Perigord Negro en un día

Cuesta poder organizar una visita al Perigord Negro en un solo día, hay tanto que ver y hacer que parece imposible. Pasaríamos 3 días haciendo base en Sarlat La Caneda, y los distribuimos de forma que uno de los días los pasaríamos recorriendo alguno de los castillos más importantes del Perigord Negro; otro visitando Sarlat y alguna zona de los alrededores; y uno más para ir un poco más al sur, y visitar el cercano departamento de Lot, donde se encuentra Saint Cirq Lapopie, uno de los motivos principales que nos llevó a hacer este viaje.

Un poco de geografía Francesa.

Cuando uno empieza a preparar un viaje por esta zona, yo que soy mucho de contextualizar y de visualizar en mapas todo lo que voy a ver, me costó descifrar todo lo que encontraba: Palabras como Perigord Negro, Dordoña, Aquitania, Ocitania, Lot… Y llegar a visualizar qué era el Perigord Negro, si era lo mismo que Dordoña, y si estos pertenecían o no a Aquitania o a Occitania, Poner todo esto en un mapa no resultó fácil. Cuando leemos cosas relativas al Perigord, esto se refiere a una antigua provincia francesa, que a su vez se repartía, turísticamente hablando, en 4 (el negro, el púrpura, el blanco y el verde). La zona del Perigord se encuentra en lo que se conoce como Nueva Aquitania. Dordoña, es un departamento francés, que pertenece a Nueva Aquitania y donde encontramos gran parte del Perigord Negro.

Por otro lado, en el recorrido que haremos estos días, visitaremos el departamento de Lot, al sur-este de Dordoña, que pertenece a la región de Occitanía. Occitania y Nueva Aquitania, son dos de las 13 regiones que forman la república Francesa.

Es tan lioso quizá para alguien que se enfrenta por primera vez a la geografía francesa como seguramente lo sea para ellos enfrentarse a nuestras provincias y comunidades autónomas.

El Perigord, antigua provincia francesa, engloba los hoy conocidos como Dordoña y Lot-Gorona, en la nueva región de Aquitania. El Perigord, se divide a su vez (más de forma turística que geográfica) en cuatro zonas: el Perigord Verde, al norte, denominado así por la gran cantidad de bosque; El Perigord Blanco, en el centro, denominado así por sus suelos calcáreos; el Perigord púrpura, en el suroeste, y se le denomina así por el color del vino, característico de esta zona; y finalmente el Perigord Negro, el que recorreremos en el día de hoy, situado en el sureste, y su nombre le viene del color de las trufas y de los oscuros bosques que pueblan la zona.

Nos decantamos por él por se el que tenía, bajo nuestro punto de vista, los mejores lugares para visitar: castillos, jardines, bonitos pueblos medievales, y además por encontrarse lo más cercano posible a la zona de Lot que también queríamos visitar.

Donde alojarse: Sarlat la Caneda.

Hacía años que quería visitar esta zona y casualmente todas las veces que programamos ir, teníamos como destino para hacer base, Sarlat la Caneda: un precioso pueblo medieval que tenía todo lo que buscábamos para hacer base. Un casco histórico pequeño y coqueto; restaurantes chulos para probar durante las cenas (aunque finalmente decidimos usar un apartamento y abaratar gastos en comidas); lo suficientemente grande para que tuviese de todo y los suficientemente pequeño para encontrarnos como en casa; y estar ubicado estratégicamente en el centro de todo, fue lo que hizo que nos decantásemos por alquilar un apartamento en Sarlat la Caneda. 

Y aquí creo que acertamos al 100% con la elección, porque el apartamento es perfecto. Nosotros al ser 4, teníamos claro que queríamos un apartamento en el casco histórico, pero con dos habitaciones y dos baños, y finalmente encontramos uno que fue ideal: por ubicación, por tamaño, por equipación, por diseño, por precio y por la amabilidad de sus dueños. Lo recomendamos al 100%.

Apartamento en Sarlat la Caneda

Si queréis otro tipo de alojamiento, la otra opción que barajamos y que además está también muy bien ubicado sin estar en el centro del casco histórico, pero justo al límite y en una zona con mucho aparcamiento disponible es Sarlat coté Jardin, por si lo queréis valorar. 

