Llevábamos 3 días en las Islas Perhentian, en Malasia: dos de estancia en Pherentian Besar y uno de visita en Perhentian Kecil, cuando en un arrebato, cogí mi ordenador y escribí estas palabras. No suelo escribir mientras viajo pero aquel día sentí la necesidad de trasmitir aquello que estaba viviendo en ese momento. Y como no hay nada mejor que lo que se escribe rápido, sin pensar, y en vivo y en directo, he decidido mantener el texto tal cual lo escribí en su momento.
Esto es una percepción totalmente subjetiva, basada en mi experiencia personal y en las condiciones particulares que se producían mientras visitábamos ambas islas. Esta es mi opinión personal.
«La primera vez que leí sobre unas islas llamadas Perhentian fue en el año 2011. Había dejado atrás ese empeño por viajar todos los años al Caribe y esta vez buscaba una isla pequeña, paradisíaca, donde pusiera descansar y donde no hubiese nada que hacer. Y ahí fue donde me encontré con las islas Perhentian. Situadas en la costa este de la Malasia continental, las islas Perhentian tenían todo lo que yo podía buscar: tranquilidad, playas desiertas y solitarias, playas, resumiendo, paradisíacas.
Al final, el destino quiso que ese año, el año 2011, acabásemos haciendo un viaje a Kuala Lumpur, Bali y las Islas Gili, que nos dejó muy buen sabor de boca. Así que este año, el año que viajábamos a Borneo, al Borneo Malayo, y que puesto que me parecía un atraco lo que pedían por alojarse en las playas más paradisíacas de esta zona, fue cuando decidimos que era buen momento de quitarse esa espinita que teníamos clavada, y fue por ello, que este año, el 2016 decidimos que nuestro destino de playa serían las islas Perhentian.
En un principio reservé un hotel en Perhentian Kecil (la pequeña), porque todo me parecía muy caro o más caro de lo que yo estaba dispuesta a pagar. Además, quería un lugar tranquilo para estar, un lugar único para nosotros en este año en el que necesitaba más que nunca un descanso, así que tras leer miles de opiniones al respecto, reservé un segundo hotel, esta vez en Perhentian Besar (la grande).
Perhentian Besar frente a Perhentian Kecil.
Tras 3 días disfrutando de las islas hoy puedo decir que no me equivoqué de elección, al escoger finalmente, Perhentian Besar y no Kecil, como destino final para disfrutar de la paz y el descanso que necesitaba.
La gran diferencia entre las dos radica, principalmente, en que Perhentian Kecil está más enfocada al turismo mochilero, aunque también he de decir, que la creciente demanda hace que Kecil tenga alojamientos destinados a todo tipo de turismo. Quizá por esto, y no por lo primero, Kecil no me acabó de convencer. Playas cada vez más llenas de hormigón, cada vez más destinadas a alojar gente y menos a mantener un entorno idílico hacen en Kecil haya perdido ese encanto que seguro que tuvo. He de reconocer que Long Beach, la principal playa de Kecil, es una playa espectacular, y si quitásemos de un plumazo las millones de edificaciones que nacen a sus pies, y quitásemos las sombrillas y hamacas que ocupan casi todo el terreno libre de la blanca arena, posiblemente, Long Beach sea un paraíso idílico.
¿Qué encontramos entonces en Besar que nos hace pensar que no nos hemos equivocado de isla?
Las playas de Besar, a nuestro entender, son infinitamente más bonitas que las de Kecil. Pese a tener edificaciones a lo largo de ellas, en Besar todavía encontramos rincones solitarios donde poder pasar un día sin el agobio de la gente.
Nosotros estuvimos en temporada baja, en Marzo para ser exactos, y no había mucho turismo, ni en Besar ni en Kecil, y si Kecil con poco turismo no me gustó imagino que en pleno Julio o Agosto, sea todavía más terrible.
También es posible que el día que visitamos Kecil no haya sido el mejor de todos, sus aguas no parecían tan azules pero sí igual de claras, y no encontramos ese rincón que nos pudiese enamorar. Habíamos leído sobre playas tranquilas (en el blog de “En el Camino con Moonflower” sin ir más lejos, se habla de esos rincones solitarios) que hoy en día han perdido esa soledad y se han llenado de bares, cafés, restaurantes y hoteles básicos. Hoy en día no hay ningún sitio donde pensar que has llegado al paraíso».
Esto fue todo lo que escribí, así, sobre la marcha y a día de hoy y después de haber tenido unos meses para meditarlo, sigo pensando que Perhentian Kecil no llegó a cautivarme de la forma y manera que esperaba fuese a hacerlo. Las playas de Kecil, a mi entender, no tienen el encanto del que aún, a día de hoy, tienen las playas de Perhentian Besar.
Nosotros vinimos convencidos de que nuestra elección habría sido la mejor, no obstante hay que visitar las dos para que cada uno se haga su propia opinión, así que si ya has ido, déjanos tus sentimientos hacia ambas islas en comentarios. (Muchísimas gracias).
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