Ir de Alona Beach a El Nido, es decir desde Panglao en Cebú a El Nido en Palawan, supone unas 12 horas de viaje (con suerte) y un montón de transportes para conseguirlo. Abandonábamos Alona Beach para llegar a lo que considerábamos iba a ser la guinda de este viaje, el perfecto final de nuestro divagar por Filipinas. Teníamos ante nosotros un soporífero día en el que necesitábamos, lo primero, llegar desde Alona Beach al aeropuerto de Cebú. Un jeepney, un triciclo, un ferry y un taxi, eran los primeros medios de transporte que necesitábamos. Después un vuelo, una furgoneta o un bus y finalmente llegaríamos a nuestro destino en el paraiso, Corong Corong.
De Alona Beach a Tagbilarán
Salimos de Alona Beach en el primer Jeepney de la mañana, el de las 6. Teníamos por delante un largo trayecto hasta Tagbilarán, ya que el dichoso Jeepney pasa por todos los puntos de Alona Beach y Pangalo para finalmente cruzar a Bohol y dejarnos en el entresijo de calles de Tagbilarán, donde nada más bajarnos negociamos con un «triciclo» el llevarnos al mismo pueblo.
Cuando cogimos el Jeepney ya había amanecido en Alona, y el paseo que nos dimos por la isla de Panglao fue bastante turística, pasando por todos los pueblos y puntos de la isla (sin mucho interés más que por el hecho de ver como viven en esta zona de las Visayas Centrales que poco se distinguía del resto de Filipinas, o al menos de lo que llevábamos visto hasta el momento).
Cuando llegamos al puerto de Tagbilarán y empezamos a caminar hacia el embarcadero, mirando detenidamente los puestos de las distintas compañías de ferries y sus horarios, no pude más que lamentarme por todo lo que estaba viendo en esos momentos. Si durante todo nuestro viaje por Filipinas nos habíamos sorprendido con las sonrisas de los niños, en este momento empezamos a ver la pobreza y la tristeza de sus caras. Es cierto que hasta este momento no habíamos pisado ninguna ciudad Filipina y es cierto que todo lo que habíamos vivido hasta el momento había acontecido en terreno rural. Normalmente, en las zonas rurales, aunque tengan más necesidades de algunas cosas (Cosas que muchas veces, por no decir la mayoría, se puede vivir sin ellas) pero hambre, lo que se dice hambre no pasaban. Aquí vimos a los niños pobres, sucios y hambrientos pidiendo a todo turista que se acercaba. Y es cierto que siempre te dicen que no debes dar dinero a los niños, que se acostumbran a pedir y al recibir de esta manera su sustento lo anteponen a acudir al colegio. Pero dudo mucho que estos niños antepongan nada, más bien tienen hambre y ¿quién le niega a un niño hambriento y triste algo? Esto da para pensar mucho.
De Tagbilarán al aeropuerto internacional de Cebú.
Compramos el billete para el primer ferry que salía con dirección Cebú. Lo hicimos con la compañía Weesam Express por 375 pesos. Salimos puntuales y en unas dos horas llegamos al puerto de Cebú. Allí intentamos averiguar si había algún bus que nos llevase al aeropuerto pero no hubo forma de saberlo y es que haberlo lo hay, pero hay que hacer varios cambios y trasbordos y creímos que no era necesario el riesgo a correr frente al coste del taxi.
Pagamos por la carrera 110 pesos y comprobamos al entrar en el aeropuerto que es lo que deben cobrar, independientemente del tiempo que estés en el taxi, ya que cobran por metros y no por tiempo (al llegar al aeropuerto, nuestra ventanilla trasera se bajó y un policía nos dio un folleto en el que ponía que nos debían cobrar por metros y el precio del metro, y no por tiempo o con alguna negociación). Bueno, el caso es que llegamos al aeropuerto de Cebú y allí nos piden para acceder la reserva del vuelo que debíamos coger. Menos mal que la llevaba impresa y con eso pudimos acceder.
Aprovechamos el tiempo muerto en el aeropuerto para comprar unas gafas de sol. Rubén las había perdido en Oslob. También nos conectamos a Internet, cargamos la batería del móvil y el tiempo se hizo muy corto.
De Cebú a Corong Corong (Palawan)
Nuestro vuelo salió puntual a las 13:35 y llegamos a Puerto Princesa a las 14:50. Salimos rápidamente del aeropuerto y buscamos una opción para ir a Corong Corong (en las cercanías de El Nido, donde teníamos reservado nuestro hotel). Negociamos con una furgoneta, una van, el precio para ir, y nos costó, fue una dura negociación para acabar pagando 450 pesos por persona. Nos subimos y nos alegramos al pensar que íbamos a ser los únicos que haríamos el trayecto. Pero no. Acabamos parados delante de un hotel, donde estuvimos esperando al resto de la gente que llenó la furgoneta. Al cabo de un buen rato salimos dirección a El Nido.
El trayecto desde Puerto Princesa a Corong Corong fue de lo más tortuoso. Nuestro chófer se creía que era Fernando Alonso en medio de una competición. Tomaba las curvas por el carril contrario, su velocidad no era acorde con el estado general de la carretera y cuando, al final, anocheció, el viaje se hizo aún más difícil, porque no veíamos el camino pero sí intuíamos el peligro. Yo no conseguía despegar mi vista de la carretera, bueno, más bien del lateral de la carretera y de lo poco que podía ver. Iba en una tensión dificil de soportar y cuando, después de 5 horas de viaje, llegamos a Corong Corong, la felicidad me embargó. Creí que en este viaje no llegaríamos al fin. Por fin habíamos llegado.
Llegada a Corong Corong. Alojamiento en Greenview Resort.
Eran las 9 de la noche cuando llegamos al hotel. 15 horas después de haber salido de Alona Beach y, seguramente, con algún año menos de vida. Nos llevaron a la habitación y como en ese momento ya no teníamos ganas de salir a Cenar, nos fuimos directamente a dormir, tras haber reservado, con el propio hotel una excursión para el día siguiente.Haríamos el tour C y con la excursión nos regalaban el desayuno, lo que no es de extrañar dado el elevado precio de la excursión que fue, «no negociable».
Nos acostamos. Estábamos rotos, muertos, rendidos. Nuestro cuerpo no daba para más y no tardamos ni un minuto en quedarnos dormidos. El día había sido muy largo.
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Gastos del día:
Jeepney a Tagbilaran: 25 pesos (0.54 euros) Triciclo al puerto de Tagbilaran: 15 pesos (0.32 euros) Ferry a Cebú: 375 pesos (8.04 euros) Tasa del puerto: 15 pesos (0.32 euros) Taxi al aeropuerto: 55 pesos (1.18 euros) Desayuno en el aeropuerto, comida en camino: unos 150 pesos (3.21 euros) Van al Nido: 450 pesos (9.65 euros
Total gastos del día por persona: 23.26 euros.
Si queréis leer nuestro diario completo: Hong Kong y Filipinas en 23 días.
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