Empezaba nuestro periplo por Tailandia, días en los que arrastraríamos el equipaje por medio país hasta llegar al Norte, a Chiang Mai y entonces podríamos descansar un rato.
Nos vamos a Kanchanaburi con muchos planes e intenciones. Para este día nuestra intención era llegar, ver el pueblo, ver el famoso puente sobre el río Kwai, y coger el tren hasta Nam Tok, para desde allí volver en autobús.
Alguno de estos planes no llegaría a termino… los trasportes en Tailandia son … lo que son.
Salimos a las 7 de la mañana del hotel de Bangkok en un taxi que habíamos pedido la noche anterior, dirección Victory Monumet. Nuestro trabajo nos costó hacerle entender al chico de recepción que no por ser 4 personas necesitábamos 2 taxis, que con uno nos era suficiente. Y el chico, erre que erre, con que en 1 taxi no cogíamos con el equipaje. El caso es que los coches en Tailandia funcionan con gas la mitad del maletero lo llevan ocupado con el sistema para insuflar gas al coche. Un lío. Pero vamos, que nosotros nos íbamos a meter en un taxi, sí o sí, y como a cabezones no nos gana nadie… Cogimos en un taxi.
Sufrimos los atascos de Bangkok en hora punta. Vuelta para aquí, vuelta para allá, el taxista que hablaba en bajo (supongo que maldiciendo por tener que pasar por ese lío de coches y tener que acceder al Victory Monument a esas horas), llamada por teléfono al taxista que no sabemos que le dijo pero que el muy… quería cobrarnos por la llamada (lo que nos faltaba por oír en este país).
Precio del taxi: 130 bahts.
El caso es que llegamos a Victory Monumet, nos bajamos y al primer chico que le preguntamos por trasporte a Kanchanaburi nos dijo que allí mismo. Así que le seguimos mientras nos ayudaba con las maletas… era evidente que las llevábamos; preguntamos el precio; nos dijeron que 110 baths y aceptamos. Nos sorprendió que ir a Kanchanaburi nos costase solo 10 bahts más que ir a Mae Klong, pero bueno, así va esto.
El problema vino cuando después de decirnos que en 10 minutos salía la van y la van no salió. Y esos 10 minutos se convirtieron en una hora. Cuando llevábamos media hora de espera se nos acercan y nos dicen que tenemos que pagar un billete más por el equipaje ¿cómo?, si cuando compramos los billetes nadie nos dijo nada, y era más que evidente que llevábamos equipaje y ahora… ¿ahora esto?. La verdad es que yo estaba alucinada. Tampoco podíamos hacer mucho más porque ya teníamos los otros 4 billetes pagados así que al final, por no seguir con discusiones que no iban a llegar a ningún sitio, pagamos los 110 bahts. Empezaba a sentirme estafada, la verdad, aunque también entendía que nos cobraran un puesto ya que todo lo que llevábamos ocupaba bastante y estas furgonetas no tienen para maletero. Una cosa es que yo entienda que nos lo cobren y otra cosa es que podían haberlo dicho antes de cobrarnos los cuatro billetes y después de media hora de espera.
Al final, en lugar de salir a las 8 salimos a las 9 y cuarto de la mañana. Yo ya estaba que echaba humo por las orejas, porque con ese retraso íbamos a llegar muy justos para coger el tren de las 10:45. Pero bueno, crucemos dedos y pensemos que quizá lleguemos y si no, tenemos todavía la opción de coger el de las 16:19.
Ilusa de mí… no sabía el trayecto que nos esperaba hasta Kanchanaburi. Si en condiciones normales deberíamos haber tardado 2 horas, tardamos más de tres. A medio camino pasamos por una gasolinera. La cola de coches era impresionante. Tres colas saliendo de la gasolinera y adentrándose en la autopista. En mi vida había visto tal atasco solo para repostar. Estuvimos una hora y pico allí, avanzando lentamente dirección al surtidor. En ese momento ya me dí cuenta que al tren de las 10:45 no íbamos a llegar. Así que me relajé. La verdad que la temperatura del ambiente invita a relajarse y a no preocuparse en exceso por los cambios repentinos de planning.
Llegamos a Kanchanaburi muy tarde y con tanta hambre que solo veía puestos de comida por todas partes.
Nos bajamos del autobús y preguntamos a un taxista para llevarnos. Empezábamos a sospechar que al ver 4 personas los precios subían considerablemente. Nos pidieron 200 bahts por llevarnos a la guesthouse. No aceptamos por supuesto. Seguimos caminando y abandonamos la zona de la estación. Vimos que se paraba una camioneta de las rojas, estilo pick up y nos preguntó a donde íbamos. Aceptó llevarnos por 80 bahts. Eso si era un precio aceptable.
