Grand Prismatic Spring. Yellowstone (día 4)

Visita al espectacular Grand Prismatic Spring en nuestro cuarto día en Yellowstone

Había llegado el gran día. Ese día en el que visitaríamos el lugar más conocido e icónico de Yellowstone, el Grand Prismatic Spring que se hizo más famoso aún si cabe, gracias a una fotografía tomada en cenital realizada por National Geographic, los únicos que han recibido permiso para sobrevolar el parque con un dron. La foto es espectacular.

Volar drones en los parques nacionales de EEUU.

Ya sabéis que los dones están prohibidos dentro de los parques nacionales de EEUU desde el año 2014, aunque hay quien se salta las reglas. Eso si, mucho ojo, porque Parques Nacionales de EEUU, como buenos estadounidenses, no se andan con chiquitas y al último que publicó en redes una foto, fue denunciado y está bajo investigación federal (aunque retiró la foto).

Debido a las serias preocupaciones sobre el impacto negativo que los aviones no tripulados pueden tener para la seguridad de los visitantes, el personal y la vida silvestre, se han restringido en todos los parques, excepto en unos pocos»

Servicio de Parques Nacionales

La organización de nuestro cuarto día en Yellowstone.

Era nuestro cuarto día en Yellowstone. Solo nos quedaban dos días completos y no queríamos dejar la joya de la corona, es decir, la visita a uno de los sitios más espectaculares del parque, para el último día. Por como habían ido transcurriendo los días anteriores, sabíamos que el tiempo es impredecible y que cualquier cosa que organices puede no salir como tu esperabas. Así que lo mejor era tener, al menos dos días, para intentar ver el Grand Prismatic Spring.

Y ese día había llegado.

Nos levantamos en nuestra casita de West Yellowstone y todo hacía presagiar que sería un gran día. Había salido el sol y a diferencia del día anterior, parecía que no había ni rastro de niebla.

Preparamos la nevera con los bocadillos para la comida, y el café de media mañana, llenamos las botellas de agua y nos subimos al coche. Queríamos llegar lo antes posible. Se dice y se comenta que el parking para dejar el coche de Grand Prismatic Spring no es muy grande o al menos no lo suficiente para la cantidad de gente que se congrega allí, así que queríamos llegar antes de que se llenase.

Primer intento de visita al Grand Prismatic Spring.

Hicimos todo el trayecto hasta el Grand Prismatic Spring sin detenernos. Solo nos paramos con algún cruce de un bisonte, pero hoy no queríamos entretenernos nada. Solo pedíamos que según avanzásemos hacia el sur, la niebla se fuese disipando. Pero no fue así.

Llegamos al parking del Grand Prismatic y efectivamente estaba lleno. Pero habían acondicionado parte de los arcenes de la carretera para aparcar, así que allí, detrás del último que había, dejamos el coche.

El frío era helador. Estábamos a unos 2 grados bajo cero, pero sobre todo era la ligera brisa lo que más se hacía notar. Empezamos a caminar hasta la pasarelas de acceso al Grand Prismatic. La niebla lo cubría todo y teníamos casi claro que no íbamos a ver nada. Aún así, no perdimos la esperanza, y subimos hasta las primeras pozas. Entre el frío que hacía, la bruma que desprenden las pozas calientes y la niebla, no se veía nada. Solo llegábamos a intuir ciertos colores.

Teníamos pensado esperar un poco a ver si despejaba en cuanto subiese un poco la temperatura, pero hacía tanto frío que decidimos regresar al coche, tomar un café caliente y esperar un rato.

Aprovechamos para tomar nuestro segundo desayuno del día, ya que junto con el café, entraron de maravilla unos donuts que habíamos comprado días atrás. Estaban algo duros ya, pero aún así, los agradecimos. Como agradecimos entrar un poco en calor.

Y tal y como nos había pasado el día anterior en Old Faithful, de repente y en menos de 15 minutos, la niebla se empezó a disipar y aparecía un cielo azul impoluto.

