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Hoteles con encanto de Asturias

Si hay algo que nos encanta es descubrir lugares de ensueño, que tengan algo distinto, que te inviten a olvidarte del mundo por unos momentos. Este año, el año en el que la pandemia nos invadió y nos limitó, entre otras muchas cosas, los movimientos, tuvimos claro que teníamos que hacer algo muy especial en nuestra tierra.

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Así que aprovechamos la reserva que teníamos para visitar el Parque Natural de Muniellos (recordad que hay que pedir cita previa con bastante tiempo) para pasar una noche en el Parador Monasterio de Corias.

Yo había visitado este Monasterio hace muchos muchos años, cuando aún no era Parador, y tenía muchos recuerdos. Pero una vez allí vi que mis recuerdos no eran perfectos, pero de lo que no me había olvidado era de sus patios interiores.

Reservamos una habitación en el Parador, y al entrar nos sentimos entusiasmados por estar, no solo en un entorno único y privilegiado, sino en un lugar maravilloso, especial y que invitaba a quedarse.

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El Parador Monasterio de Corias.

El Parador Monasterio de Corias se encuentra situado a escasos dos kilómetros de Cangas de Narcea y en un entorno natural, montañoso y lleno de encanto. A su lado, un puente romano, que si te fijas bien, verás que aún se mantienen las rodaduras de los coches de caballos.

Es uno de los Paradores más grandes de España, pero además, merece la pena pasar una noche porque el Monasterio fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional y además, fue elegido por los lectores de la revista Conde Nast Traveler, como el mejor hotel no urbano del país. Así que teniéndolo tan cerca ¿Cómo no íbamos a aprovechar la oportunidad de pasar una noche aquí?

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El Monasterio como tal, está fechado en el S. XI, época en la que unos acaudalados condes (Piloño y Aldonza) al verse sin descendencia que heredar (sus cuatro hijos habían muerto a edades tempranas) decidieron donarlo a los monjes benedictinos y así nace el Monasterio.

La forma actual del Monasterio data del S.XVIII, cuando tras un incendio fue reformado y adquirió su tamaño actual.

Toda la historia, maquetas de la evolución y demás, se puede ver en el Museo que hay en el sótano del Parador.

Visitas guiadas por el Parador.

Todos los días a las 10:30 de la mañana puedes apuntarte a la visita guiada por el Parador Monasterio de Corias. La visita es totalmente gratuita y no es necesario reserva. Tras la visita que dura una media hora, puedes acceder a la Iglesia del Monasterio cuya única visita se puede hacer a las 11:00. Nosotros en esta ocasión no pudimos hacerlo.

Esta visita sí tiene precio: 4 euros. Dura 45 minutos y los sábados se puede hacer también a las 6 de la tarde.

Consultad estos datos con el Parador antes de organizaros, porque pueden cambiar.

Las habitaciones del Parador Monasterio de Corias.

Llegamos al Parador pasadas las 4 de la tarde, tras haber pasado una maravillosa mañana de paseos por la cercana Cangas de Narcea. El check in fue muy rápido, ya que en parte lo habíamos hecho on line, así que sólo nos quedaba coger las llaves de nuestra habitación y descubrir lo que había tras las grandes puertas de madera de acceso.

Al entrar en la habitación me llevé una grandísima sorpresa. No me esperaba para nada lo que nos encontramos. Una habitación de grandes dimensiones donde teníamos de todo lo que se puede esperar de un hotel así, de esta categoría y en una habitación superior. Un gran salón donde además del sofá (que se puede convertir en cama supletoria) tenemos varias butacas. Encima de la mesa unas rosquillas artesanas (bonito detalle de bienvenida) y una botella de agua gratuita.

Esto nos permitió, además, tener con qué desayunar al día siguiente antes de salir hacia Muniellos. Aunque se habían ofrecido a hacernos un desayuno pic nic para llevar.

En la habitación, además, disponíamos de una cafetera Nespresso, que últimamente nos estamos acostumbrando a ello en todos los hoteles a los que vamos, algo que es de agradecer porque te permite tomar algo caliente, sobre todo en días del frío invierno. A nosotros esto nos permitió también poder tomar un café antes de salir hacia la Reserva Natural de Muniellos.

La habitación es increíblemente bonita, y los empleados de recepción nos comentaron que todas las habitaciones tienen un diseño distinto. Incluso pudimos ver algunas, como la una de las habitaciones estándar, más pequeña que la nuestra pero con una decoración muy bonita.

Los salones del Parador Monasterio de Corias.

El parador tiene 7 salones, unos más grandes que otros, pero todos perfectamente decorados muy al estilo de un Monasterio. Todos tienen nombres muy asturianos pero sin lugar a dudas el que más llama la atención es la Biblioteca. He de decir que a mi las bibliotecas me fascinan, así que estar en un lugar así, es francamente maravilloso.

Muchos de estos salones son utilizados para recepciones, eventos y bodas, así que espacio hay de sobra para utilizarlo como cada cliente requiere.

El salón rojo, es donde normalmente se sirven los desayunos, aunque en la actualidad (año 2020) se sirven en el restaurante y a la carta, por motivos de seguridad sanitaria.

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Los Patios Interiores.

El Parador Monasterio de Corias tiene dos patios interiores, de los que sin lugar a dudas hay uno que destaca sobre los demás: el Claustro procesional. En él hay un árbol distinto a los que podrás ver por la zona: una Araucaria. Se trata de un árbol traído de ultramar por los dominicos que sustituyeron en el monasterio a los benedictinos.

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No debemos olvidarnos en ningún momento, que el Parador sigue sirviendo de Monasterio para 3 monjes dominicos.

El Spa del Parador Monasterio de Corias.

El Spa del Parador estás situado en el sótano del Parador. En esta ocasión no tuvimos tiempo de usarlo pero si de hacerle una visita dado que estaba totalmente vacío. La piscina del spa está situada en la antigua bodega del Monasterio.

Una visita al SPA sería lo ideal tras un día agotador haciendo la ruta por la Reserva Natural de Muniellos.

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El Restaurante.

Y ya que pasamos un día con su noche en el Parador Monasterio de Corias, no pudimos perder la oportunidad de probar su restaurante, ya que los restaurantes de Paradores nunca defraudan. El restaurante está situado en lo que era el refectorio de los monjes. En sus paredes podemos ver uno de los oficios tradicionales: la elaboración de encajes.

Tal y como ya habíamos visto en el Parador de Cruz de Tejeda en Gran Canaria, los platos del restaurante están basados en platos locales y por supuesto en ingredientes de la zona. Estaba todo buenísimo, incluso el pan que no sabemos muy bien que ingrediente especial llevaba pero no podías dejar ni una sola miga.

La Bodega del Parador.

No nos olvidemos que estamos en una zona vinícola, la más importante de Asturias con Denominación de Origen Protegida Cangas, ya que también es la zona que más días de sol tiene al año. Así que si te gusta el tema del vino, puedes visitar la Bodega del Parador, situada justo en frente.

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Tras este día especial en el Parador Monasterio de Corias, nos fuimos a dormir porque nos esperaba un día muy intenso haciendo la ruta larga de la Reserva Natural de Muniellos.

Si tenéis la oportunidad, no la paséis por alto, dormir en un Monasterio es algo muy especial, y más en este.

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