Como llegar a Sarlat la Caneda (Dordoña).

En nuestro caso, lo hicimos en coche. Es más, programamos este viaje a Francia, teniendo en cuenta que lo podríamos hacer en nuestro propio coche, claro que la paliza para llegar fue buena. Invertimos un día en ir y otro en volver y puede parecer una locura para pasar allí, sólo, 3 días completos. Pero he de deciros que lo llevamos muy bien. Al ir, saliendo desde Asturias, hicimos una parada para comer en San Juan de Luz, pueblo cercano a la frontera pero ya en terreno francés. Si no lo conocéis es otro de los sitios que os animamos a que vayáis, el pueblo no tiene desperdicio y todo en él es fotografiable.

A la vuelta nos los tomamos más relajado. Al saber que no teníamos tanta prisa en volver, hicimos una parada en Saint Emilion, y finalmente nos quedamos a dormir en Santillana del Mar (Cantábria) donde siempre es un placer volver.

Si vosotros salís desde algún otro lugar donde sea inviable llegar en coche, podéis llegar en bus hasta Cahors, donde también podéis hacer base y desde ahí conocer los alrededores, con coche de alquiler. O volando hasta Toulousse y desde ahí, lo mismo alquilar un coche para conocer bien la zona.

El caso es que a nosotros nos llevó un día entero llegar y otro regresar a casa con lo que el viaje total quedó reducido a 3 días completos por la Dordoña y Lot.

Que hacer en el Perigord Negro en un día.

Hay que tener en cuenta que nosotros hacíamos base en Sarlat y por tanto dentro de lo que vimos e hicimos en un día en el Perigord Negro, no incluimos la visita a Sarlat La Caneda, algo que dejamos para el Sábado, día de mercado en la capital del Perigor Negro.

Así que tras dar muchas vueltas a todo lo que el Perigord Negro ofrece, decidimos decantarnos por visitar alguno de los Castillos más bonitos de la zona.

La ruta total para este día tiene tan solo 44 kilómetros, algo más de una hora de viaje en total desde que salimos de Sarlat La Caneda hasta que regresamos, al caer la noche. Esto lo hicimos así para compensar las horas de coche del día anterior.

Finalmente la ruta quedó así y la podéis ver en granate en el mapa siguiente:

El Castillo de Beynac. Ruta por el Perigord Negro

Cuando salimos del apartamento en Sarlat, fuimos conscientes por primera vez, de lo bonito que estaba el pueblo, sin gente, a estas horas de la mañana (y eso que no habíamos madrugado). Agradecimos este primer paseo en solitario por el casco histórico y ya supimos que Sarlat nos iba a encantar.

Beynac se encuentra situado a unos 12 kilómetros al sur de la ciudad de Sarlat. Al llegar, hay varios sitios con parking, así que dejar el coche no fue un problema. Eso sí, son todos con coste. Nuestra intención para este primer día y este primer pueblo y castillo, era dejar el coche en la parte baja del pueblo y subir hasta el castillo caminando por sus estrechas y empedradas callejuelas. Y así hicimos.

No eran ni las 10 de la mañana. El pueblo estaba muy tranquilo y nos parecía extraño dado que estábamos en época de afluencia de turistas. La cercanía con España hace que muchos de nosotros nos decantemos por una escapada a la zona de Dordoña y Lot en Semana Santa. Es una escapada perfecta, así que nos parecía raro que no hubiese gente.

Empezamos a subir sin llevar una ruta clara. Simplemente nos perdimos por las calles, en soledad y contemplando cada esquina y cada casa. He de decir que yo soy muy de pueblos y de callejear por ellos (de ahí el nombre del blog) y los pueblos de este tipo me parecen como de cuento. Así que disfrutamos al máximo el paseo.

Cuando llegamos a la altura del Castillo, ya llevábamos un buen desnivel librado, sin embargo el paseo había sido muy llevadero. Allí empezaba a haber algo más de gente. Decidimos no entrar al castillo y simplemente seguir perdiéndonos por Beynac.