Segundo intento de visita al Grand Prismatic Spring.

Decidimos volver a intentarlo. Ya en el camino de vuelta hacia el acceso al Grand Prismatic Spring íbamos comentando que posiblemente aún no pudiésemos ver nada. Cierto es que la niebla ya no estaba pero la temperatura seguía siendo igual de baja. Eso, unido a la alta temperatura de las pozas, era evidente que la bruma iba a estar presente. Y así fue.

Dimos una vuelta al rededor del Grand Prismatic. Aún así, y con toda esa bruma, era evidente que el sitio era increíble. Se veían todos esos colores tan llamativos que nos quedamos con la boca abierta. Si esto lo veíamos así de intenso, bajo una capa de bruma, ¿cómo sería verlo totalmente despejado? Pues por el momento no nos podíamos contestar a esa pregunta, así que tocaba seguir esperando.

Decidimos abortar la operación, regresar al coche, e ir en otra dirección. Invertir lo que quedaba de la mañana en otra zona del parque y regresar al medio día, cunado las temperaturas son más altas y quizá así pudiésemos encontrarlo con menos bruma. Sabíamos también que el medio día no es la mejor hora para visitarlo, pero a veces no es cuestión de escoger, sino de verlo sea como sea.

Lake Yellowstone y Lake Village

Queríamos pasar un rato a la orilla del Lago Yellowstone y no encontramos mejor momento que este. El sol lucía en lo alto. El cielo estaba totalmente despejado y a estas horas de la mañana el lago estaba tranquilo.

Nos dirigimos primero a la zona en la que se encuentra el Hotel Lake Yellowstone, que se veía que no tenía mucha afluencia de gente (aunque a mi me daba lleno cuando intenté reservar) y la zona de las cabañas que a estas alturas del año, ya estaba cerrado.

Se notaba mucho que el hotel también estaba a punto de cerrar sus puertas por esta temporada. Y es que los hoteles de Yellowstone, los que están dentro del parque, van poco a poco cerrando todos hasta finales de mes y solo el Old Faithful Inn y Lodge si no me equivoco, son los que más tarde cierran. Y solo de todos, solo el Old Faithful Snow y el Mammoth Hot Springs Hotel, abren unos meses durante el invierno.

Entramos en el hotel, que nos pareció muy bonito, compramos una postal y nos dirigimos a la oficina de correos que había en el propio complejo. Enviamos unas postales a casa y continuamos con las visitas. Como muy cerca estaba Mud Vulcano, hacia allí nos dirigimos.

Mud Vulcano

Entre la zona de Lake Village, al sur, y Canyon Village , en el centro de Yellowstone, se encuentra una zona que parece el verdadero Eden. Aquí, las enormes praderas, regadas por el río Yellowstone que avanza hacia el sur, serpenteante, se denominan Hayden Valley. Aquí habitan multitud de especies animales, pero sobre todo nos podemos sorprender con las enormes manadas de bisontes.

Toda la magia que desprende este entorno, se enturbia debido a la presencia de Mud Vulcano. Es imposible pasarlo de largo aunque preferirías hacerlo y es que el tremendo olor a huevo podrido que desprende hace que te pienses dos veces si parar o no.

Lo hicimos, pero el paso por Mud Vulcano fue más rápido de lo que podríamos pensar y es que había quien en el grupo no podía soportar tremendo olor.

Para que os hagáis una idea de la velocidad a la que algunos pasaron por aquí, yo tuve que ir al baño. Como no quería que me esperasen con este olor les dije que fuesen caminando y que yo les buscaba. Pues no tardé mucho pero cuando lo hice no fui capaz de pillarles.

De Mud Vulcano llama mucho la atención las enormes piscinas de barro burbujeante que desprenden, no solo un fuerte olor, sino un ruido que suele ser de lo que más llama la atención.

Frente a Mud Vulcano, al otro lado de la carretera, se encuentra Sulphur Caldron, cuyas características son similares.

