Un cumpleaños muy especial. Eso es lo que esperaba del cumpleaños de este año y es que, si siempre es especial, porque siempre me regalan una escapada, este año, dada nuestra situación económica eso era imposible. Imposible hasta que nuestros compañeros de viajes, Tino y Paula, decidieron que este año serían ellos los que me regalarían esa escapada que creía que no iba a llegar. Así, dos semanas antes, un correo electrónico me indicaba que este año celebraríamos mi cumpleaños en Potes (Cantabria). Y la alegría fue inmensa.
Ya en nuestro viaje a Tailandia comentamos la posibilidad de ir este año un fin de semana a Potes, así que no había excusa, el día había llegado.
Salimos temprano de Oviedo, aunque no lo que nos hubiera gustad ya que estuvimos haciendo las últimas compras para la celebración del cumpleaños.
Dejamos Asturias envuelta en una llovizna fina y nos daba miedo encontrarnos con una situación similar en destino, pero según empezamos la ascensión, el cielo se abrió y quedó un fin de semana estupendo.
Pasamos por el desfiladero de la Hermida, en el camino que va de Panes a Potes, una de esas carreteras que me encantan, escarbadas en las rocas, con el río acompañándote en todo momento.
Llegamos a Potes poco antes de medio día y como todavía no era la hora de entrada en los apartamentos nos fuimos hacia el centro de la Villa.
El ambiente era excepcional. El sol que hacía pero no abrasaba, la brisa refrescante, el colorido de las casas contrastando con el verde intenso y al fondo, las montañas, los Picos de Europa con restos aún de nieve. Un cuadro ideal.
Estas son las vistas que teníamos desde el restaurante, Casa Cayo, donde degustamos el cocido lebaniego (que espero que mi madre lo pase por alto porque no se podrá creer que lo he comido y que además, me gustó).
Después de degustar este «ligero» menú, nos fuimos a pasear por la ciudad. Aunque pudimos entrar en algún museo decidimos, después de habernos puesto hasta arriba con este menú que lo mejor era pasear. Y paseamos, y disfrutamos de esta preciosa Villa los pies de los Picos de Europa.
La zona antigua de Potes ha sido declaro Monumento Histórico artístico y no es para menos.
Después de esta paseo nos dirigimos al que sería nuestra casa durante dos días, los Apartamentos SPA Cantabria Infinita, donde estuvimos de lujo.
Después de deshacer las maletas salimos a dar un paseo, un paseo sin saber exactamente a donde. Así llegamos a Santo Toribio de Liebana, don de se encuentra un trozo de la cruz de Cristo traída desde Jerusalen, en un principio a Astorga y posteriormente trasladada aquí. La entrada es gratuita y hay que decirlo porque pocas cosas gratis quedan ya.
Continuamos el camino hasta la Ermita de San Miguel, desde donde tenemos unas espectaculares vistas, tanto de Potes, como de las montañas.
Volvimos sobre nuestros pasos para llegar de nuevo hasta el Monasterio de Santo Toribio desde donde nos dispusimos a hacer una ruta (fijaros en lo bien calzados que íbamos para ello), que nos llevaría a conocer el Santuario de Santa Catalina, la ermita de San Juan de la Casería y Cueva Santa. Esta última no conseguimos encontrarla ya que llegamos a un punto donde había una flecha que seguimos pero que no nos llevó a ningún sitio y como tampoco íbamos calzados para hacer turismo de montaña decidimos regresar.
La subida fue dura así que no veíamos el momento de llegar a nuestra «casa» y disfrutar, en solitario, de ese fabuloso spa (pequeñito pero para nosotros solos era una maravilla). Eso sí, el agua de la piscina estaba fría, muy fría y yo solo conseguí meter un pie, porque… para que sufrir teniendo un jacuzzi al lado.
Después de esta intensa sesión de SPA, sintiéndome como una autentica reina, Paula nos preparó una estupenda cena y después de eso disfrutamos de la velada en compañía de unos gin tonics. Mejor no podía acabar este feliz primer día de cumple.
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14 Comentarios
Cómo molan esos viajes "sorpresa", verdad? A nosotros Potes nos encantó y eso que la carretera nos dió un poco de miedo con tanto desfiladero, jeje
Molan mucho, Verónica.
A mi esas carreteras me encantan, en Asturias tenemos unas pocas, también, jeje, y me gustan muchísimo.
Un saludo.
Y qué bien lo pasamos!! Para repetir..
Ya te digo, que además os echamos de menos….
Se te olvido citar el estupendo orujo que tienen por aquellos lares y que fue como medicina después del lebaniego! Hay que hacer otra escapada de este estilo!
Uf, es verdad, y eso que cuando estaba escogiendo las fotos… apareció una con los chupitos… fabulosos. Para repetir! (con los chupitos también 😉 )
En menos de 30 días llegaremos a Cantabria para una semana de vacaciones. Y tu relato y tus fotos no han hecho más que incrementar las ganas que ya de por si tengo de estar allí.
Espero que no tardes mucho en publicar el segundo día de escapada, pues ya estoy deseando leerlo. 🙂
Saludos!
Pues os va a encantar… por todo, por el entorno, la comida,… etc. Vendréis encantados. (Y sin desmerecer mi tierrina, que si vinierais también os encantaría). No te preocupes que en menos de 30 días estará publicado el siguiente 😉
Hola amigos Potes es uno de mis pendientes del norte, y me viene de perlas vuestra guia
un abrazo viajero grande
Pues tienes que visitarlo, Ale, os va a encantar. Un saludote viajero.
¡Qué bonito! Buena comida, un entorno precioso y un spa!!! Un regalo perfecto de cumple!! 🙂
Desde luego, Anna, un regalo espectacular.
Excelente, Potes es un lugar que debes visitar si estas en Cantabria. Espectacular post muy detallado, gracias…
Muchísimas gracias Lomarti.
Besazos.