Desde  el mirador del Castillo tuvimos por primera vez una vista global del Valle de Dordoña. El río, que se ve claramente y es uno de los protagonistas del Valle. Durante el S. XIII, el río Dordoña era la frontera natural entre Francia e Inglaterra. Fue un testigo indiscutible de la Guerra de los 100 años y pasó a dominio inglés por primera vez de la mano de Ricardo Corazón de León en el año 1189.

El Castillo es propiedad privada, como la mayoría de los castillos de la Dordoña, y es también uno de los mejores conservados de toda la zona. Actualmente se puede visitar y durante los meses de Verano, de Abril a Octubre, se puede realizar con visita guiada incluida en el precio de la entrada. En el resto de las fechas puede hacerse la visita libre con un folleto que te dan a la entrada.

Castillo de Castelnaud.

La siguiente visita que hicimos en el Perigord Negro, fue al Castillo de Castelnaud y al pueblo en general que lleva el mismo nombre.

Aparcamos el coche en un parking gratuito en las faldas del pueblo y subimos caminando por las empinadas calles. El Castillo, corona el pueblo, construido en un gran promontorio rocoso a la vera del río Dordoña.

Cuando llegamos al Castillo del pueblo ya el sol empezaba a salir con fuerza. No creíamos que fuésemos a pasar este calor en Francia, a principios del mes de Abril. Aunque apetecía sentarse a tomar una cerveza en uno de los muchos bares del pueblo, decidimos entrar primero a visitar el castillo y después aprovechar para comer antes de poner rumbo al siguiente destino.

En el castillo de Castelnaud, además de las magníficas vistas del valle de Dordoña, podemos contemplar la esplendida colección de armas y armaduras. Si algo nos llamó la atención del Castillo es lo bien preparado que lo tienen para la visita de niños, ya que tienen un montón de actividades para ellos.

El Castillo Castelnaud data del siglo XII, pero cuando más intensa es la historia de este castillo es durante la guerra de los 100 años, en las que cambio de dueños en al menos 7 veces. Cuando estalla la guerra de los 100 años, el castillo era propiedad de Magne de Castelnaud y su marido, Nompar de Caumont, quien apoya a los ingleses. Mientras tanto, sus vecinos de Beyac, apoyan a los franceses. Se dice que aun así, nunca hubo un enfrentamiento directo entre los dos castillos.

Para aquellos que no tienen un cierto interés por las armas medievales, quizá la visita quede un poco descafeinada, sin embargo solo por conocer un poco la historia de esta gran mole de piedra situado al lado del Dordoña, merece la pena la visita.

Tras abandonar el Castillo dimos un paseo por el pueblo, a estas horas ya con mucha gente y muy activo. Buscamos un sitio donde comer y como no queríamos perder mucho tiempo nos decantamos por un pequeño bar que servían bocadillos. Y allí, en la terraza, comimos mientras veíamos pasar la gran cantidad de gente, que ahora sí, había en el pueblo.

Tras comer tranquilamente nos dirigimos a nuestro próximo destino, los cercanos Jardines de Marqueyssac.

Los Jardines de Marqueyssac.

Los Jardines Colgantes de Marqueyssac se encuentran situados justo en frente, al otro lado del río, del Castillo Castelnaud. Llegamos a este remanso de paz, uno de los tantos que hay por el Valle del Dordoña, después de comer y fue un auténtico lujo pasear por el entresijo de caminos de los Jardines de Marqueyssac. Situados en un promontorio rocoso, la brisa fluía, y en un día tan caluroso e inesperado como el que hacía, se agradecía.

Nada más entrar divisamos el gran edificio del Castillo y sus terrazas, pero sin desmerecerlo, lo que realmente llama la atención son sus jardines y los más de 6 kilómetros de senderos por los que perderse. Una tarde o unas horas es muy poco tiempo para todo lo que puede ofrecer una vista a los Jardines de Marqueyssac, y si vais con niños, con más motivo, ya que las actividades se multiplican.

Estos Jardines fueron declarados patrimonio de interés público francés. Son Jardines privados y su origen se remonta al S. XVII, con lo que no son especialmente antiguos. Son los jardines más visitados de la Aquitania, motivo por el cual no nos lo quisimos perder. Además, que les haya sido concedido en el año 2016, las 3 estrellas Michelín, ya indicaba para nosotros, que no nos podíamos ir del Perigord Negro, sin una visita a los Jardines.