Hayden Valley en Yellowstone

Recorrimos un tramo de Hayden Valley, sin entretenernos demasiado porque aún tendríamos oportunidad de regresar. Esta vez, buscamos un bonito sitio donde comer, a la sombra, y disfrutamos de nuestro picnic siempre alerta por si aparecía algún oso en busca de nuestra comida.

Recogimos todo y regresamos por donde habíamos venido hasta el Grand Prismatic.

Tercer y definitivo intento del Grand Prismatic Spring

Eran poco más de las 3 de la tarde cuando aparcamos el coche en el arcén de la carretera próximo al parking donde da comienzo la ruta hacia las Fairy Falls. Aquí es desde donde podemos acceder al mirador sobre el Grand Prismatic Spring.

En el camino de acceso, que va bordeando el parking principal, ya empezamos a ver las primeras pozas de color turquesa. No desprendían mucha bruma a esta hora, así que la cosa pintaba bien.

Pese al frío de primera hora de la mañana, ahora el sol pegaba fuerte y las temperaturas habían subido mucho, con lo que ya nos sobraba hasta el jersey. Empezamos a ascender por la ladera de la montaña hasta llegar al mirador.

El trayecto es empinado pero nadie te dice lo que debes tardar en hacerlo, así que despacito y con calma, llegamos por fin al mirador. El mirador es una plataforma de madera, que se ha suspendido sobre la ladera y desde la que obtenemos unas increíbles visitas del Grand Prismatic Spring.

Había muchísima gente allí arriba, pero no hay ningún problema a la hora de sacar fotos: primero porque la gente, o al menos la que nos tocó a nosotros, era bastante respetuosa, y segundo, porque no se suele invertir mucho tiempo.

Teníamos claro, que las mejores vistas del Grand Prismatic Spring se obtienen desde aquí, porque aunque al bajar, cambiamos el coche de parking y nos fuimos hasta la zona donde habíamos estado esta mañana, no se tiene un a visión tan amplia de la piscina, ni de los colores que desprende.

Paseo por West Yellowstone al atardecer

Tras dejar atrás el Grand Prismatic Spring, decidimos terminar el día aquí, y salir directos hacia West Yellowstone. Era nuestro último día en West Yellowstone, aunque no el último dentro del parque Nacional, así que queríamos despedirnos bien.

Rubén no se encontraba bien hoy, así que tras un largo paseo, unas fotos al atardecer y algunas compras, regresamos a nuestra casita en Yellowstone.

Relajación y cena en nuestra casita en Yellowstone

Teníamos aún algo de sobras de comida, y como hoy era nuestra última noche en la casita, decidimos cenar aquí. Comimos todo aquello que no podíamos llevarnos en una nevera de corcho por seguridad, y aprovechamos para abrir una botella de vino que habíamos comprado antes de entrar en Yellowstone. Pero antes de la cena, nos acomodamos frente a la hoguera, y allí estuvimos haciendo lo que hacen ellos. Dicen que «allá donde fueres haz lo que vieres» pues eso hicimos, preparar unos S´mores.

Por cierto, los ingredientes para hacerlos también los teníamos, gratis, en la casita. Los S´mores es algo muy típico americano. Se supone que tienes que ablandar una Marshmallows (aquí conocidas como nubes o malvavisco) en la fogata, y con ella hacer un sandwich con chocolate y galletas. Una explosión de calorías. Pero allí estuvimos entretenidos un buen rato con esto, mientras tomábamos nuestra copa de vino.

Ultimas compras en West Yellowstone

Tras la cena, nosotros tres sin Rubén que se había acostado sin cenar, nos fuimos a dar la última vuelta por West Yellowstone (aunque no sería la última). Así terminó un día de lo más emocionante y completo. Pero nuestra visita a Yellowstone no terminaba aquí. Aún nos quedaba un día completo, solo que la noche siguiente la pasaríamos dentro del Parque Nacional de Yellowstone.

Mi video de Yellowstone

Si queréis ver lo que cuento en este post, podéis hacerlo en el vlog de mi canal de youtube.