Lo que fuimos viendo por el camino nos encantó. Ya intuíamos que Kanchanaburi nos iba a fascinar. Y así fue. El taxi nos dejó delante del Tara Bed&Breadfast y aunque en un principio pensamos que el sitio iba a ser un desastre, lo cierto es que nos sorprendió gratamente. Podéis ver el hotel en: Hoteles / Hostales en Tailandia.
Como el hambre apretaba mucho nos fuimos a comer, y en el primer sitio que encontramos en nuestro camino hasta la estación del tren allí nos paramos. Comentamos el que en España en muchos de estos sitios en los que entramos a comer no lo hubiéramos hecho jamás, pero … estábamos en Tailandia y aquí la verdad que comieras donde comieras todo nos parecía bien (excepto en The Deck en Bangkok que ni nos gustó ni sus precios nos parecieron que estaban en linea con la calidad).
Precio de los 4 platos, 4 cervezas y una botella grande de Pepsi: 550 bahts. (12.50 euros)
La comida estaba buenísima y si yo nunca me hubiera visto comiendo un pollo al curry verde, allí lo hice y me gustó. Eso si, sin picante.
Dimos un paseo hasta la estación del tren, donde preguntamos por la siguiente hora a la que pasaba. Nos sorprendió cuando en un principio nos dijeron que a las 14:30, pero al final, después de mucho insistir nos dijeron que a las 16:20 que era lo que yo tenía anotado en mi libreta.
Justo enfrente de la estación nos encontramos con esta locomotora de vapor de la Segunda Guerra mundial.
Desde aquí nos fuimos al cementerio de la guerra. Impresiona, pero no solo por la cantidad de lapidas que hay, sino por lo que significa. Aquí están enterrados o conmemorados los fallecidos en la Segunda Guerra mundial construyendo el ferrocarril, en la linea que va desde Tailandia a Birmania, dentro de cuyo trayecto se encuentra el famoso puente sobre el río Kwai. Durante su construcción se calcula que murieron unos 13.000 prisioneros de guerra que fueron enterrados a lo largo de la vía, aunque el cálculo de muertos durante los años que duró la construcción son muchos más (entre 80.000 y 100.000 civiles). En memoria de todos ellos se construyó este cementerio.
Hacía un calor infernal, y bajo ese sol abrasador caminamos hasta el puente, pero el trayecto no fue fácil ni cómodo. Casi nos deshidratamos.
Hablando con el guardia de seguridad turística, que era con el único con el que nos conseguimos entender porque las chicas de las taquillas del tren no llegamos a ninguna conclusión, nos dimos cuenta de que no podríamos coger el tren de las 4:20, ya que no tendríamos autobús para la vuelta y nos arriesgábamos a no tener ningún medio de trasporte para volver. Así que otra cosa que íbamos a perder en este viaje y, principalmente vinimos hasta aquí para hacer ese tramo, pero bueno, no nos íbamos a alterar. Cambio de plan: ahora pasearíamos por el puente, nos relajaríamos en un cafetería, unos visitarían el museo de la guerra, otros seguirían con sus paseos, y así hasta que… volvimos a preguntar que pasaba con el tren, que no acababa de llegar, pero nada, las chicas de las taquillas no nos entendían. Eran ya las 5:30 y el tren no aparecía. Como no nos entendíamos con ellas seguimos paseando y paseando y en esto que veo a la chica de las taquillas venir corriendo, medio ahogada por el puente, medio desmayada y sin aliento con un papel en la mano. En él ponía en inglés: «El tren llega tarde. No hay forma de volver».
La verdad es que pese a no haber hecho el trayecto en tren (y mira que me sigue doliendo al recordarlo), el tiempo que pasamos en Kanchanaburi fue de lo más agradable. Hoy en día pienso que si tuviera que escoger un lugar para vivir en Tailandia, y aunque no pasamos el tiempo suficiente como para tenerlo claro, me quedaría o con Kanchanaburi o con Chiang Mai, sin duda alguna.
>
El pueblo, la gente, todo nos encantó. Porque no lo he dicho pero todo el mundo con el que entablamos conversación fueron de lo más agradable posible. Empezábamos a entender porqué se le conoce a Tailandia como el «Pais de las Sonrisas», porque hasta ahora no las habíamos visto mucho.
Empezaba a atardecer en la ciudad cuando a lo lejos oímos un pitido de tren. Eran casi las 6 de la tarde y por fin aparecía el tren. Menos mal que habíamos desistido de ir a Nam Tok, porque desde luego nunca lo hubiéramos podido hacer. Nuestra sorpresa fue cuando en lugar de venir en la dirección en la que se suponía venía en dirección contraria. Es decir, estábamos viendo venir el tren que sale de Nam Tok a las 15:15 pero del que nosotros íbamos a coger, ni rastro todavía.
Y así fue como pasó y con él se llevó mi desilusión. Justo entonces, pasadas las seis de la tarde pasó el tren que nosotros teníamos que haber cogido, es decir, dos horas tarde. Esto es Tailandia.