 Y si la parte inicial de los jardines es muy llamativa y fotogénica, no lo es para menos, la zona de los miradores. Tras un sendero, muy llevadero y todo en sombra, de unos 800 metros, llegamos al Mirador o Belvedere del Dordoña, donde tenemos unas fantásticas vistas del Valle del Dordoña. El mirador se encuentra a unos 130 metros de altura y desde él tenemos unas bonitas vistas panorámicas del Perigord, así como una de las mejores vistas del pueblo vecino, La Roque-Gageac, el siguiente destino de nuestra ruta.

La Roque-Gageac: uno de los pueblos más bonitos de Francia.

Sin lugar a dudas, el título de uno de los pueblos más bonitos de Francia, tiene sentido en este pequeño pueblo del Perigord Negro, y es que La Roque-Gageac es bonito lo mires desde donde lo mires. Un pueblo encastrado en la roca casi perpendicular, una terraza delante, a los pies del río Dordoña, y orientado al Sur, con luz y sol durante todo el día. Lugar idílico donde los haya. Y eso lo sabíamos nosotros antes de ir, y los cientos de turistas que se acercan, a este precioso pueblo de la Dordoña, para pasear por sus calles o subirse a una gabarra.

Aparcamos el coche en uno de los múltiples parkings que hay a la salida del pueblo (de pago) y empezamos a caminar. Visitar La Roque-Gageac supone perderse por sus calles, sabiendo que encontrarse no va a ser difícil, pues todas las calles, bajando, llevan al río y a la carretera general.

Admirar sus castillos, sus casas de piedra adornadas de flores o las cuevas prehistóricas que aún se perciben en las rocas, es una de las muchas cosas que podrás hacer en La Roque – Gageac. Desde que La Roque-Gageac recibió los primeros asentamientos prehistóricos, no ha dejado de estar habitado. Primero ellos, los romanos, los vikingos,… y ni guerras, ni batallas, ni siquiera el que una parte de la roca se haya desprendido y arrasado con el pueblo, ha podido con ellos. Reconstrucción tras reconstrucción, LA Roque – Gageac ha llegado hasta nuestros días y hoy es un referente del turismo en la Dordoña francesa.

En La Roque – Gageac, teníamos intención de subirnos a una gabarra, uno de esos barcos que antiguamente transportaban mercancías por el río  y que hoy en día, se han habilitado para llevar turistas. Estos barcos hacen un recorrido que nos lleva a navegar por el río Dordoña, visualizando castillos y pueblos de la rivera. Pero amenazaba lluvia, y no queríamos que nos cogiese una tormenta navegando por el río, sin la ropa adecuada, así que decidimos dejarlo para otro día y finalmente no lo llegamos a hacer.

Domme, mirando al valle de Dordoña

Domme es un pequeño pueblo fortaleza, ubicado como otros muchos, en una colina al lado del río Dordoña. Para aparcar, mejor dejar el coche en alguno de los parkings que hay a la entrada del pueblo, porque este, como otros, no permite la entrada al mismo con tu propio coche; o más bien mejor no hacerlo, ya que los pueblos son pequeños, de calles estrechas y empedradas, y mejor dejar las calles para los propios habitantes del pueblo. Además, aparcar no debe ser fácil y no hay mucho sitio para ello, así que mejor dejar el coche en lugar de pago, y acceder caminando. Al final, es un paseo más.

En Domme notamos que había más turismo y más tiendas de recuerdos, así que aprovechamos para echar un ojo mientras paseábamos por el centro, entre casas de piedra, calles peatonales y un sinfín de gente que hacía lo mismo.

Nos asomamos al mirador, Belvédère de La Barre, desde donde tenemos unas maravillosas vistas del Valle.

Aquí, en Domme, terminó nuestra visita al Perigord Negro en un día, pero aún nos quedaban dos días para disfrutar de los alrededores (y no tanto) de Sarlat La Caneda.

Regresamos a Sarlat y aunque nuestra intención era salir a pasar después de cenar en nuestro bonito apartamento, al final, nos acomodamos en el sofá, y con un gintonic en la mano, recordamos el día y yo me quedé dormida.

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