Menu
Día 6
Diario Estonia, Letonia y Lituania en Navidad

Empieza nuestro segundo día en Riga. Tras un copioso desayuno, el mio a base de beicon, salchichas, tortilla a la francesa… jamás pensé que pudiera desayunar esto. Pero es que entrando por la puerta del restaurante olía tan bien a beicon que no me pude resistir. 

Salimos a la calle y la temperatura había bajado mucho. Se notó que había nevado por la noche pero no lo suficiente como para que cubriera y además con la bajada de la temperatura la nieve que quedaba estaba helada. Había que tener cierto cuidado al caminar porque el suelo deslizaba bastante.

Recorremos Elizabetes iela en dirección al río. Por el camino nos encontramos con la embajada de España. Al llegar al río si que notamos el descenso de temperatura y empezamos a pasar mucho frío. Bordeando el río llegamos al puente, al Shroud. Este paseo no tiene nada que ver, más bien es feo y soso.

Cuando llegamos al puente nos planteamos la posibilidad de cruzarlo y … que leches!!! pues si!! lo cruzamos. Y armados de valor y agarrándonos al abrigo empezamos a caminar. No tardamos mucho en cruzarlo, pero el frío que pasamos fue horroroso. Al llegar al otro lado nos encontramos con un parque y después con las casitas. Que zona más bonita.

De vuelta y petrificados nos tuvimos que meter en un bar a tomar un café y por pintoresco entramos en un parapeto que había en la plaza de la catedral, muy navideño y desde donde veíamos el ir y venir de la gente. Empezaba a nevar ligeramente y esta estampa, allí sentados, contemplando el mercadillo, con los villancicos de fondo, disfrutando de un chocolate… no tiene precio. 

El resto del tiempo lo dedicamos a pasear sin rumbo, calle arriba, calle abajo, y cada calle en la que entrabamos tenía una sorpresa esperando. No hay mejor cosa en Riga que pasear por sus calles y dejarse llevar. 

Los músicos de Bremen

Cuando ya empezaba a oscurecer entramos en el Museo de la Ocupación de Letonia. Se encuentra en un antiguo y feo edificio de la era comunista. En su exterior se encuentra la estatua de los fusileros letones. En su interior se cuenta la historia de Letonia desde la ocupación por parte de los soviéticos hasta su independencia en el 91. En el museo hay unos libros en los que puedes ir leyendo toda la historia en español. Si bien el museo está muy bien muestra la historia de forma más relajada y no tan dura como el de Vilnius (que a mi me impresionó). La entrada es gratuita y el museo se financia con las aportaciones voluntarias de los visitantes.

Cuando salimos era de noche cerrada. Seguimos callejeando y callejeando y cuando me pareció que era hora le dije a Rubén que debíamos ir al hotel, dejar las cosas que habíamos comprado e intentar llegar al Restaurante Lido «Recreation Center» porque era la última noche que nos quedaba para poder ir.

Salimos del hotel buscando la parada del tranvía. No nos quedaba muy lejos ya que ibamos a ir en el número 7 que bordeaba toda la zona antigua de Riga, pasaba por delante del Mercado Central y empezaba a adentrarse en las zonas exteriores. Poco a poco los edificios pasaron a ser casas, edificios más bajos, hasta llegar a una especie de polígono industrial.

Cuando nos bajamos  Rubén alucinaba. Creo que no se creía que en esa zona pudiera haber un restaurante y no paraba de decir que si a ese restaurante iba alguien, que si eso estaba dejado de la mano de Dios y es que de noche todo se ve peor. Además llegamos por la parte de atrás  del Restaurante y creo que Rubén, aunque no lo decía, estaba pensando en que estaba loca por ir hasta ahí solo por ir a cenar.

Pero la visita mereció la pena. Y no por la comida (que estaba muy buena y fue barata) sino por el restaurante en si. Una explosión de luces y adornos navideños. Mereció mucho la pena aunque todavía nos esperaba un disgusto….

Terminamos de cenar y dimos una vuelta sacando alguna foto. No eramos los únicos y una pareja de españoles que cenaron a nuestro lado (ya ayer habíamos cenado al lado de otra pareja de españoles) estaban tambien por la zona y con ellos nos encontramos en la parada del tranvía. Estuvimos bastante rato esperando a que llegara y por fin nos pudimos subir a él. Cuando llevábamos unas 5 paradas… se me enciende una bombilla: EL MOVIL!!! ME HE DEJADO EL MOVIL!!! Abro el bolso, busco, saco todo, rebusco, miro en los bolsos del abrigo, no está, NO ESTA!!!  En la siguiente parada nos bajamos. Buscamos la parada en el carril contrario y me pongo a mirar al rededor. En ese momento he de reconocer que pasé miedo.

Sentía inseguridad, pero evidentemente no pasó nada. No me lo podía creer. No paraba de repetir: «No me lo puedo creer, no me lo puedo creer, esto no me pasa a mi, no me lo puedo creer, voy a vomitar» y esto repetido en continuo hasta que llegamos al restaurante. Mientras Rubén iba llamando a mi teléfono sin parar (17 llamadas) pero no había respuesta. Solo pensaba que mi teléfono no tenía clave de acceso, que tenía todo en él, MI VIDA EN ÉL. Y repitiendo la frase anterior sin parar llegamos por fin al restaurante. Preguntamos al guarda de seguridad y nos dijo que fuéramos a la oficina del jefe de seguridad y para allí fuimos.

Menudo Restaurante y menudo lo que tiene por detrás. Seguridad, desde luego, hay. Le preguntamos si habían encontrado un móvil. Levantó la vista, nos miró de arriba a abajo, y preguntó de forma brusco y seca: ¿de que color? Respuesta: Rosa (pink). Abre el cajón y saca mi móvil. Uffff, en ese momento no sabía si darle un abrazo, si besarle, si llorar. Madre mía. Si en España me dejo un Iphone 4 encima de una mesa de un restaurante de las dimensiones de aquel, tengo la seguridad de que el móvil no lo vuelvo a ver en la vida. Super agradecida con los Letones salí del restaurante dejándole al señor todo el efectivo en Lats que llevábamos.

Volvemos al tranvía. Teníamos intención de subir a tomar algo al restaurante del Radison Blue, pero con tanta vuelta eran ya casi las doce de la noche. Además yo ya no tenía ganas de nada. Solo de llegar al hotel y relajarme que la tensión había sido impresionante.

Diario de viaje completo: Estonia, Letonia y Lituania en Navidad

descuento Mopane Game Safaris

Viaja con nosotros

Si quieres que te ayudemos a organizar un viaje igual a este o parecido, por libre o con agencia receptiva, o que simplemente te coticemos los hoteles que hayas elegido, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, haremos de tu sueño una realidad.

Callejeando por el Mundo es un blog de viajes propiedad de Viajes Callejeando por el Mundo, agencia con licencia AV-240-AS.

Escribe un comentario

He leído y acepto la Política de privacidad Detalle legal

Este sitio está protegido por el reCaptcha de Google y se aplica su Política de Privacidad y sus Términos de Servicio.