baratos.
Como estábamos ya cansados y había anochecido, nos fuimos al hotel, pasando antes a comprar algo de comer a un 7-eleven por si nos entraba el hambre en algún momento.
A las 9 de la noche estábamos ya dormidos y al menos yo, dormí como un niño….
Gastos del día:Transportes en BTS: Unos 120 bahts.Refrescos en Chatuchak: Unos 20 bahts.Comida en Siam Center: 505 bahts / 4: Unos 125 bahtsSturbucks: Unos 125 bahts.
Total del día: Unos 10 euros como mucho contando lo que gastamos en el 7-Eleven.
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15 Comentarios
Que pasada de contrastes! Y que colorido!
Eso si vaya día mas duro…aguantasteis como campeones la pedazo tirada non stop
No lo sabes tu bien, Verónica, el día fue lo más largo que recuerdo… jaja.
Un besito.
Me encanta!!! Había oído hablar de este mercado pero no me imaginé que sería tan colorido!! Qué chulo!! Y las fotos una pasada como siempre 😉
Gracias, Regina, me encanta que te gusten. La verdad es que colorido es un montón e ir por ese entresijo de callejuelas fue todo una aventura. Es una visita obligada.
Un saludo.
Me encantaría volver a Tailandia, estuvimos 15 días y se me hicieron muy cortos. Seguiré leyéndote para revivir un poco nuestro viaje hace ya 10 años!!!
Creo que lo verías todo muy distinto y creo que te llamaría la atención las diferencias. Te lo digo porque había leido mucho en blog de gente que había ido hace unos tres años y la diferencia ya es abismal, pero sigue siendo igual de bonito (lo que creo que cambia es la sonrisa de la gente…).
Un beso.
Qué buena pinta tiene la terraza del hotel y el precio me ha parecido muy bueno. A mi también me gustan los mercados pero reconozco que lo del regateo no lo llevo nada bien. Lo he vivido en Túnez, Egipto y China y estoy segura que siempre he acabado pagando de más. Debisteis destrozar la cama por la noche, menudo cansancio llevaríais…
Un abrazo!
Anna, la terraza realmente es la zona de la piscina. La verdad es que era una pasada salvo porque tienen una zona para una especie de bar en la azotea que aún no está construido. Pero la puesta de sol desde ahí… una pasada. Lastima que no lleváramos la cámara este día. Un beso.
Que fuerte lo de las fotos del hotel! Aunque aún así estuviese bien a mi me parece todo un engaño que puedan publicitar esas fotos y que luego la realidad no se parezca en nada…
Muy fuerte, Laura, porque además, si miras la página web del hotel, no hay nada que se le asemeje. Eso si, la zona de la piscina, tal cual, pero el resto….
María sigo tu viaje con emoción!! Creo que eres una gran narradora, muy honesta y eso me gusta. Espero la siguiente entrega! Un abrazo,
Marina
Marina, me alegra mucho leer este comentario. Muchísimas gracias por dejarlo, porque por comentarios como este seguimos cada día con el blog. Espero seguir leyéndote por aquí.
Un abrazo fuerte fuerte!!
Yo llego este sábado a las 7 de la mañana a Bangkok y también me planteo ir a visitar el mercado de Chatuchak después de dejar las cosas en el hotel. Como lo ves? Mucha gente no me lo recomienda, pero al ver que tu lo hiciste. Que piensas? Es que es la única opción de poder ir ya que al día siguiente me gustaría ir al mercado de Amphawa
Pues mira, nosotros lo hicimos y bien. La verdad es que al ser mercado lo tienes fácil, cuanto te canses te vas. Nosotros nos fuimos al medio día y fue suficiente. Si es el único día que tienes ve, porque aunque es grande, como te digo, es un mercado, con lo que no tienes que verlo obligatoriamente todo, lo que por otra parte es imposible, así que con tranquilidad. Vete.
Muchas gracias, la verdad es que me dejas más tranquila 🙂