Se ve que nuestros plannings estaban por no cumplirse.
Un taxi nos llevó de vuelta al Tara por 80 bahts.
Después de una buena ducha nos fuimos a cenar al West Wood y la cena nos encantó. El sitio tiene música en directo pero creemos que era demasiado temprano y todavía no habían empezado. Además cenamos totalmente solos.
Después esta suculenta y agradable cena nos fuimos a despedir del día tomando unos cócteles al lado del hostal Tara, y así dimos por concluida nuestra visita a Kanchanaburi. Al día siguiente nos esperaba la visita al Parque Nacional de Erawan.
Si quieres que te ayudemos a organizar un viaje igual a este o parecido, por libre o con agencia receptiva, o que simplemente te coticemos los hoteles que hayas elegido, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, haremos de tu sueño una realidad.
Callejeando por el Mundo es un blog de viajes propiedad de Viajes Callejeando por el Mundo, agencia con licencia AV-240-AS.
Nosotros sí que cogimos el tren a Nam Tok y, sinceramente, no te perdiste nada. Las fotos que habrás visto por ahí de los paisajes des del tren solo se ven durante 5 minutos, y el trayecto dura 3 horas! Como te pasó a ti, nuestro tren salió con dos horas de retraso, pero por lo que parece eso es la tonica general…
La verdad es que resulto un tanto accidentado, pero supongo que iríais mentalizados que en Tailandia las cosas van a otro ritmo. Lo mejor es que a pesar de los atascos, el calor y los imprevistos, lo pasasteis genial. Besitos
Si, por eso te lo tomas bien, la verdad que en Tailandia y en el sudeste asiático las cosas van,… como van. No se puede ir pensando en hacer lo que quieres hacer sino lo que puedas hacer.
Un lugar que me gustaría visitar!! sabes que nos gusta esa temática. Si algún día llego a ir tomaré buena cuenta de las dificultades de horarios y tempos.
¡Me encantó Kanchanaburi! Me sorprendió muy gratamente! Y a nosotros nos gustó mucho el Museo de la Guerra, claro que Tino es muy fan de ese tipo de museos… Las comidas de Kanchanaburi para mí también fueron las mejores, y el pollo con anacardos ya lo he preparado varias veces desde entonces… Espero impaciente la siguiente etapa 🙂
Aunque no se cumplieran los planes, veo que te enamoraste de esta zona de Tailandia. Yo eché de menos haber tenido un poquito más de tiempo en el país para poder acercarme hasta Kanchanaburi… Así tengo excusa para volver a Tailandia! 😀
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
10 Comentarios
Hola María,
Nosotros sí que cogimos el tren a Nam Tok y, sinceramente, no te perdiste nada. Las fotos que habrás visto por ahí de los paisajes des del tren solo se ven durante 5 minutos, y el trayecto dura 3 horas! Como te pasó a ti, nuestro tren salió con dos horas de retraso, pero por lo que parece eso es la tonica general…
Saludos
Pues me alegra saberlo, aún así… me hubiera gustado hacer ese trayecto.
Un saludo y encantada de haberos conocido en persona.
La verdad es que resulto un tanto accidentado, pero supongo que iríais mentalizados que en Tailandia las cosas van a otro ritmo. Lo mejor es que a pesar de los atascos, el calor y los imprevistos, lo pasasteis genial. Besitos
Si, por eso te lo tomas bien, la verdad que en Tailandia y en el sudeste asiático las cosas van,… como van. No se puede ir pensando en hacer lo que quieres hacer sino lo que puedas hacer.
Un saludo.
Un lugar que me gustaría visitar!! sabes que nos gusta esa temática.
Si algún día llego a ir tomaré buena cuenta de las dificultades de horarios y tempos.
Saludos!
Pues ya sabes… a preparar viaje y nosotros te ayudaremos en todo.
Un beso.
¡Me encantó Kanchanaburi! Me sorprendió muy gratamente! Y a nosotros nos gustó mucho el Museo de la Guerra, claro que Tino es muy fan de ese tipo de museos… Las comidas de Kanchanaburi para mí también fueron las mejores, y el pollo con anacardos ya lo he preparado varias veces desde entonces…
Espero impaciente la siguiente etapa 🙂
Algún día tienes que escribir algo sobre el museo de la guerra para el blog. Sería interesante. Te cedo un hueco, jeje.
Un besito.
Aunque no se cumplieran los planes, veo que te enamoraste de esta zona de Tailandia. Yo eché de menos haber tenido un poquito más de tiempo en el país para poder acercarme hasta Kanchanaburi… Así tengo excusa para volver a Tailandia! 😀
Si, M Carmen, la verdad es que el sitio me encantó, el pueblo en general, la gente… eso, lo compensa todo.
Un saludo.